Las mujeres que apoyan el asesinato de otras mujeres. Todos - TopicsExpress



          

Las mujeres que apoyan el asesinato de otras mujeres. Todos los días vemos, en los medios de comunicación, una o varias noticias que intentan presentar el aborto como un derecho humano de las mujeres –que no solo debe ser “respetado” por la sociedad civil, especialmente por quienes nos oponemos a esta práctica– sino que además debe ser “custodiado” por todos los estados que también deberían “asegurar” el acceso al mismo haciéndolo “legal, seguro y gratuito”. El bombardeo es de nunca acabar y tiene una estrategia más o menos parecida en todos lados. Es casi como un molde: si el asunto es promover el aborto por violación, entonces las feministas presentan el caso de alguna adolescente o niña (a la que nunca protegen para que no la violen) y esconden su identidad para que NADIE le preste ayuda si es que ella y su familia tienen al bebé. Es decir, no solamente buscan que se mate al niño o niña por nacer, sino que además le niegan al nuevo ser, a la madre y a la familia, la posibilidad de que puedan recibir ayuda… que por lo general proviene de los católicos. Si el caso es apoyar el aborto por anencefalia o por malformaciones genéticas, la cosa es parecida. Se esconde a la madre o se le presenta como “víctima” de una trauma psiquiátrico que la marcará para siempre si da a luz y no mencionan ni un ápice del síndrome post-aborto, ese terrible mal que en algunos casos termina con el suicidio de la mujer que ha caído en la cuenta de que con el aborto lo que hizo fue colaborar con el homicidio de su bebé. Un caso reciente y mediático de este terrible mal fue el de la joven actriz de Bollywood, Jiah Kahn que no pudo superar la depresión luego de permitir que mataran a su pequeño (o pequeña) dentro de su vientre. Las feministas, que por lo general tienen mucho dinero para promover su agenda de muerte, son las primeras en condenar, rechazar o repudiar cualquier ataque contra las mujeres en general. Sin embargo, cuando el asunto es el aborto, allí no les interesa en lo más mínimo que la mayor cantidad de bebés asesinados a través de esta práctica, sean paradójicamente niñas, como lo demuestran los estremecedores números de la India y China. De hecho, tienen todo un lenguaje bastante especial para referirse a los niños o bebés por nacer. En el mejor de los casos le dicen feto. Y consideran absurdo que “el feto tenga más derechos que las mujeres”. Para ellas el niño o la niña por nacer “no deseado” es un problema y es tan problemático que merece la pena de muerte. Las feministas, estén donde estén, tienen que saber que podrán aprobar las leyes que sean, podrán amenazar con arruinar sus carreras a los médicos, enfermeras y/o profesionales que siempre defienden la vida, pero no van a tener el camino libre nunca. Tienen que saber que siempre habrá alguien que les recuerde que lo que hacen es, esencialmente abominable: mucho peor que el holocausto nazi, bastante más aterrador que el genocidio de los millones de armenios por parte de los turcos (algo que el gobierno de ese país no admite, por cierto), algo que sobrepasa cualquier película de ficción en el que se extermina a seres humanos. No nos podrán callar. Ni ahora ni nunca. Esto de la defensa de la vida, tema crucial del que nunca se habrá hablado lo suficiente, trasciende la cuestión religiosa. Es esencialmente humano. Todos tenemos la misión de defenderla ante cualquier tipo de amenaza. Siempre habrá algo que podamos hacer desde el lugar en el que estamos. Recordemos que, en general, las personas se oponen al aborto. Y eso suele verse curiosamente también en las encuestas que las mismas feministas encargan. Esto se ve en las multitudinarias marchas a favor de la vida y en contra del aborto, como la que congregó a unas 650 mil almas en enero en Washington, o que reunió hace pocos años a 1,5 millones de personas en Madrid, o que hizo salir a las calles de Perú en marzo y abril a unas 200 mil personas aproximadamente. Las feministas no pueden contra la consciencia humana –aunque en algunos casos sí está adormecida– simplemente no pueden. Tendrán plata, pero no la fuerza ni los medios para erradicar la bondad inherente a las personas. La defensa de la vida humana es una gran tarea ahora: los laicos, los creyentes y no creyentes, el movimiento pro-vida, las familias. Todos juntos. Como dijo el Papa Francisco en la reciente jornada Evangelium Vitae en el Vaticano el domingo 16 de junio: “miremos a Dios como al Dios de la vida, miremos su ley, el mensaje del Evangelio, como una senda de libertad y de vida. El Dios vivo nos hace libres. Digamos sí al amor y no al egoísmo, digamos sí a la vida y no a la muerte”. aciprensa/blog/las-mujeres-que-apoyan-el-asesinato-de-otras-mujeres/#.UcSj0TtHLEg
Posted on: Fri, 21 Jun 2013 19:47:39 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015