Las personas cuando viven situaciones difíciles, tribulaciones, problemas o enfermedad le sobreviene momentos de angustia, aflicción y desespero y por lo general hay la tendencia a dos tipos de comportamientos. Unos se acercan a Dios, mientras otros se alejan y apartan de sus caminos. En esos momentos de angustias se debe acudir al Señor en oración ferviente. Debemos reconocer a Dios en todos nuestros caminos, confiar en su sabiduría, poder, bondad, rendirnos completamente a Él y así, darle gloria. Debemos mantener la comunión con Dios, reunirnos con Él mediante la oración cuando estamos en pruebas, en dificultades, en divorcios o enfermedades y que en nuestra boca este las alabanzas cuando somos liberados, sanados y restaurados. Esto es lo que nos recomienda Jesucristo en su Palabra. Nuestros problemas deben llevarnos a Él, y lograr mayor comunión y acercamiento a Dios. 'Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido. Las angustias de mi corazón se han aumentado; Sácame de mis congojas. Mira mi aflicción y mi trabajo, Y perdona todos mis pecados'...Sal 25:16-18 "Clamé a ti, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes. Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido. Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo. Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; Me rodearán los justos, Porque tú me serás propicio"...Sal 142:5-7 Si momentos de angustia, desespero, dolor o sufrimiento estas viviendo, junto a ti esta nuestro Señor Jesucristo para socorrerte. Expresar verbalmente los sentimientos de angustia, representa el primer paso hacia la recuperación. Cuando otros nos rechacen, que no nos quieren oír, el Señor se mantiene como nuestro seguro refugio. Confiemos en el Señor Y en el tiempo perfecto de Dios, usted y yo saldremos adelante.
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 18:39:45 +0000
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