La tercera característica de la santidad es: GLORIA. La santidad también es gloriosa. Moisés preguntó:” Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? Quién como tú, magnifico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?”(Éxodo 15:11). Jesucristo glorificó a su Padre. Al final de su vida Jesús oró: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4). Ya hemos visto varias veces que Jesucristo buscó la gloria de su Padre en todo lo que hizo. Jesús practicó una exaltación amorosa de su Padre. Una vez más, en la santidad de carácter vemos el amor entre bastidores, obrando para producir santidad. COMPORTAMIENTO DE LA SANTIDAD: -Separa: La santidad no solo tiene un carácter determinado, sino que también mantiene cierta conducta. Se separa del mundo. La palabra “santo” significa “apartado”. -Consagrar: La consagración está estrechamente relacionada con la santidad. La palabra consagrar significa poner aparte algo para un único uso. Salomón consagró el templo (2Cronicas 2:4). El templo fue consagrado para un propósito: Relacionar a los hombres con Dios por medio a la oración. Jesús oró por nuestra santificación en la más grandiosa oración intercesora “Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad” (Juan 17:19). Como Jesucristo nos ama, Él quiere que seamos santos. Una vez más no pueden separarse el amor y la santidad. El autor de este estudio nos exhorta a consagrar nuestro cuerpo con cada uno de nuestros miembros a Jesucristo como Él se consagró al Padre por nosotros. Consagrar nuestro cuerpo es una manera de garantizar que todo nuestro ser está consagrado a Dios. Entonces debemos recordar siempre por toda la vida, que somos santos, apartados. Dios les bendiga siempre, nos veremos el lunes con la tercera lección de la unidad once.
Posted on: Sat, 17 Aug 2013 01:28:00 +0000
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