Las cosas que se contaban Del mar y su vastedad Fue, en su tiempo, la verdad Por lo que mucho asustaban Aquellos que se adentraban A lo profundo del mar No solían regresar Y era tal la incertidumbre Que tuvieron por costumbre Sobre aquello especular. Colon era cicatero Y también de gloria hambriento Y de poder tan sediento Que fue, por eso, embustero. No le pagó aquel dinero Al tal Rodrigo de Triana ¹ Y en la historia se desgrana Que él solito reservó La gloria de ser la voz Que alumbró aquella mañana. Josué ¹ Su verdadero nombre no era Rodrigo de Triana, sino Juan Rodríguez Bermejo, oriundo de Huelva, pero que ejerció su oficio, por mucho tiempo, en ese arrabal sevillano.
Posted on: Tue, 17 Sep 2013 19:39:41 +0000
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