La piel del rostro merece un cuidado especial diario para protegerla de los efectos nocivos de los contaminantes del ambiente, los químicos de los cosméticos, el sol, el paso de los años. En los anaqueles de farmacias y tiendas de cosméticos se puede apreciar un arsenal de productos para limpiar el rostro, hidratar, humectar y corregir imperfecciones. La lista de marcas internacionales es amplia. Sin embargo, también hay productos elaborados a base de plantas y otros elementos naturales que contribuyen a proteger y cuidar la piel en general. En las tiendas encontrará aceites -de coco, almendra- para limpiar el rostro y eliminar el maquillaje, pero que también actúan como antiinflamatorios por algún tipo de lesión o irritación. Lo ideal es consultar, por supuesto, con un especialista antes de utilizar cualquier producto natural o comercial. **Lucir radiante A partir de frutas y legumbres, además de productos como el yogur, miel, sábila, manzanilla, pueden prepararse en casa mascarillas con efectos notablemente positivos en la piel. Las mascarillas son el resultado de una mezcla homogénea, que puede elaborar utilizando los elementos de la despensa. Una vez preparadas se aplican sobre el rostro -otras en todo el cuerpo- para brindar un acabado radiante. Por ejemplo, con una banana puede preparar un puré y luego extenderlo sobre el rostro limpio. Se aplica cuidadosamente sin demasiada presión, con la punta de los dedos. Se deja actuar por unos quince minutos y se retira con abundante agua fresca. La piel se torna más suave y sedosa. Cuando se trata de una piel seca o normal, entonces una manzana puede resultar un gran aliado. La pulpa de la fruta se coloca en la licuadora o en el ayudante de cocina y se prepara una pasta que luego se extiende en la cara. Se deja actuar entre diez y quince minutos y se retira con abundante agua. ¿La piel está irritada, la siente tensa y con cierto picor? Una alternativa es preparar una mascarilla de pepino. Se tritura la pulpa en un recipiente limpio y la pasta se extiende por la piel del rostro. Es altamente refrescante y humectante. Personas de piel normal o grasa la utilizan con frecuencia durante el verano riguroso. La sábila o aloe vera también puede aplicarse en el rostro y en todo el cuerpo en general. Se puede elaborar una pasta con el cristal de la planta, mezclado con miel o algún aceite natural. El resultado no se hace esperar: una piel hidratada, suave y tersa. Existen preparaciones con miel y yogur. Además de emitir una deliciosa fragancia aportan suavidad y lozanía a la piel. Conjuntamente con el cuidado externo de la piel con estas preparaciones se requiere una dieta balanceada que incluya todos los productos de la pirámide alimenticia, abundante agua, ejercicio, descanso nocturno de calidad, así como actividades de ocio y esparcimiento.
Posted on: Tue, 12 Nov 2013 21:12:00 +0000
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