Les comparto este pequeño cuento que escribí la otra vez. Richard Dabavil "La metamorfosis de la metamorfosis" Cuando Gregorio Samsa despertó aquella mañana después de un sueño agitado, descubrió que se había convertido en un despojo humano, se encontraba desnutrido y con la barba crecida sus cuencas estaban hundidas y su piel tenía un tono pardusco, se miro al espejo y práticamente no se reconocía. En su mente daban vueltas cientos de recuerdos y fragmentos terrorificos de días pasados. Seguramente se deben a las alucinaciones que he tenido, es imposible que yo hubiera sido un insecto -se dijo a sí mismo- esas cosas sólo ocurren en los cuentos fantásticos. Su cuarto estaba oscuro y flotaba en el ambiente un olor nauseabundo, busco sus ropas en la entre las sombras y a duras penas logró encontrarlas, se sentía mareado y confundido, por lo que decidió marcharse rápidamente para dirijirse a la calle, necesitaba ver la luz del sol. Las preguntas invadían su cabeza, ¿porque estarían tapiadas las ventanas de su cuarto?, queria respuestas y encerrado en su casa no las hallaria. Camino durante varias horas sin rumbo definido hasta que se detuvo en una pequeña plazoleta y se sentó en un banco a esperar, no sabía que era lo que esperaba, pero allí se hallaban el y sus miles de pensamientos. Un joven que pasaba por el lugar al ver el aspecto demacrado de Gregorio se le acercó y le pregunto sí se sentía bien o necesitaba algo, necesito respuestas -le contesto Gregorio- ¿Cual es su nombre? -le pregunto el joven- Me llamó Gregorio Samsa -contestó el- El joven abrió sus ojos como demostrando un gran asombro. Debe ir usted a ver al doctor Kafka -le dijo el joven- el sabrá que hacer con usted, vive sólo a dos calles de aquí. Gregorio agredecio al joven por su preocupación y le pregunto cual era su nombre. Me llamó Richard Dabavil señor -le respondió este- Gregorio se marcho y aún sin saber porque se dirijió a la casa de ese doctor llamado Kafka, tal vez este podría darle una solución o alguna explicación sobre sus extraños recuerdos. Llego al lugar y llamó a la puerta de la antigua casa, lo atendió un hombre de prominentes orejas y cabello peinado al medio ¿que desea? -pregunto Kafka. Buenas tardes -respondio Gregorio- discúlpe que lo moleste, mi nombre es Gregorio Samsa y venia... -Kafka lo interrumpio y exclamo- ¡No puede ser verdad! y lo miro con ojos desorbitados por el asombro. Gregorio le devolvio la mirada extrañado y le pregunto: ¿me conoce usted acaso? Sí -le contesto Kafka- a lo que añadio: no deberías estar aquí o sea tú estas... ¿Que estoy que señor? -pregunto Gregorio- Estas muerto -exclamo Kafka- te convertiste en un insecto y luego moriste, yo lo escribí, tú no eres más que un personaje de un cuento mío. Gregorio lo miro aterrado y le dijo: ¿acaso usted está loco? ¡Yo soy una persona real! ¡que son estas tonterías que dice! No son tonterías, es la verdad -respondio Kafka- Gregorio lo miro como quién mira a un loco y le dijo : doctor está usted enfermo, debería buscar ayuda con un profesional. Acto seguido Gregorio se marcho sintiéndose mas aliviadó por darse cuenta que existía gente aún más trastornada que el. Kafka se quedó atónito mirando como su creación se marchaba, estaba a punto de cerrar la puerta cuando el joven llamado Richard se acercó corriendo y lo detuvo ¡Doctor kafka espere usted! -le dijo- debo decirle algo. Kafka lo miro y le pregunto que deseaba. Yo lo traje a la vida -le contestó el joven- yo traje a Gregorio Samsa aquí nuevamente. Kafka -lo miro extrañado y le pregunto- ¿como fue posible hacer eso? A lo que el joven respondio : del mismo modo en que usted lo mató doctor, escribiendo... Richard Dabavil
Posted on: Wed, 24 Jul 2013 22:53:52 +0000
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