Lección 7 Torre de Babel, Abram, Saraí, y Lot, Sodoma y - TopicsExpress



          

Lección 7 Torre de Babel, Abram, Saraí, y Lot, Sodoma y Gomorra Génesis 11:1 al 19:26 La lección pasada concluyó con la lluvia traída por Dios por 40 días y 40 noches, hasta que la tierra fue cubierta por las aguas, incluyendo las montañas y los árboles más altos. Todo hombre, mujer, niño, y animal, fuera del arca murió en el diluvio. Hemos determinado que Dios es santo y justo y un Dios de amor, pero también es un Dios de ira contra el pecado. (Romanos 1:18). Sin embargo, Noé y su familia hallaron gracia ante los ojos del Señor ¿Por qué? Porque ellos creían a Dios: Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. (Génesis 6:8) Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. (Hebreos 11:7) Génesis 11:1-4 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Varios años pasaron desde que Dios salvó a Noé, s u esposa, sus tres hijos y sus nueras del gran diluvio. La tierra se volvió a poblar y la mayoría de sus habitantes pronto se olvidaron del terrible juicio de Dios sobre la tierra y una vez más, deliberadamente se olvidaron de Él. Al estar bajo el control de Satanás, ahora ellos querían ser grandes y exaltarse a sí mismos. Ni le dieron gracias, ni honraron al Señor. Se alejaron de lo que ellos sabían acerca de Dios. Hicieron imágenes de personas y las adoraron, junto a animales y aves. Esto es lo que quiere Satanás, que todos adoren dioses falsos. Todavía hay personas que adoran al sol, la luna, las estrellas, las aves, y una gran hueste de dioses falsos (la religión Hindú tiene 33 millones de dioses). Es fácil para nosotros juzgar a estas personas que hacen estas cosas y ver su necedad. Sin embargo, podemos hallar el horóscopo impreso en nuestro periódico. Vemos que más y más personas se meten en deuda mientras adoran al dios del materialismo. Vivimos en una sociedad que tiene miedo romper un espejo o caminar debajo de una escalera o cruzarse con un gato negro. ¿Donde está Dios en todo esto? La palabra adoración viene de la palabra “digno” y realmente significa declarar que algo es digno o merecedor. Dios, y sólo Dios es digno de nuestro amor y adoración. (Juan 4:23,24) A Satanás no le importa que adoremos, siempre y cuando no sea al único Dios vivo y verdadero. Podemos estar seguros que los que construyeron la torre de Babel no estaban pensando en adorar a Dios. Génesis 11:4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Estos hombres estaban llenos de sí mismos. ¿Estaban interesados en exaltar el nombre de Dios o el de ellos? Pero miremos de nuevo la última parte de este versículo “por si fuéremos esparcidos”. ¿Cuál fue la orden de Dios a Adán y a Noé y sus descendientes? Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, (Génesis 1:28) Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. (Génesis 9:1) Aunque Dios les dijo a Adán y a Noé que debían multiplicarse y llenar la tierra, estas personas deliberadamente desobedecieron el mandato. No querían ser esparcidos en diferentes partes del mundo, tal como Dios mandó. Fue por eso que se concentraron en un lugar, construyeron una ciudad, y comenzaron a erigir una gran torre. Génesis 11:5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. El Señor estaba interesado en estas personas, aunque ellos no le tomaron en cuenta. En este caso, la historia se repite: Dios siempre hace Su voluntad. Cuando Satanás estaba en el cielo, trató de rebelarse, pero perdió. Los ángeles que le siguieron también perdieron contra Dios. Adán y Eva perdieron en su rebelión, de igual modo Caín y las personas del tiempo de Noé. Aquí no será diferente. Génesis 11:6-9 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. En Génesis 1:26 Dios dijo como haría al hombre: a Su imagen y semejanza. Otra vez en los versículos 6 y 7 vemos al Señor, Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios Espíritu Santo hablando sobre lo que iba a hacer. El Señor causó que las personas hablaran idiomas distintos (el gran milagro aquí, no fue que Dios les dio un idioma nuevo, si no que El borró el antiguo). Los hombres no se podían entender y por eso se separaron en grupos que hablaban el mismo idioma; Se movieron a diferentes partes del territorio y a través de los años, se movieron a otras partes del mundo, lo cual fue el plan original de Dios. El hombre debía poblar la tierra, no solamente una región. Este pasaje en Génesis, nos dice como las distintas naciones y razas se iniciaron. El Antiguo Testamento es muy importante ya que nos muestra como es Dios y como trata con el hombre. Estas antiguas historias se parecen al patrón de vida de hoy, en relación a la raza humana: los hombres y las mujeres continúan rebelándose contra Dios. Sin embargo, Dios nunca cambia, todavía juzga el pecado y todavía quiere que las personas crean en El. Génesis 11:11 Y vivió Sem, después que engendró a Arfaxad, quinientos años, y engendró hijos e hijas. Aquí vemos el comienzo de la genealogía de uno de los hijos de Noé, Sem. En el versículo 27 aparece un hombre llamado Abram quien era uno de los descendientes de Sem. Abram vivió cerca del lugar donde comenzaron a construir la torre de Babel. Génesis 11:27-30 Estas son las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram, a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot. Y murió Harán antes que su padre Taré en la tierra de su nacimiento, en Ur de los caldeos. Y tomaron Abram y Nacor para sí mujeres; el nombre de la mujer de Abram era Saraí, y el nombre de la mujer de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca. Más Saraí era estéril, y no tenía hijo. Como podemos ver, Abram se casó con Saraí, pero no tenían hijos y en esos días, el no poder tener hijos era considerado como una desgracia. Las parejas que no tenían hijos eran vistas con malos ojos por la sociedad. Los hijos varones eran deseados más para que el hombre tuviera herederos que continuaran la dinastía de la familia. Sin embargo, Abram y Saraí no tuvieron hijos, ni siquiera una hija. Génesis 11:31,32 Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Saraí su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí. Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y murió Taré en Harán. Taré se movió de la tierra de Ur (Mesopotamia) y viajó hacia Harán con Abram, Saraí y Lot. Había planeado ir a Canaán, pero sólo llegaron hasta Harán y murió. Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. (Génesis 12:1) Es interesante que Dios le haya dicho a Abram que dejara su país y que se fuera a la tierra de Canaán mucho antes que se moviera con su padre a Harán. Y él dijo: Varones hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harán y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré. (Hechos 7:2,3) Ahora no olvidemos que en Mesopotamia las personas adoraban a ídolos. No confiaban, ni amaban, ni obedecían a Dios. Josué 24:2 nos dice que el padre de Abram, Taré, era idólatra. Pero Abraham creyó a Dios; sin embargo, el plan de Dios para Abram no podía llevarse a cabo mientras viviera entre sus parientes idólatras, entonces Dios le dijo que dejara su tierra, y que se fuera al país donde El le guiaría. ¿Dios tenía algún derecho de decirle a Abram lo que debía hacer? Sí, ¿Por qué? Porque Dios lo creó. Nuestros antepasados, los descendientes de Noé, en la torre de Babel, se habían alejado voluntariamente de Dios y de la verdad. Adoraban las cosas que Dios había creado, en lugar de adorar al Creador. Sin embargo, aunque pecadores y todo, Dios no abandonó Su plan de rescatar la humanidad del poder de Satanás y del castigo eterno. Nadie ni nada puede detener a Dios en cuanto a Sus planes; El siempre gana. Acordaos de esto, y tened vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores. Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero. (Isaías 46:8-10) Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. (Salmo 115:3) Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. (Salmo 135:6) El llamamiento de Abram estaba en el plan de Dios como el siguiente paso para librar al hombre de la esclavitud del pecado. Dios todavía es el mismo que en los tiempos de Abram. Todavía es amoroso, misericordioso, y benigno. No ha olvidado Su plan de salvar al hombre del castigo eterno. El quiere que todos sean salvos del poder de Satanás y del pecado. Génesis 12:1,2 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Aunque Abram y Saraí no tenían hijos, Dios todavía les prometió que serían padres de una gran nación. Génesis 12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Aquí Dios está prometiendo que bendecirá a aquellos que ayuden a Abram, pero traería maldición a cualquiera que le maltratara. Miremos más cuidadosamente el final del versículo 3: “Serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Esta es la promesa más grande dada a Abram, porque tiene que ver con el Salvador. ¿Recuerda nuestro estudio en el Jardín del Edén, y como Dios prometió que mandaría un Libertador al mundo para que aplastara a Satanás? Dios ahora promete que uno de los descendientes de Abram sería aquel Libertador. Todas las familias del mundo serían bendecidas a través del descendiente de Abram. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. (Gálatas 3:8,9) Génesis 12:4,5 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó, pues, Abram a Saraí su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron. justificar Abram era muy rico y tenía muchos sirvientes, ganado, ovejas, y chivos. El se llevó todo lo que le pertenecía. Abram creyó a Dios y por eso tomo tal decisión. ¿Puede imaginarse jalando tantas cosas y yéndose con toda su familia y sus posesiones a otro país, todo en obediencia al Dios que sus vecinos menospreciaban? Las personas le miraban porque Abram era un hombre de dinero y posición. Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. (Hebreos 11:8) Para completarla, Abram tenía que viajar y vivir en carpas. (Hebreos 11:9) A pesar de todo esto, Abram creyó a Dios y le obedeció, confiando toda su familia, posesiones y reputación a Su cuidado. Abraham sabía que Dios era digno de su confianza. El sobrino de Abram, Lot, también se fue con ellos. Génesis 13:5-7 También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas. Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar. Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra. Lot también era rico como su tío Abram, y por tantas ovejas y ganado, no pasó mucho tiempo para que comenzaran los problemas. Abram, tuvo una solución que le propuso a Lot: La separación. Génesis. 13:10,11 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Lot miró y escogió los llanos verdes que serían buenos para sus animales, según su “opinión”. No pensó en las consecuencias de esta mudanza y cómo afectaría a su familia, y su relación con Dios. Al contrario que Abram, Lot estaba pensando solamente en sí mismo y como podía incrementar su fortuna. ¿Recuerda la decisión necia de Caín de ignorar a Dios? Todos sus descendientes se ahogaron en el diluvio. Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte. (Proverbios 14:12) Necesitamos tener cuidado con las decisiones que hacemos. En nuestra sociedad, continuamente se nos presiona a hacer decisiones respecto a cosas que no tienen valor eterno. ¿Cómo podemos hacer más dinero? ¿Qué puedo comprar? ¿Dónde iremos para las vacaciones? ¿A las Vegas? Pero los temas reales de la vida se mencionan muy poco. ¿Qué de nuestra relación con Dios? ¿Qué saben nuestros hijos de Él? Abram permaneció en las lomas rocosas e infértiles; Lot se mudó al llano fértil. Humanamente hubiera parecido que Abram fue el perdedor en esto. Génesis 13:12,13 Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera. En los llanos que Lot escogió había dos ciudades malvadas. Las personas que vivían allí no querían saber nada sobre Dios, ni lo que Él quería que hicieran. Sólo pensaban en sí mismos y en las cosas malas que estaban haciendo. Dios sabía esto y se lo hubiera dicho a Lot, si él Le hubiese preguntado. Pero Lot ignoró a Dios, y escogió lo que parecía mejor para él, y haciéndolo tomó un paso trágico. En Génesis 18:20,21 vemos al Señor hablándole a Abraham sobre la situación de Sodoma y Gomorra. Lot se fue a vivir cerca de estas dos ciudades malvadas. Retén el consejo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida. No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. (Proverbios 4:13,14) Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. (Romanos 13:14) Dios había estado enojado con las personas de Sodoma y Gomorra aún antes que Lot se mudara allá. Por un largo tiempo, El había sido paciente con esta gente, pero ahora, Él decidió que no podría tolerar su pecado, ni siquiera un día más. Ellos no podrían escapar del juicio de Dios. ¿Recuerda como el Señor esperó pacientemente a las personas en los días de Noé a que cambiaran de parecer? El día llegó finalmente cuando Dios decidió que les había dado suficiente tiempo para que se arrepintiesen. Ni uno sólo, de aquellos que rechazaron estar de acuerdo con Dios, escapó de Su castigo. Es algo para meditar ¿porqué Dios, como regla, no castiga inmediatamente el pecado? ¿Es por eso, que pareciera, que lo pasa por alto? No obstante, ese castigo llegará tarde o temprano. Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. (Eclesiastés 8:11) Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas que de cierto sería yo como tú; pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. (Salmo 50:20,21) Una escritura muy interesante es Génesis 18:22-32. Dios no iba a destruir a Sodoma y Gomorra por el pecado, sino por la falta de justos. (Jeremías 5:1) Génesis 19:1-3 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo, y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. Más él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron. Vea el progreso en la caída: En el principio Lot vivió cerca de la ciudad, ahora ha entrado en ella y está viviendo con esas personas malvadas. Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. (Génesis 13:10-12) Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará. (Salmo 1:1-3) Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. (Efesios 4:17-19) La Biblia nos dice más sobre el pecado de Sodoma. Estas personas eran orgullosas, inmorales, glotonas que no les importaba las necesidades de los otros. He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité. (Ezequiel 16:49,50) Génesis 19:4-7 Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. Que cuadro más repulsivo, pero Dios lo ha puesto aquí con un propósito (1 Corintios 10:11; Romanos 15:4) ¿Qué de la sociedad de hoy? La palabra “sodomía” todavía está en nuestro idioma porque este pecado todavía está entre nosotros. (Romanos 1:26,27) Recuerde la decisión de Lot de escoger la tierra “buena”. Si Dios no hubiera mandado a Sus ángeles, que fin tan horrible hubieran tenido Lot y sus hijas. Pero la Biblia nos dice que Lot creyó a Dios, y Dios lo rescató. Y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (2 Pedro 2:6-9) Génesis 19:8-11 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta. Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta. Note a que grado llegó su maldad que aun habiendo quedado ciegos eso no les frenó. Génesis 19:12-17 Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo. Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Más pareció a sus yernos como que se burlaba. Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad. Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. Dios no salvó a Lot, su esposa, y sus hijas porque eran buenos, si no porque Lot creyó en las promesas dadas a Adán y a Abraham sobre el Libertador venidero. Entonces los ángeles de Dios guiaron a Lot fuera, antes de que las ciudades fueran destruidas. Dios siempre salva a aquellos que están de acuerdo con El y que creen a Su Palabra. Recuerde a Abel, el estuvo de acuerdo con Dios, confió y Dios lo aceptó. Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. (Hebreos 11:4) Noé estuvo de acuerdo con Dios y confió en El, y Dios salvó a Noé del diluvio. Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. (Hebreos 11:7) Ahora Lot estuvo de acuerdo con Dios y confió en El y Dios le liberó antes que Sodoma fuese destruida. Génesis. 19:24-25 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. Una vez que Lot estuvo fuera de la ciudad, sano y salvo, Dios destruyó a Sodoma y Gomorra. Tal como había destruido el mundo con el diluvio en los tiempos de Noé. Ahora el destruyó a estas personas malas, pero esta vez con fuego. Recuerde 2 Pedro 2:6 A través de convertir las ciudades de Sodoma y Gomorra en cenizas, Dios las usó como ejemplo para aquellos que viven sin Dios. La destrucción de estas ciudades debe ser un ejemplo de lo que experimentarán aquellos que viven sin Dios. Dios es fiel y nunca cambia, todavía es el mismo hoy. Odia el pecado y nadie puede escaparse de Su juicio. Génesis 19:26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal. Cuando los ángeles se llevaron a Lot, su esposa y sus dos hijas fuera de Sodoma, ellos les dijeron que no vieran hacia atrás, sólo que corrieran hacia las montañas. Pero la esposa de Lot lo hizo. Dios sabía lo que había en su corazón. Ella era como Caín. No confió en Dios y amaba los caminos pecaminosos de las personas de Sodoma, fue por eso que Dios la convirtió en una estatua de sal. ¿Por qué una estatua de sal? Porque el pecado endurece nuestros corazones. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. (Hebreos 3:12,13)
Posted on: Fri, 02 Aug 2013 19:06:47 +0000

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