Lo que se está dando, en estos días, es la reacción asqueada de - TopicsExpress



          

Lo que se está dando, en estos días, es la reacción asqueada de los que coinciden en tenerle asco al peronismo. Paradójicamente, por más repugnancia que los repugne, se la aguantan con tal de coincidir en el mismo sentido de repugnancia porque creen haber hallado en el en el seno del propio peronismo la opción al Gobierno de Cristina. Sin nada de Carrió, nada de Binner, muy poco de Macri y con los radicales que siguen sin dar pie con bola, para las corporaciones multinacionales y los sectores sociales pro imperialistas, Moyano y Scioli se han constituido, junto al siempre dispuesto José Manuel de la Sota, en los aliados que estaban necesitando: Scioli es el dialoguista, Moyano el garrote y de la Sota el soporte ideológico que al gorilismo le provoca la ilusión de un revanchismo salvador. El olor a sangre atrajo a los grandes medios, que, como “por afuera” no pasa nada, se regocijan agigantando en las pantallas de TV y las tapas de los diarios los remezones surgidos en el peronismo. De todas maneras, aun cuando el “optimismo” de la opo sea desmedido, y pueda ser discutible si Scioli cometió o nó un error táctico al autoproclamarse eventual candidato a presidente, lo cierto es que el Gobernador de Buenos Aires aparece como potable y De la Sota, fervoroso defensor del bolsillo de las patronales, no deja de aspirar a la Presidencia desde que Duhalde lo desechó como candidato en el 2003 y ahora aparece como “posible”. Lo de Moyano, aunque algunos (propios y extraños) intenten ponerlo en un pié de igualdad, es distinto: Todo paro tiene un contenido político y más aun los generales o extendidos, por lo que descalificar al Camioneros por esa redundancia es indebido, ya que en las democracias del siglo XXI los políticos están en campaña permanente y nadie debería entonces horrorizarse ante esta corroboración. Más atinado sería preguntarse si el enfrentamiento del Secretario General de la CGT con el gobierno es extemporáneo o desproporcionado, por cuanto es exótico dudar de que tanto él como la Presidenta son peronistas, aun cuando a diferencia de Perón ninguno de los dos son proclives a “abrazar Balbines”. Lo concreto es que la ausencia de novedades profundas no significa dejar de prestarle atención a los eventuales movimientos opositores. Prestarle atención, no preocuparse. Porque ni Moyano ni Scioli ni De la Sota representan una acechanza grave que ponga en riesgo el liderazgo de Cristina. Moyano estaría frente a una paradoja: se pelea con un gobierno con el que tiene muchas afinidades en lo social y económico y se amiga con dirigentes cuyas políticas siempre criticó. Scioli estaría en similares condiciones: el sector del electorado que eventualmente lo apoyaría es el que menos quiere a Moyano y serían los primeros en quitarle su apoyo para ir tras el “muleto” Sergio Massa. . En cuanto a De la Sota, aunque todavía cuenta con el respaldo político de las multinacionales y usufructa el dinero de los cordobeses para financiar costosísimas campañas publicitarias en provecho propio, el lugar que ha ocupado en el peronismo junto a Duhalde durante el menemato, si es que aún existe, en el mejor de los casos ya no es el mismo, principalmente porque la Casa Rosada tomó debida nota de cuando en el 2011 “el Gallego” intentó crear el cordobesismo, y además tiene en su contra que las dificultades por la que atraviesa su provincia son cada vez más evidentes y seguro deberá acudir a la Nacion para que le saque las papas del fuego, cosa que tal vez logre pero no sin salir chamuscado por ello. Como sea, por acción propia u omisión ajena, está claro que la Presidenta sigue siendo apreciada como la única figura capaz de ejercer el comando del país. Distinto es si se habla del FPV como fuerza nutriente y movilizadora que asegure el rumbo iniciado por Kirchner en 2003. Si bien no es cuestión de obsesionarse, determinar quién expresaría mejor la continuidad del modelo no da para hacer la plancha: Alguien similar a Cristina es bien difícil de conseguir y depende de ver andar los pingos mientras no se pierda de vista que andarán según sea el sustento entusiasmante que provea el oficialismo. Pero hay tiempo. Ni mucho ni poco. Lo importante será no echarse panza arriba por el solo hecho de que los contendientes no alcanzan para juntar un equipo de fútbol de salón y además son malos jugadores.
Posted on: Wed, 18 Sep 2013 13:45:38 +0000

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