La región andina ha sido cuna de muchas grandes civilizaciones, - TopicsExpress



          

La región andina ha sido cuna de muchas grandes civilizaciones, así como el centro originario de innumerables y valiosas plantas medicinales y comestibles. Ahora sabemos que los centros de diversidad y riqueza cultural se superponen a centros de agrobiodiversidad. Es justo entonces que la papa, que ocupa un lugar de eminencia entre los regalos biológicos de los Andes, sea producto de la estrecha relación entre el ser humano y la naturaleza. Los pueblos andinos fueron grandes innovadores agrícolas. Construyeron acueductos y sistemas de irrigación -que serían el orgullo de los ingenieros de hoy- y realizaron complejos experimentos con los cultivos que consideraban más importantes. La papa debe su extraordinaria utilidad tanto al ingenio de estos pueblos como a las características del clima y el paisaje andino. Este tubérculo ha desempeñado un papel sin precedentes en la seguridad alimentaria mundial. Su rol protagónico en la historia global, tanto en tiempos de paz como de guerra, ha sido registrado por muchos de sus fascinados observadores, entre ellos Redcliffe N. Salaman en su libro Historia e influencia social de la papa (1985). La papa adquirió tanta importancia nutricional y culinaria en Europa que se levantaron monumentos en honor a Sir Walter Raleigh y Sir Francis Drake, a quienes se les atribuía la introducción en Europa de este cultivo. La inscripción de una estatua de Drake que fue erigida en Ofenburgo, Alemania, contenía los siguientes halagos a la papa: “Como ayuda de los pobres contra la necesidad, este valioso regalo de Dios apacigua la amarga indigencia”. A la guerra de sucesión bávara de 1778 se le bautizó como La Guerra de la Papa, en vista de que los ejércitos rivales tuvieron que retirarse a sus respectivos países cuando se agotaron las reservas de este tubérculo. Uno de los trágicos incidentes que dan cuenta del decisivo papel de la papa en la historia fue la hambruna que Irlanda sufrió en la cuarta década del siglo XIX. Esta tragedia se desencadenó cuando la terrible enfermedad de las plantas, el tizón tardío, devastó los campos de papa. La atención de la ciencia se concentró en este cultivo, mientras los investigadores buscaban en las distintas especies de papas nativas genes que ofrecieran resistencia a la plaga, hasta entonces desconocida. En México, país de origen del patógeno, se descubrió la Solanum demissum, una fuente de genes que ha sido utilizada para dotar de resistencia a muchas variedades que aún se cultivan.
Posted on: Fri, 31 May 2013 05:00:03 +0000

Trending Topics




© 2015