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Lecturas del 11-9-13 (Miércoles de la Semana 23) y Reflexión del Evangelio SANTORAL: San Juan Gabriel Perboyre Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas 3, 1-11 Hermanos: Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, entonces ustedes también aparecerán con él, llenos de gloria. Por lo tanto, hagan morir en sus miembros todo lo que es terrenal: la lujuria, la impureza, la pasión desordenada, los malos deseos y también la avaricia, que es una forma de idolatría. Estas cosas provocan la ira de Dios. Ustedes mismos se comportaban así en otro tiempo, viviendo desordenadamente. Pero ahora es necesario que acaben con la ira, el rencor, la maldad, las injurias y las conversaciones groseras. Tampoco se engañen los unos a los otros. Porque ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus obras y se revistieron del hombre nuevo, aquel que avanza hacia el conocimiento perfecto, renovándose constantemente según la imagen de su Creador. Por eso, ya no hay pagano ni judío, circunciso ni incircunciso, bárbaro ni extranjero, esclavo ni hombre libre, sino sólo Cristo, que es todo y está en todos. Palabra de Dios. SALMO Sal 144, 2-3. 10-11. 12-13b (R.: 9a) R. El Señor es bueno con todos. Señor, día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. ¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable! R. Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. R. Así manifestarán a los hombres tu fuerza y el glorioso esplendor de tu reino: tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre. R. X Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26 Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: «¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! ¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán! ¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre! ¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas! Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas! ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!» Palabra del Señor. Reflexión San Lucas invita a todos los hombres , ricos o pobres, a transformar las estructuras de la sociedad, para que haya menos gente desfavorecida. Dice San Lucas, Felices ustedes que ahora pasan hambre, lloran, son despreciados. Se refiere a una situación concreta. Se refiere a hoy, ahora. Jesús nos invita a: - mirar nuestras propias miserias, nuestras pobrezas reales, nuestra hambre, nuestros llantos, los desprecios que sufro o he sufrido. y también nos invita a mirar a nuestro alrededor a quienes también sufren pobreza, llorar, sufren, son despreciados. Y después nos muestra la antítesis entre el presente y el futuro. Nos dice a cada uno. Ustedes que ahora tienen hambre, serán saciados.... Ustedes que llorar,.....reirán . Y el Señor nos llama felices, y nos pide gozo. Gozo en medio de la pobreza, de las necesidades cotidianas, en medio de los sufrimientos. Y después San Lucas nos relata cuatro maldiciones. Aquellos que el mundo estima, Jesús los llama pobres. La tierra no es el todo del hombre. El ¨tiempo¨no es el todo.....El Señor quiere que nunca nos olvidemos que HAY ETERNIDAD, y que el camino para conseguirlo son las bienaventuranzas, ser interiormente pobres, desprendidos. El pensamiento fundamental que Jesús nos quiere transmitir es este: "Sólo el servir a Dios hace al hombre feliz. En medio de la pobreza, del dolor, del abandono, se puede ser feliz. Y, por el contrario, el hombre puede ser infinitamente desgraciado aunque nade el la abundancia y tenga todos los bienes de la tierra. En este pasaje Jesús no nos dice que no debemos poner los medios para evitar la enfermedad, el dolor, la pobreza, la injusticia. El nos enseña que para alcanzar la felicidad debemos amar y cumplir la voluntad de Dios sobre nosotros. El error está en intentar a toda costa, como si se tratara de un mal absoluto, evitar el dolor o el sufrimiento y buscar el éxito humano como un fin en sí mismo. El mayor sufrimiento que causa el dolor se origina en no encontrarle un sentido. No saber porque se sufre, ni para que. El mundo no ha encontrado un sentido al dolor. Las bienaventuranzas que Jesús nos propone en el Evangelio no están reservadas para los sacerdotes o los religiosos, el espíritu de las bienaventuranzas es propio de todo cristiano, que quiere vivir en profundidad su fe. Jesús nos promete felicidad, si somos fieles al Espíritu cristiano. Pidámosle hoy a María que vivamos las bienaventuranzas Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Allí donde hay odio ponga yo amor. Allí donde hay discordia ponga yo unión. Allí donde hay error ponga yo la verdad. Allí donde haya duda que ponga yo la fe. Allí donde haya desesperación, que ponga yo esperanza. Allí donde haya tinieblas, que ponga yo la luz. Allí donde haya tristeza, que ponga yo alegría. Haz, Señor, que no me empeñe tanto en ser consolado, como en consolar; en ser comprendido, como en comprender; en ser amado, como en amar. Porque dando se recibe, olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado y muriendo a uno mismo se resucita a la vida eterna.
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 08:06:27 +0000

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