Las Cajas de Ahorro como modelo de conducta económica eran, en otro tiempo, como una banca nacionalizada y al servicio, pero de verdad, de las personas. El director de tu sucursal, si era inteligente y buena gente, equivalía a paño de lágrimas de los pobres del barrio, a médico de cabecera de la salud económica, a consejero aúlico y te permitían, siempre que fueras formal, ralentizar el pago de un préstamo o disponer de un colchón limitado de números deudores. Porque tenía la garantía no sólo de tu buena conducta y confianza sino de la certeza de que al final de mes te pagarían la nómina.
Posted on: Sun, 14 Jul 2013 08:09:19 +0000
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