Libro: VIDA DE MARIA JOAQUIN TRINCADO PUNTO CUARTO EL AMOR DE - TopicsExpress



          

Libro: VIDA DE MARIA JOAQUIN TRINCADO PUNTO CUARTO EL AMOR DE MARÍA. Dicho está en todo lo que antecede el grado de Amor de nuestra Madre, pero aunque sea repitiendo, es de Justicia este punto final porque el Amor sólo, ha sido el arma con que ganó todos sus blasones. María en su Amor no reconoció limite en todas sus existencias y todo lo sacrificó al Amor a la humanidad en todas esas grandes misiones de cada lucha, y digo lucha porque María ni los Misioneros para su elevación a mayor grado del que el hombre es capaz de alcanzar en la Tierra, no necesitaban la prueba de la existencia en la Tierra, porque a ella vinieron para redimirla y por lo tanto traían todos losVida de María -66- arrestos necesarios para arribar al Juicio Final y luego de establecer el reinado del Espíritu, bajo el régimen único y universal que es la Comuna, con el solo credo Espiritismo y el sólo nombre adorado en Espíritu y Verdad del gran Eloí. Si meditáis un momento en los hechos de cada una de las existencias de nuestra Madre que os he dejado anotadas, iréis aumentando el caudal de amor humano de unos a otros hechos hasta llegar al colmo de la medida en el calvario donde se laceró su alma con el mayor de los sacrificios, pero hay que hacer una observación en este caso, para hacerla resaltar como Mujer y Madre y la observación es que se resignó y si le hubiera sido dado estorbar el martirio, lo hubiera hecho por las dos máximas razones de Madre y cabeza de los Misioneros y ya os he dicho que se valió del medio más poderoso que hay para desviar al hombre del peligro, que es el Amor de una mujer y María le puso por delante a Jesús a María de Magdala que lo amaba con toda la intensidad con que puede amar una mujer, y en la mujer está el grado máximo del amor posible a los seres humanos por afinidad, que sólo puede superarlo el Amor de Madre. No he de buscar ya ningún motivo más que os revele el grado de Amor de María y su Poder, porque en todo lo expuesto está dicho y aquí yo no hago más que relatar los hechos en su naturalidad y sencillez, porque el Amor de María no necesita de frases pomposas, ni moños de cintajos, para resaltar por sobre todos los seres de la Tierra y porque quiero que las madres, por el Amor de ellas, deduzcan el de María Esposa y Madre, a la vez que cabeza de Misioneros y tronco del árbol regenerador del mundo Tierra, que son los 29 Misioneros, que cada uno ha dado un fruto de 70 mil millones de seres regenerados, cuyo amor sumado es el Amor de María, y cuidado que en la historia hay ejemplos de Amor de grado superlativo, entre cuyos protagonistas está Teresa de Ávila, conocida por Teresa de Jesús. ¡Teresa! ¿Por qué llegas a mi pluma en la última página de la historia de mi Madre? Habla por ti misma hermanita y dime, ¿por qué si has callado en el curso de esta reseña te presentas a escena al momento de firmar estas verdades?, dejo mi mano a tu influjo, muévela y escribe el motivo... "Perdóname Maestro, era mi deber, porque si yo cuando Iris fui la espina más punzante del corazón de la madre de Antulio, como Teresa soy el último florón de su corona de amores y ella María mi Madre imprimió en mí parte de todo su Amor, todo el que en mi espíritu cabía y pude llegar por la lucha y por la ayuda vuestra, que miles de veces me encontrasteis en el camino y me ayudasteis hasta llegar a mi amado, el que al caer por la cicuta, fruto de la veleidad de Iris, me dijo: "Te perdono", palabra que hirió mi conciencia hasta que pude llegar a ser el racimo último y agregado a la gran cepa de los bellos frutos y descansar ya en mi amado Jesús..., por lo que si algo soy, si algo amo, amo y soy por María, por vuestra Madre, por mi Madre y me gozo en ser el último florón de la corona de María y Reina del Amor". Teresa de Jesús. Tienes razón Teresa, eres un racimo agregado a la gran cepa y pues el mundo te conoce y te canta por error, la enamorada de "Cristo", de hoy en más te conocerán amada y enamorada de Jesús, pues pudiste llegar a hacer el número 30 de la familia y aunque después del Juicio, en los Consejos del Padre y Consejera del Tribunal, y lo voy a decir al mundo, en tu presentación al Tribunal con tus mismas palabras, para que ya seas el último florón de la corona de amores de María, por tu grandeza y poder conocido y dado a ti en la Tierra por los hombres, aunque desfigurado, cómo todo lo desfiguraron, para que comprenda el mundo y admire la grandeza del total por la comparación de la grandeza de Teresa, último florón de la corona, de María. Consejo del 23 de Noviembre de 1.912 Presentándose un hermano con gran emoción y con el acompañamiento de los Consejeros dijo: Por fin... gracias a todos pude llegar al lado de mi amado... No era Consejera, yo trabajaba y una sola vez pude entrar en el Consejo; pero pedía un puesto en el lugar de trabajo, y porque mi amado está en él y porque todos habéis tirado de mí, logré hoy mis aspiraciones; fui admitida en el Consejo del Padre en la Tierra, el que se formó para juzgar a los vivos y a los muertos, como mi amado había dicho y ya veis... ¿cómo no ha de ser grande mi emoción al encontrarme al lado de mi amado y presidida por el Maestro de este Consejo, formado ya en Tribunal para las cosas de la humanidad, de la Tierra "In eternum?” Gracias a todos, ya estoy cerca de mi amado. Corrí y trabajé largos siglos oyendo siempre de mi amado, "en el porvenir nos uniremos" y ese porvenir me mantenía en la esperanza. ¿Qué sería del hombre en el mundo si perdiera la esperanza? La esperanza es el Amor que dilata, es la fuerza para la lucha, es la resignación en los infortunios y es la balanza de la vida de los seres ¡Bendita esperanza!, por fin mis anhelos son coronados, por fin mi esperanza se realiza, estoy al lado de mi amado tras del que tanto corrí; soy Consejera en el Tribunal que ha recibido al espíritu de Verdad al que mi amado anunció y que no podía venir porque no estaba hasta ahora el hombre que lo podía recibir y entender y cuando el hombre llegó y compuso el Tribunal Juzgando primero al Maestro Jesús en cuyo Tribunal quedaba como Consejero y Hermano Mayor Espiritual por afinidad, sólo entonces ha podido venir el que guarda los secretos del Padre y por mi amor al hombre y su Tribunal que justificó el primero a mi amado, pedía el Ancla Salvadora; yo necesitaba llegar a mi amor y el que lo juzgó me mandó en el día de las palmas a acercarme y abrazarme al que veía y no alcanzaba y por fin habéis tirado todos de mí y la Madre Amada era mi alcayata y hoy... soy a su lado en el Tribunal y para siempre. Mas es tal la emoción que se siente al recibir la confirmación de Consejero, que mi Espíritu no conocía goce tan grande, porque sólo una vez llegué al Tribunal y ésta era para justificarme antes del día de la Justicia, donde hube de recordar mis anhelos y mis ansias, mis sufrimientos y esperanzas de cuando vine la última vez a la Tierra, siguiendo siempre mi afán y porque entonces era llegado el día de que se descubriera la tierra de promisión, y era la América y en ella se reunió el hombre con su Tribunal en el día de la Justicia y en ella ha recibido al prometido Espíritu de Verdad, que sólo él podía recibirlo después de justificar al Maestro Jesús y heme aquí formando parte con él, de los Asesores del Juez, del que temían mistificadores y traficantes de cosas Santas; del que siempre diera la Ley y la Luz que yo veía en esos artefactos por los mundos de Luz, por credencial de su mandato y... ¡Oh, mundo feliz de mis luchas! Glóriate en el Juicio del hombre que te sentenció en Justicia Divina; ya te llega en unos días más la Luz de tu misma vida, en estos artefactos hechos ya en la Tierra, como yo los veía en mis viajes por los mundos donde podía llegar. Vine cuando se descubría la Tierra de Promisión y nací en aquella tierra noble, donde la Doctrina de mi amado, hasta entonces más pura que en parte alguna, porque la llevaron su hermano y la gran Madre y yo traía el archivo para rememorarla en el momento más tremendo en que se trataba de anublarla, por que sus Reyes se plegaron al Catolicismo obligados también por la fuerza del Monstruo Supremático, pero su poder bruto era tal que sólo la nobleza de mi hogar no les permitía anularme, pero las conveniencias para poder decir algo de lo que traía hubieron de cubrirme con el hábito de monja y bajo aquel hábito estaba el Archivo para rememorar las palabras de mi amado, mas mis escritos cayeron bajo el lápiz de la tiara y el fuego consumió el alimento del Espíritu que en sus páginas dejara. Mi dolor grande me consumía aún más que las calumnias y buscaba a mi Amor y le veía y le preguntaba, ¿para qué hacemos templos y conventos? "Para acabar antes con las fuerzas del monstruo - se me decía- ahí el reinado de la concupiscencia acabará sus fuerzas." Y yo levantaba más conventosVida de María -68- para gastarles más oro, para dar trabajo al obrero, para quitar al supremático oro que era su fuerza porque era su Dios, y el que llegaba a manos del trabajador, ese no se gastaba en bacanales y los conventos son la sepultura de la Bestia cuya cabeza es la Tiara; .. ...la voz que me hablaba se cumple. El pueblo era entonces y lo es hoy, la fuerza centrífuga que se escapa del centro de la centrípeta ciega, que es de corrupción en el globo por el supremático y había que sostener aquellas fuerzas para que no perdieran las esperanzas y el medio era hacer conventos y templos, gastar oro para que fuese a manos del que lo produce, preparándole así la sepultura al Detractor. Esto me daba algún consuelo en mis amarguras, pero vi en aquellos claustros la tiranía, la corrupción más espantosa y me veía apurada para que en mi presencia no se ultrajase mi AsiloConvento, que para ser respetada, por derecho, lo hice de mi propiedad y a la mujer pertenecía según la Ley. Pero si mi materia se libró y mis ojos no presenciaron los actos bestiales de los secuaces de la Tiara, mi Espíritu presenciaba la corrupción y la depravación con las enclaustradas, que ya describí cuando me fue permitido rememorar y dictar mi vida de Espíritu. Vi también la debilidad de los Príncipes y Monarcas a las intrigas y Cruzadas de la Tiara y parecía que aquel coloso no caería; pero se descubrirá la Tierra de Promisión adonde irían lo que comulgaban con los principios de Libertad y aquí en América los expatriados en voluntad se reunirían para quebrar al monstruo, como en voluntad se expatriaron de un mundo mejor, para salvar a sus enemigos. Y hoy son los mismos que están en la batalla después de haber refundido en su raza a la primitiva y hoy toda la Tierra es cubierta por la raza reformada y sólo queda la menguada supremacía encerrada en los claustros que les sirven de sepulcros. Veo en mi Espíritu como vi en materia que son los mismos detractores, que con palabras hipócritas y presentándose harapientos y miserables, envenenan el sentimiento y sólo siguen el deseo del oro, no importándoles el medio cómo lo han de conseguir. Pero tras aquella noche del tiempo de mi existencia en la noble España, anunciaba la aurora de un nuevo día, en el que el Padre se reconoce como el único Sol Creador y lo saluda el hombre a la luz del día, garantido por la Libertad conquistada, porque el Juez le entrega un Código de Luz para el Espíritu y la credencial de Luz que dará vida a los cuerpos y expansión a las almas y ya el no sucumbirá aplastado en las minas y sus brazos no serán débiles ejes de las ruedas del progreso, porque estos artefactos llevan la Luz para anular la oscuridad en unión de la nueva Luz que llega de los Mundos y el día del Espíritu renace para no oscurecerse más. La Tierra se transforma; la lucha del Juez y su Tribunal es titánica y aunque la conmoción del mundo es tan grande que parecerá por un momento que ha de verse envuelto el poder de este Consejo, su pacificación instantánea se hará y no es obra que os pertenezca por lucha al Tribunal, porque el Pueblo espera la consigna y el Pueblo es Soberano (quita y pone Rey) y ahora sólo ve y sólo quiere el Rey del Amor alumbrado por la Luz del Código y la materia por la Luz de la Credencial. Aquel porvenir, que siempre mi amado me decía y parecía no llegar, ha llegado y todo queda completado aun con mi ascensión a Consejera, porque la Ley es tan justa que nada deja de cumplir. Pero sólo podía ser hoy, que la Tierra es jardín de bellas y olorosas flores; es cierto que él (Divino Maestro), y permitidme esta frase no porque sea Divino, sino porque sale de la explosión de mi Amor, es cierto que el trazado jardín se ensanchaba pero no había jardinero que lo dirigiera, y el Espíritu de Verdad no podía sembrar las plantas aromáticas sin que el jardinero fuese experto para cultivarlas y hacer que las flores no se marchitaran.
Posted on: Sat, 07 Sep 2013 22:36:05 +0000

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