Leer y escribir puede reducir nuestra sensación de aislamiento. Cuando los escritores nos hacen sacudir la cabeza con la exactitud de sus palabras e incluso nos hacen reír de nosotros mismos o de la vida, se restaura nuestra humanidad. Se nos ha dado la oportunidad de cambiar el mundo en una simple hoja de papel o de al menos de convivir con el abismo de la vida, en vez de ser aplastado por ella una y otra vez. Es como cantar en un barco durante una terrible tormenta. No se puede detener la tormenta, pero el canto puede cambiar el ánimo de las personas que están juntos en ese barco a punto de naufragar. Os cuento todo esto porque este fin de semana me preguntaron si valía la pena el incontable tiempo que paso escribiendo o leyendo en la soledad de mi cuarto. Quedé muy tocado, pero después de reflexionar os puedo decir que en ningún caso estamos solos cuando pasamos el tiempo entre libros o sentados frente a la máquina de escribir. Y también creo que no tengo un problema, creo que el problema lo tienen las personas de mi alrededor porque no me entienden. No entienden que vivo mejor en las palabras. Eso es todo.
Posted on: Mon, 04 Nov 2013 20:08:33 +0000