Lecturas del 29-7-13 (Lunes de la Semana 17) y Reflexión del - TopicsExpress



          

Lecturas del 29-7-13 (Lunes de la Semana 17) y Reflexión del Evangelio SANTORAL: Santa Marta Lectura del libro del Exodo 32, 15-24. 30-34 Moisés emprendió el camino de regreso y bajó de la montaña llevando en sus manos las dos tablas del Testimonio, que estaban escritas de un lado y de otro. Esas tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada sobre ellas era escritura de Dios. Al escuchar el ruido de las aclamaciones que profería el pueblo, Josué dijo a Moisés: «Hay gritos de guerra en el campamento.» Pero Moisés respondió: «No son cantos de victoria, ni alaridos de derrota; lo que oigo son cantos de coros alternados.» Cuando Moisés estuvo cerca del campamento y vio el ternero y las danzas, se enfureció, y arrojando violentamente las tablas que llevaba en sus manos, las hizo añicos al pie de la montaña. Después tomó el ternero que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta pulverizarlo. Luego esparció el polvo sobre el agua, y se la hizo beber a los israelitas. Moisés dijo a Aarón: «¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo indujeras a cometer un pecado tan grave?» Pero Aarón respondió: «Te ruego, Señor, que reprimas tu enojo. Tú sabes muy bien que este pueblo está inclinado al mal. Ellos me dijeron: "Fabrícanos un dios que vaya al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto." Entonces les ordené: "El que tenga oro que se desprenda de él." Ellos me lo trajeron, yo lo eché al fuego, y salió este ternero.» Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: «Ustedes han cometido un gran pecado. Pero ahora subiré a encontrarme con el Señor, y tal vez pueda expiar ese pecado.» Moisés fue a encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: «Por desgracia, este pueblo ha cometido un gran pecado, ya que se han fabricado un dios de oro. ¡Si tú quisieras perdonarlo, a pesar de esto...! Y si no, bórrame por favor del Libro que tú has escrito.» El Señor le respondió: «Yo borraré de mi Libro al que ha pecado contra mí. Y ahora vete. Lleva a este pueblo hasta el lugar que yo te indiqué: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el momento, los visitaré para castigarlos por su pecado.» Palabra de Dios. SALMO Sal 105, 19-20. 21-22. 23 (R.: 1a) R. Den gracias al Señor, porque es bueno. En Horeb se fabricaron un ternero, adoraron una estatua de metal fundido: así cambiaron su Gloria por la imagen de un toro que come pasto. R. Olvidaron a Dios, que los había salvado y había hecho prodigios en Egipto, maravillas en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo. R. El Señor amenazó con destruirlos, pero Moisés, su elegido, se mantuvo firme en la brecha para aplacar su enojo destructor. R. X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 31-35 Jesús propuso a la gente otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas.» Después les dijo esta otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa.» Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo. Palabra del Señor. Reflexión Entre los judíos, hablar del grano de mostaza, equivalía a decir que algo era tan pequeño que no tenía valor. Y Jesús se vale de esa idea para expresar, qué pasa con el Reino de Dios. El Reino de Dios comienza tan modestamente como el grano de mostaza, pero tiene suficiente fuerza y vigor para expandirse. Tanto el grano de mostaza como la levadura, son insignificantes en sus comienzos, son demasiado pequeños,... pero del grano de mostaza crece una planta robusta, que hasta puede dar abrigo a los pájaros. Y la levadura es un fermento, insignificante a la vista, comparada con la harina, pero que transforma, fermenta, toda la masa del pan. Dios quiere llegar al hombre a través de cosas sencillas, tan sencillas como el grano de mostaza, pero muchas veces los hombres, no entendemos los caminos de Dios. Caemos en el error de despreciar muchas veces las cosas pequeñas, pensando que Dios va a dar grandes comienzos y preparativos para sus obras. Todo lo contrario, cuánto mayor es la obra pretendida por Dios, más insignificantes suelen ser los comienzos. El Señor suele valerse de pequeños instrumentos, para alcanzar grandes fines. Y el Reino de Dios, pasa con frecuencia por momentos difíciles,... por fracasos -humanamente hablando-,... por persecusiones..., pero su éxito está asegurado, porque sólo necesita de la colaboración pequeña del hombre, todo el resto lo pone Dios. Cada cristiano, cada uno de nosotros, somos como ese poquito de levadura que es capaz de fermentar la masa del pan. Nosotros, somos capaces de ser levadura en nuestro ambiente, allí donde el Señor quiso que estemos en el mundo Y nos pide Jesús, que seamos un fermento bueno, que seamos fermento del bien, fermento que traiga al mundo a Cristo, su vida y su evangelio. Nuestra vida debe irradiar a Cristo, para que en el mundo podamos ser el fermento que Él necesita para hacer crecer su Reino. Pero somos débiles y tenemos muchas fallas. Debemos luchar para ir vaciando nuestra alma de todo lo que nos aleja de Jesús, para que poco a poco nos llenemos de Él y podamos trasmitirlo al mundo. Le decimos hoy al Señor, que queremos ser sus instrumentos, que queremos ser esa levadura buena que desde dentro transforme nuestro ambiente, que nos dé el valor y la fuerza de cambiar todo lo que sea necesario para cumplir con la misión que pensó para nosotros
Posted on: Mon, 29 Jul 2013 08:04:05 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015