Lo que parece irrelevante Por: Jaime Ascencio No es irrelevante saber que las redes sociales se han convertido de un día para otro, en nuestros más cercanos vecinos porque tendemos a establecer “pláticas”, “conversaciones” y “relaciones” con nuestros semejantes. Han quedado a miles de kilómetros las tertulias que constantemente sosteníamos con los vecinos de carne y hueso porque el teléfono o la computadora lo es todo. Un escenario que el sólo imaginar aterra. Quien quita que a futuro encontremos a cada ser humano sumido en su mundo con su propia gente con la que interrelaciona pero, distante de los encuentros que se necesitan para hacer vivible esta existencia. Es decir, habrá millones de gentes comunicadas pero al mismo tiempo incomunicadas. Hace un par de años vi el fruto de estos empeños en los que nos embarcamos. Se trataba ni más ni menos que de una pareja de jóvenes, que por la red internet y a través de las redes sociales, establecieron un vínculo amoroso. Ese día, desafortunadamente, el fruto de ese amor sin amor, había caído en enfermedad y era menester darle los cuidos necesarios, se trataba de una pequeña niña en ingresada en el Hospital Bloom. No había donde extraviarse. Los jóvenes no se comprendían en la vida práctica, la que demanda grandes esfuerzos de comprensión y sacrificio. Nunca pensaron, imagino, que aquella ingenuidad de lanzarse dardos amorosos los llevara tan lejos. Había nacido un hijo pero no sabían como encarar la situación pues amor real no existía. De Hecho, enfrentaban la dificultad de comunicarse como personas, cada quien hacía lo que creía conveniente y aunque eran una sola carne, bogaban en el barco de la vida con rumbos distintos y con intereses distintos. Dos seres vivientes, muy compatibles en el mundo de las redes sociales, se veían solos, abandonados y sin una pizca de entendimiento en la vida real. Y si a esto agregamos el hecho que la mayoría de “conversaciones” transitan por lo trivial, por lo sin sentido. Quizá por ello las redes sociales como Facebook, se han vuelto monótonas, porque el uso que debería dárseles está ausente en las relaciones que entablan los seres humanos. Es común encontrar “amigos” que sepa dios de quien se trata. De gente que le dice a uno “me gusta” a determinados contenidos, sin apenas leer de qué se trata. Para mucha gente hacer click en la computadora resulta más cómodo que estrechar la mano a una persona de verdad; hasta por motivos de seguridad dirán algunos es mejor, pero en el fondo, no hacen más que ensanchar el vacío a que nos someten las redes sociales. Si a usted le parece irrelevante lo que nos sucede, piénselo dos o más veces; una palabra recibida es un millón de veces mejor que una palabra escrita; nos brinda seguridad y la certeza de que no estamos solos, ni aislados.
Posted on: Wed, 31 Jul 2013 19:06:52 +0000
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