La resistencia heroica Bloqueo y subversión son los dos pilares - TopicsExpress



          

La resistencia heroica Bloqueo y subversión son los dos pilares de la política imperial anticubana. Los daños materiales y humanos de esa política, se cuantifican por miles de millones en pérdidas económicas, y en miles de vidas segadas y mutiladas. Pero el perjuicio total a escala del país y de las personas, más del 70% de ellas nacidas bajo esa traumática impronta, es prácticamente incalculable. En nuestro esfuerzo por curarnos de males propios, reiteramos con razón que no todos nuestros proble-mas se deben solo a estas omnipresentes políticas agresivas, sino también a las grietas internas que nos debilitan y que debemos sellar. Para ello ponemos el énfasis en la recuperación y ascenso ético cultural y la remodelación propiciadora de mayor racionalidad, eficiencia y crecimiento económico. Tal lucidez no puede disminuir la percepción de que, sin tampoco desconocer otros factores adversos, como la desapari-ción del socialismo soviético europeo, devastadores desastres naturales y los efectos de crisis mundiales sistémicas; las consecuencias de la siempre acrecen-tada hostilidad enemiga, son un factor principal, multifacético y constante en lamentables retrasos y en los sacrificios extraordinarios a que nos vemos obligados. Único modo de continuar construyendo un país inde-pendiente y solidario, una sociedad socialista, justa, verdaderamente democrática, sostenible, próspera, que procure la mayor felicidad posible a nuestro pueblo. Para ello, la unidad deviene principal fortaleza. También se requiere hacer cada vez más compatibles los proyectos de vida personal y el interés social de fortalecer, desarrollar y defender la nación digna por la que se batalla hace más de un siglo y medio. Máxime cuando el poder imperial, con camuflaje de “blando”, además de acentuar la agresión económica, potencia también, con cuantiosos recursos, la guerra informativa y cultural. No podemos prescindir, cuando más la necesitamos, de la memoria histórica que es esencia de nuestra cul-tura de resistencia y confianza en la victoria. Imposible soslayar en nuestra conciencia colectiva, que tras el triunfo popular sobre la sangrienta tiranía batistiana, los gobernantes del Norte acogieron sin escrúpulo alguno a toda la camarilla de asesinos y ladrones fugitivos. Que inmediatamente emprendieron infames cam-pañas calumniosas, a las que jamás han renunciado, como tampoco a los planes subversivos y todo tipo de ataques abiertos y encubiertos, incluida la manipula-ción de la política migratoria y de los derechos huma-nos. Que si bien al inicio de 1959 se habáin aplicado restricciones, el 19 de octubre de 1960 implantaron lo que desde entonces engañosamente denominan embargo, y que luego del fracaso de la invasión mer-cenaria derrotada en Playa Girón y de haber orquesta-do innumerables actos terroristas, el 3 de febrero de 1962, decretaron el bloqueo total del comercio entre EE. UU. y Cuba, vigente y sucesivamente acrecentado, hasta el día de hoy. La oportunista Ley Torricely facilitó su extraterritorialidad, para hacerlo más férreo y asfixiante, mientras intentaba propiciar un doble carril de penetración subversiva. Según la cavernícola Ley Helms-Burton, ni siquiera un dócil gobierno posterior a la hipotética derrota revolucionaria podría liberarse del férreo dogal hasta humillarse a extremos de sumi-sión económica y política superiores a los que soportó la república neocolonial. Y aunque pareciera que nada peor podría inventarse, el gobierno de Bush llegó a extremos demenciales que se hicieron más visibles y repudiables. Ante el sostenido rechazo mundial durante 22 votaciones en la ONU con mayorías récord de naciones apoyando el reclamo del cese del bloqueo, la actual Administración yanqui intenta mostrar aparentes flexibilizaciones, con el taimado propósito de disminuir la presión de la opinión pública mundial. El diseño de tales medidas implica arreciar el acoso al Estado cubano en la misma empecinada línea subversiva de minar nuestra unidad y provocar el cambio de régimen. No hay sector de nuestra sociedad ajeno a costosas afectaciones económicas, tecnológicas, organizativas y de desarrollo, derivadas de esta política violatoria de la legalidad internacional. Los sufrimientos alcanzan hasta los aspectos más íntimos de nuestra vida diaria. A veces con más dolor cuando se trata de medicamentos y equipos médicos. No son aún mayores gracias a derroche de humanismo y hazañas solidarias. “El mérito de la Revolución cubana -ha dicho Fidel- se puede medir por el hecho de que un país tan pequeño haya podido resistir durante tanto tiempo la política hostil y las medidas criminales lanzadas contra nuestro pueblo por el imperio más poderoso surgido en la historia de la humanidad”. También Raúl ha reafirmado que si fuese preciso, resistiríamos 50 años más. Nada ni nadie podr
Posted on: Tue, 22 Oct 2013 04:44:13 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015