Las Oraciones del Reverendo Sun Myung Moon (12/4/1959) QUE - TopicsExpress



          

Las Oraciones del Reverendo Sun Myung Moon (12/4/1959) QUE PENETREMOS EL MUNDO DE SU CORAZÓN, PADRE ¡Padre, que nunca nos abandonó, y que con un amor renovado nunca descansó, para guiarnos! Aunque no estemos a la altura de la Voluntad, y no lo satisfagamos, Padre, por favor, trátenos con compasión. Ya que de todos modos evitamos este mundo violento, con un sentimiento fervoroso de entrar en el mundo de Su corazón, esperamos y anhelamos sinceramente, Padre, que al ver estos sentimientos nos perdone y venga a nosotros, sumando Su amor misericordioso. Visto que sabemos que Usted no abandona a quien aparece buscándolo, Padre, con un corazón ardiente, y preocupándose por Su situación, permita que nuestros corazones corran hacia el Suyo, que nuestro cuerpo corra para ser abrazado en Su seno. Esperamos y anhelamos sinceramente, Padre, que desborden nuestra mente y nuestro cuerpo, que los motiven acciones capaces de patear la iracunda, triste, y lamentable historia de pecado y de maldad. Nuestro corazón añoran ahora Su carácter interno, nuestro cuerpo quiere contemplar Su forma externa, nuestras manos quieren aferrarse a la Suya, quieren aferrarse a Su cuerpo, Padre. Visto que sabemos que Su deseo principal respecto al hombre, es recibir a tales hijos e hijas verdaderos, Hijos capaces de cantarle a Su amor, esperamos y deseamos fervientemente, Padre, nos permita que en esta hora, al menos nuestros corazones, puedan impregnarse de tales sentimientos. Sabemos que únicamente si lo llamamos, Padre, luego que hagan explosión en nuestros corazones sentimientos tristes que amonesten los errores que uno cometió en el pasado, sentimientos que reprochen lo insuficiente que uno es hoy, Usted podrá sostenernos, Usted podrá contemplarnos, Usted podrá abrazarnos. ¡Padre! Permita que poseamos ese tipo de corazón. Esperamos y deseamos, Padre, sinceramente, que inundados de un sentimiento así, tomemos conciencia de nuestro inadecuado yo, y que surja en nosotros un corazón ardiente, capaz de ofrecerle todo. Aunque nuestro corazón, que debería estar dirigido al cielo, esté deambulando en la confusión, y aunque nuestro cuerpo enfrente un ambiente en el que no tenga dónde morar, y ya que sabemos que Usted no nos abandonará, y que con Su toque de gracia nos guiará a Su seno, deseamos sinceramente que nos mire con misericordia, y que provoque en nosotros sentimientos de querer inclinarnos en reverencia y apelar a Usted. Oramos todo esto en el nombre del Señor. AYU
Posted on: Thu, 22 Aug 2013 18:00:42 +0000

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