Lección 9 Moisés el Libertador Éxodo 1 al 4 Hemos terminado el - TopicsExpress



          

Lección 9 Moisés el Libertador Éxodo 1 al 4 Hemos terminado el libro de Génesis con la vida de José. Vamos a continuar con el libro de Éxodo que significa “salir”. El libro narra como Dios sacó a su pueblo Israel de Egipto. Este maravilloso estudio requiere que tengamos presente lo siguiente: 1) La Biblia es una historia verídica. Los eventos de Génesis y Éxodo son mencionados varias veces a través de la Biblia y muchos de los detalles de estos dos libros han sido confirmados por descubrimientos arqueológicos. 2) Mantengamos nuestra mirada en lo que Dios hizo. Vamos a conocerle porque así como nuestras acciones revelan nuestro carácter, así las acciones de Dios revelan Su carácter. 3) Recuerde que Dios es el mismo hoy, nunca cambia. Dios es santo, todopoderoso, fiel, y soberano. Jacob y sus once hijos junto con sus familias llegaron a Egipto por causa del hambre. Jacob/Israel murió, pero José y los demás continuaron viviendo en Egipto, aunque el hambre ya había terminado. No regresaron a la tierra que Dios les había prometido a Abraham, Isaac, y a Jacob. Sin embargo, al paso de los años José y toda esa generación murieron en Egipto. Desde que llegaron a Egipto y el inicio del Éxodo habían transcurrido unos 350 años. Israel creció en número tremendamente. Éxodo 1:6,7 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. Los hijos de Israel crecieron en número rápidamente. También se enriquecieron. Tenían mucho ganado, cabras, y ovejas. Había suficiente pasto para sus animales. El rey también era bueno con ellos. Pero las cosas iban a cambiar pronto. Éxodo 1:8-11 Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: he aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés. ¿Quién estaba guiando a Faraón en este plan malvado? ¡Satanás! Recuerde, él odia a Dios y odia al hombre. Satanás sabía que Dios había prometido mandar un Libertador que le destruiría y que liberaría al hombre de su poder. También sabía que Dios había prometido que este Salvador nacería por medio de la nación de Israel. Génesis 12:2,3; 28:14,15. Satanás sabía que el Libertador sería un descendiente de Abraham, es por eso que quería destruir a Israel, porque ellos eran el pueblo que Dios había escogido para llevar a cabo Su plan en el mundo. Éxodo 1:11-22; Éxodo 2:1-4. El río era el último lugar donde abandonar al niño, pero sus padres confiaban completamente que Dios lo cuidaría. Éxodo. 2:5-10 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste. Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió. Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. Lo que Dios hizo: 1) Usó el mismo río para salvarle. 2) Su misma mamá lo amamantó y le pagaron por hacerlo. 3) Quien quería matar a Moisés, termina criándolo y educándolo. Es como si Dios hubiera dicho: Tú qué quieres destruir a mi Libertador, tendrás la tarea de criarlo en tu casa. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? (1 Corintios 1:19,20) Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. (1 Corintios 3:19) Dios tenía Su plan y primero prepararía a Moisés para el trabajo. El aprendió muchas cosas en la casa de Faraón, pero sobre todo, que el poder humano está limitado. (Hechos 7:22) La historia relata que los líderes egipcios recibían instrucciones especiales para leer y escribir, también entrenamiento en liderazgo doméstico y militar. Obviamente Moisés recibió esta instrucción en el palacio del Faraón. Como con José, Dios obró nuevamente dentro de una situación difícil; El cumplió Sus propósitos con Su pueblo. Dios es más grande cualquier persona o cosa incluyendo a Satanás. Nada, ni nadie puede detenerle en Sus planes. Éxodo 2:11-15 En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián. Los Israelitas fueron esclavos del Faraón y no podían escapar. Moisés hizo todo lo que pudo para ayudarles, pero fracasó. Ningún humano podría rescatar a este pueblo. Sólo Dios podía salvarles. Tal como los Israelitas fueron esclavizados por el Faraón, así nuestros antepasados, nosotros y todos nuestros hijos, nacimos bajo el cautiverio de Satanás. No podemos liberarnos de él; ningún maestro o predicador, ni ningún otro humano nos puede liberar. Sólo Dios nos puede liberarnos de la esclavitud de Satanás. Éxodo 3:1-3 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Esta zarza era ordinaria; la cosa extraordinaria era que ardía pero no se consumía. ¿Por qué? Porque Dios es todopoderoso. Nadie puede hacer las cosas que Dios hace. Tal como Dios estuvo en la zarza y la mantuvo sin que se consumiera, así fue con Israel, guardándoles para que no fueran destruidos. Satanás y el Faraón no podían destruir a los Israelitas mientras Dios estuviera con ellos. Éxodo 3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Moisés sólo quería ver qué pasaba con esa zarza, el no sabía que Dios estaba en la zarza. ¿Puede imaginarse cuan asombrado estaría él al oír la voz de Dios en medio de la zarza? Éxodo 3:5,6 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dios le dijo a Moisés que se quitara las sandalias ¿Por qué? El estar descalzo era una muestra de humildad y sujeción. Los esclavos siempre andaban descalzos. El Señor escoge a quien El decide para hacer Su voluntad. Cuando llega la hora que el Señor va a hacer algo, nadie puede detenerlo. Éxodo 3:7-10 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. Dios le dijo a Moisés que lo usaría para sacar a los Israelitas de la esclavitud en Egipto y llevarlos de regreso a la tierra que Dios había prometido a Abraham. Dios decidió usar a un hombre de 80 años que no quería la tarea. También recuerde que Moisés había fracasado una vez cuando trató de ayudar a su pueblo; él no estaba tan ansioso de hacerlo de nuevo. Éxodo 3:11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Moisés tuvo varias excusas para no ir: El respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte. Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. (Éxodo 3:12-14) Durante los tiempos bíblicos los nombres tenían un gran significado. El nombre de una persona enfatizaba alguna característica personal o cualidad. Por ejemplo, el nombre de Moisés significaba “sacar” porque había sido sacado de las aguas cuando la hija del Faraón lo halló. Dios no podía darse sólo uno o dos nombres. Era imposible porque Dios es tan grande. El es el Creador, Todopoderoso, Omnisciente, Fiel y Permanente, el Juez Poderoso y Vengador de todo mal, el Salvador Amoroso, Bueno y Benigno que sólo puede proveer un camino para salvar al hombre de Satanás, el pecado, y la muerte. El es todo esto, y mucho más. ¿Qué nombre se podía dar Dios que comunicaría a los Israelitas todas las cosas que hay que saber acerca de Él? Dios le dijo a Moisés que les dijera: YO SOY me manda. Este nombre incluye tanto que no podemos entenderlo completamente. Significa que Dios existe por Sí Mismo. Las primeras palabras en la Biblia son la clave: “En el principio, Dios.” Dios ya existía en el principio. El no tuvo un principio y no puede tener un fin. El nunca ha dependido ni dependerá de nadie. Sin embargo, todos dependemos en El. Tiene el control absoluto sobre la tierra, la lluvia, el viento, los ríos, la luna, las estrellas, el sol, etc. Todas las cosas están bajo su control. El es el gran YO SOY, EL TODOPODEROSO. Ni el Faraón, ni los egipcios y ni el mismo Satanás pudieron detener al pueblo de Israel cuando el gran YO SOY decidió liberarlos. Éxodo 3:15-18; Éxodo 3:19-20 Dios supo exactamente cómo iba a reaccionar el rey de Egipto. Dios conoce nuestros pensamientos, palabras, y acciones antes que las pensemos, digamos, o hagamos. El conoce toda nuestra vida desde nuestro nacimiento, nuestra muerte y hasta después de la muerte. En todo esto, Moisés todavía no estaba convencido, así que tuvo otra excusa. Éxodo. 4:1-5 Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Éxodo 4:10-12 Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. Moisés continuó con su negativa, no quería ir y por eso le dice a Dios: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. (Éxodo 4:13) Éxodo 4:14-20 y Éxodo 4:27-31
Posted on: Tue, 06 Aug 2013 13:16:23 +0000

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