Las relaciones interpersonales y la vida no son una novela de - TopicsExpress



          

Las relaciones interpersonales y la vida no son una novela de espías. No, por mucho que ciertas cabezas ociosas y perniciosas maquinen para hacernos creer que estamos dentro de una historia de Jhon Le Carré. ¿A qué viene la observación anterior? Viene a propósito de que vuelvo a tener ganas de hablar sobre los peligros de cruzarte con "ciertas personas" (en Internet y fuera de Internet). Todas las prevenciones que tomemos para evitar a los adictos del gato por liebre (el gato de la complicación por la liebre de la complejidad) son pocas. Hay que huir como de una infección de estos seres... La complejidad psicológica me parece sana y considero que revela inteligencia y hondura. Pero otra cosa bien distinta es la caótica y rebuscada "complicación". La complicación está en las antípodas de la sencillez y de una mente sana, bondadosa y lúcida. La complicación en el trato con los demás es una enfermedad aborrecible. El problema es que las personas con esta afección, los complicadores, no son tontas y saben cómo envolverte arteramente entres sus confusas y laberínticas redes (redes de arrastre en muchos casos: pretenden arrasar con los fondos anímicos y emocionales de las personas). Por eso cuando empiezas a ser consciente de la anómala situación (de que estás intentando "normalizar" situaciones forzadas, insanas y disparatadas) es demasiado tarde: te han hecho perder un irrecuperable tiempo de tu vida, con todo lo que había de ti en ese tiempo. Insisto: hay que huir de esos seres indeseables como de una tempestad fecal. ¿Cómo desenmascararlos con presteza y de manera implacable? No resulta fácil. Sin embargo pueden empezar a sospechar cuando estén tratando con una persona que se desvive por apartarse de la claridad en las palabras y los actos, que recurre a adivinanzas impertinentes y tramposas (que sólo buscan nuestro agotamiento psíquico y que bajemos la guardia) y que emponzoñan con su venenosa mente cualquier cosa de la que se esté hablando, con obsesiva predilección por darle vueltas y vueltas a una nadería con el fin de erigirse en absurdas víctimas de no se sabe qué y de intentar que tú te sientas mal y culpable (tampoco se sabe de qué y por qué). Complejidad y (feliz paradoja) sencillez, sí. Complicación, oscuridad y rebuscamiento, no. ¡Huyan de los complicadores!
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 16:36:13 +0000

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