La riqueza de dar “Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna” 1ª Timoteo 6:18-19 Filipenses 4 Por naturaleza tendemos a darle un enfoque equivocado a las cosas. Es decir, un enfoque conforme a la corriente de este mundo. Si Dios nos da bienes materiales, tiene propósitos especiales para ello, y no son precisamente para gastar en nuestros deleites de manera egoísta, sino para que Él sea honrado y glorificado a través de aquello que nos da. Dios da las riquezas materiales, para ser transformadas en riquezas espirituales. Dentro de las riquezas espirituales, tenemos: Gozo; hay gozo en dar de la manera correcta. El mismo Señor Jesucristo manifiesta que “más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). Y vemos que Él se dio por nosotros, dice la Biblia que: “…por el gozo puesto delante de Él, sufrió la cruz menospreciando el oprobio” (Hebreos 12:2b). Otro ejemplo de gozo al dar, fue el de los cristianos de Filipos, situados en la región de Macedonia (2ª Corintios 8:2), quienes en medio de su pobreza enviaron ofrendas para el sostenimiento del apóstol Pablo (Filipenses 4:10-12); esto también produjo gozo en el apóstol, no sólo por las ofrendas mismas, sino por saber que aquellos a quienes había compartido el evangelio y a quienes amaba, eran llenos de la gracia de Dios, siendo ejemplo a las demás iglesias en el ministerio de dar. De manera natural, cuando tenemos bienes materiales, como inversiones en el banco, seguro de gastos médicos, seguros de vida, bienes inmuebles, entre otros, nos sentimos seguros, porque pensamos que cuando haya una necesidad podemos echar mano de ello y solventar lo que venga. Sin embargo, si bien debemos ser previsores en esto, no debemos olvidar, que como hijos de Dios en este mundo, solo estamos de paso, por lo cual nuestra prioridad será invertir en lo eterno (Filipenses 4:14-17).
Posted on: Fri, 13 Sep 2013 01:52:14 +0000
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