Las Pasiones de Mariana (fragmento 197) Novela Erótica Basada en - TopicsExpress



          

Las Pasiones de Mariana (fragmento 197) Novela Erótica Basada en la Historia de México ………………………… Lunes 23 de julio de 2012 Diez y media de la mañana Colonia Los Leones Malú sube a su Mercedes-Benz CLS modelo 2012, placas de Tamaulipas. Con mucho entusiasmo, arranca en busca del sitio señalado por el misterioso plano. En menos de quince minutos, entra en la carretera ribereña, conduciendo hacia el poniente. Al dejar atrás, el deportivo las haciendas, toma el libramiento hacia el puente internacional, Reynosa-Mission. Más adelante, metros antes de la caseta de cobro, vira un poco a su izquierda, para seguir casi paralelamente, sobre un ancho camino de terracería. Conforme avanza, la incertidumbre crece, pues la brecha presenta bifurcaciones a diestra y siniestra, por lo que para, para analizar otra vez, el famoso plano. Tras una serie de intentos fallidos, coge la supuesta trayectoria correcta. Una angostita y maltrecha vereda, cercana al borde del río Bravo. Sin embargo, a la vuelta de treinta minutos, apenas había avanzado escasos cuatro kilómetros, pues tanto el accidentado caminito, como lo bajito del Mercedes, la obligaron a ir a vuelta de rueda. De pronto, presa de desesperación, pisa el acelerador hasta el fondo, con resultados verdaderamente desastrosos, pues termina completamente atascada, entre un arenado poserío. Se baja fúrica, exclamando.- !pinche carro… no puede ser... Dios mío, qué mala suerte! –al tiempo que propina un desaforado puñetazo sobre el espejo lateral, destrozando el vidrio en añicos, pero para su mala fortuna, emanó un chisguete entre la palma y dorso de la mano derecha, así que rápidamente va y abre la cajuela, en busca del botiquín de primeros auxilios, habilitando lo necesario para curarse, pero... Para colmo de males, no hay analgésicos, pero de todas formas, y con mucha calma, se aplica tres puntos de sutura sin anestesia. Terminada la dolorosa operación, se venda cuidadosamente la herida. Ahora el panorama, luce diferente... Observa sus pantalones Tory Burch, parcialmente ensangrentados, su carro, completamente encallado, y a su derredor... !pura nopalera, chaparros, mezquites, y uno que otro sauce! Sube nuevamente… baja los vidrios, respira hondo, desliza el respaldo hacia atrás, vuelve a tomar aire, cierra los ojos... ahora trata de calmarse... De pronto… el semblante, le cambia radicalmente. !Chingáo... pero que mensa soy… si aquí traigo el pinche celular! –expresa, muerta de la risa. Baja otra vez, y cuando se dispone a marcar a Sebastián, el menor de sus hijos… –“No Service”, enseña la pantalla de su iPhone4. ¡No puede ser… no puede ser... pinche "plan enemigo" de zelcel! –exclama, arrojando el aparato por los aires. Se dobla a llanto tendido, terminando sentada en el suelo llena de impotencia, y recargada sobre el faldón del fino carro importado. Seca sus lágrimas… Su Phillips Stein, marca la una de la tarde, y dos minutos. Tranquila Malú, es muy temprano para hacer corajes, tranquila... tranquila, Malú. –insiste, sobre sí misma, con excelentes resultados, pues logra ponerse muy quietecita. A la vuelta de diez minutos, dedica una atención muy en especial, a su entorno. El soplar del viento, le ha excitado... Desabrocha las agujetas de sus tenis Prada, respira profundo, cierra sus ojos... incluso, suelta tres botones de su blusa Tory Burch. Una ráfaga de viento llega a sus pechos, como si fuese la caricia del hombre que habría despertado su pasión dormida... sí, sí, sí... ese supuesto caballero, autor del plano misterioso. Sus pezones amagan escandalosamente, corpiño y blusa. Hay lubricación... Contorsiona glúteos y piernas... sus bragas, Victoria Secret, en lo absoluto preocupan. Antítesis, de similares "tensiones" de antaño. De hecho, ésta vez muy desinhibida, "vive" el erótico momento... y cuando a punto está de tocarse... Una pequeña parvada de palomas ala blanca, aterriza enfrente… Empieza el zureo... –al abrir los ojos, su romántica pasión carnal, milagrosamente es reemplazada, por una blanca sonrisa de oreja a oreja. Su semblante, ahora es pura paz... A cierta distancia, identifica un camaleón al acecho del pan de cada día. También oye pasos... se trata de una tortuga que cruza a su lado. –extiende el brazo... con las yemas de los dedos, rosa tiernamente el caparazón superior, pero… ni se inmuta la caráncha, continuando su lenta marcha rumbo al río, muy quitada de la pena. Entre mezquites, escucha urracas y otras aves… tal vez cenzontles, torcacitas y faisanes. Hay conexión… "Malú existe"... tan es así, que hasta logra oír el apacible cauce del río. ¡Dios mío, gracias, gracias señor, muchas gracias... bendito Dios, que estoy en armonía!.. y qué mejor que con la naturaleza de nuestra bellísima Reynosa. –expresa llena de gozo, al tiempo que se levanta extendiendo sus brazos, en dirección al firmamento. ¡Güenas tardes señíto! –súbitamente, a corta distancia, la aborda un viejito que conduce una carreta jalada por un caballo. Malú está tan entregada al señor, que no escucha el débil saludo. ¡Señíto... güenas tardes señito! –insiste, levantando su vos, lo más que puede. Al ver que Malú no responde, baja lentamente de la carreta, y va, y se le para enfrente. ¡Señíto!.. ¿puedo ayudarla? ¡Ay! –grita sobresaltada, antes que el hombre pudiera terminar, su cordial frase al tiempo que retrocede abruptamente. ¡Pérese señito... pérese... si nomás quiero ayudar! –expresa el anciano, en tono más que conciliatorio, intuyendo que la atractiva señora se sintió amagada. Sin embargo... Malú percibió en vos, mirada y semblante del viejito, algo sumamente apacible y familiar, reaccionando atropelladamente, Perdón señor... lo que pasa es que estaba orando, le ruego me disculpe por haber gritado. –le dice Malú, con cara de angustia. Al contrario señito, usté dispense, porque áiga interrumpido sus rezos, pero pos no pude evitarlo, pos, al verla ensangrentada del merito pantalón, y con la camisa abierta, pensé lo pior... ¡Ay, qué pena! –responde al tiempo que se vuelve abrochándose nerviosamente... tras esto, gira nuevamente, y un poco más tranquila, se agacha reinstalando, las cintas de sus Prada. ¿Segura que se encuentra con bien, senito? –el anciano, insiste. Si, si, si... claro que sí... ¿señor?.. El viejito no comprende, que le están preguntando su nombre, así que solo se limita a entender que todo está bien, así que se queda completamente callado. –Malú, lejos de sentirse, por el silencio del viejito, se le acerca, con la mejor de sus sonrisas, extendiéndole su mano franca. Mi nombre es Malú... Malú Garza García, para servirle a usted señor, pero, puede llamarme como guste, incluso en lo absoluto me incomoda que me diga señito, pero para ser franca, quisiera que me llamara... "simplemente Malú". –La mano de Malú, aún está en el aire, pues el anciano ha quedado perplejo, ante tantísima amabilidad de la bella señora. –A pesar del gran silencio del ancianito, Malú le continúa sonriendo, y con la mano amablemente tendida. –De pronto, el anciano reacciona también sonriendo, extendiendo su brazo, entrelazando su rasposa y arrugada mano contra la de la bellísima dama, que tiene enfrente. –En el instante que sus manos chocan... Malú siente una electrizante sensación, de tal suerte que vuelve a sentirse "en conexión", como hace rato, pero esta vez con un extraño....(continuará). Papá del Pato, os desea que tengas un bellísimo domingo, y arriba los Broncos ¡abur!
Posted on: Sun, 25 Aug 2013 23:03:59 +0000

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