Los anarquistas atacan, y la SSPDF responde peor: con policías - TopicsExpress



          

Los anarquistas atacan, y la SSPDF responde peor: con policías ilegales vestidos de civil, y hasta balas de goma Por: Linaloe R. Flores / Shaila Rosagel / Estefanía Camacho Jiménez / Marco Antonio Martínez Foto de Francisco Cañedo de SinEmbargo que muestra a civiles realizando detenciones. En esta foto también se muestra a civiles haciendo detenciones. Imágenes de varios medios identifican al hombre vestido de chamarra azul participar en varias de las detenciones más violentas. Elementos capitalinos utilizan balas de goma a pesar de que el GDF lo negó. – Grupos de anarquistas repitieron ayer miércoles la dosis: atacaron durante una manifestación convocada para ser pacífica y sin rostros cubiertos, pero la policía capitalina respondió con niveles de violencia que, de acuerdo con activistas, exhibe su falta de preparación para garantizar la seguridad de la ciudad. Organizaciones civiles denunciaron y documentaron que la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) cometió excesos e incluso utilizó de manera ilegal a policías vestidos de civil para infiltrar, someter y arrestar a manifestantes. También acusaron a la dependencia de utilizar métodos extremos sin cumplir con protocolos internacionales que se usan para estos casos. La marcha de ayer conmemoraba el 45 aniversario de la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968. Pero quedó marcada por el signo de la violencia que desde el 1 de diciembre –día de la toma de posesión presidencial– han tenido las manifestaciones en la Ciudad de México. La marcha de recuerdo por los caídos en este Día de Luto Nacional arrojó ayer decenas de detenidos y 32 policías lesionados durante enfrentamientos entre el cuerpo de Granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública y grupos autodenominados como “anarquistas”. Los manifestantes violentos usaron gas lacrimógeno, petardos, piedras, palos, botellas y bombas molotov contra los agentes. Dos de ellos resultaron quemados, de acuerdo con el reporte. Sin embargo, según constataron diversas organizaciones civiles, la policía también recurrió a usos poco ortodoxos. Un grupo de policías vestidos de civiles se infiltraron en la marcha y realizaron detenciones de manera arbitraria. Hay reportes y fotografías de golpeados durante los traslados. El activista Jesús Robles Maloof dijo a SinEmbargo que fue testigo de que la Policía del Distrito Federal operó a través de policías vestidos de civiles. “Lo vi con mis propios ojos: estábamos Daniel Gershenson y Carlos Brito y vimos cuando empezó a desplegarse un grupo de agentes por Avenida Reforma vestidos de civiles. Traían radios y gorras. Yo caminé hacia la Glorieta Colón y vi cómo auxiliaban a los granaderos heridos y también vi cómo los que estaban vestidos de civiles detenían gente y se los entregaban a los uniformados”, dijo. El activista que ha dado seguimiento a las detenciones de personas durante las manifestaciones en el Distrito Federal, aseguró que interpondrá una denuncia formal por los hechos que presenció ayer. “Está prohibido por la Ley mexicana realizar detenciones por la policía de esa forma. Tienen que estar plenamente identificados. La Constitución faculta a las personas a realizar una detención en la flagrancia de un delito pero no en una manifestación. Estas fueron detenciones arbitrarias, quienes autorizaron tienen responsabilidad civil, penal y administrativa”, dijo Maloof. Reveló que también vio a personas jóvenes lanzar piedras a los granaderos. “Los que vi no estaban encapuchados, pero traían un paliacate en el cuello”, dijo. Muchos de los arrestados fueron golpeados antes de ser trasladados a vehículos oficiales, de acuerdo con las distintas denuncias. Según reportes de SinEmbargo, dos hombres vestidos, uno con camiseta verde militar y el otro con un chaleco del mismo color, aprehendieron a un joven violentamente. Lo jalaron de los cabellos y lo arrastraron desde Avenida Reforma hasta la calle Bucareli mientras lo golpeaban a puñetazos. “¡Yo soy de ustedes, suéltenme!”, gritaba el joven mientras los civiles los arrastraban. “¡Entonces ya párate!”, le contestaron sus atacantes mientras le seguían pegando. TAMBIÉN USARON BALAS DE GOMA Foto difundida ayer en redes sociales por Anonymous. Sería de dos heridos por balas de goma La organización internacional Artículo 19 dijo que policías capitalinos usaron balas de goma en contra de manifestantes, durante la refriega que se desató entre anarquistas y granaderos en la marcha del 2 de octubre. Citó dos casos concretos y dijo que los tienen documentados. Darío Ramírez, jefe de la oficina en México de la organización, explicó a SinEmbargo que a través de la red de corresponsales que se armó para la cobertura de esta manifestación (denominada en redes sociales como #RompeElMiedo) se tuvo conocimiento de que los dos casos se dieron durante los dos y tres enfrentamientos en la glorieta conocida como “del Caballito”. Un paramédico, dijo, atendió a los dos heridos de bala de goma. Ambos tenían disparos en el pecho. “El uso de balas de goma es desproporcionado”, dijo Ramírez. “De acuerdo con protocolos internacionales, las autoridades están obligadas a primero contener una manifestación violenta; ya en segundo término, si esta primera medida no funciona, puede hacerse uso racional de la fuerza. El uso de balas de goma es para un un escenario de muchísima violencia; esta manifestación estaba muy contenida, incluso geográficamente. El uso de balas de goma debe ser siempre un último recurso”. “Condenamos el uso de la violencia, sin que importe de quien venga. DEFENSORES TAMBIÉN RESULTARON LESIONADOS Victor Hugo Carlos Banda, defensor de derechos humanos por parte del Centro Prodh Juárez, fue golpeado y encapsulado al querer registrar una detención arbitraria que sucedió a las 7 de la noche, cuando la mayoría de los contingentes ya se encontraban en el Ángel. Aproximadamente 200 granaderos resguardaban las inmediaciones del Hotel Fiesta Americana en Reforma, el hotel Meridien, el Sanborns que se encuentra bajo éste, la Torre Contigo y un Banamex, cuando unos tres policías persiguieron por un tramo a un joven de playera blanca. Al ser alcanzado comenzó a ser golpeado con macanazos. “Simplemente me acerqué a preguntar por qué estaban deteniendo a alguien más y no había ninguna razón”, dijo Víctor Hugo Carlos con la ceja abierta y un golpe en la mandíbula. “Mi compañero trató de documentar gráficamente lo que había sucedido y en ese momento los policías encapsularon a mi compañero, lo empezaron a golpear también adentro de ese círculo” aclaró Quetzalcóatl Fontanot, quien también se quejó que lo golpearon al exigir que liberaran a Víctor Hugo. “Claramente una agresión contra monitores de derechos humanos, claramente identificados”, remató. Los cuatro monitores afirmaron que harán una valoración y buscarán pronunciarse ante estos abusos. UNA PROTESTA VIOLENTA Manifestación de 2 de octubre. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo La protesta se distinguió por la violencia que se suscitó desde las 5:00 de la tarde, cuando un grupo de al menos hombres con el rostro cubierto con paleacates negros y rojos se enfrentaron con granaderos en Avenida Hidalgo a la altura de Palacio de Bellas Artes. Pronto la violencia se extendió a otros puntos como en el cruce de las avenidas Juárez y Reforma –frente a la estatua del “Caballito”– y en la Iglesia de San Hipólito. Los encapuchados lanzaron petardos, piedras e incluso gas lacrimógeno; también fueron lanzadas botellas y hasta adoquines que fueron desprendidos de las calles. El grupo iba en la mitad del contingente que había salido a las 16:00 horas de la Plaza de las Tres Culturas y en ese punto, era posible tomar una de las calles que conducen a la plancha capitalina, como Tacuba, Cinco de Mayo o Madero. El despliegue de granaderos impidió el avance del contingente no sólo con vallas humanas sino con la expansión de gas lacrimógeno que, según explicó Héctor Serrano, secretario de Gobierno del Distrito Federal en entrevistas en la radio y la televisión, tiene la utilidad de dispersar y contrarrestar el humo que ocasionan los petardos. Era fácil emular la escena del 1 de diciembre cuando los grupos de jóvenes con el rostro cubierto rompieron los cristales de los hoteles de Avenida Juárez y pintaron las estatuas de la Alameda Central, aquella vez cuando 46 jóvenes resultaron detenidos. Ayer, esos hoteles permanecieron resguardados por los granaderos. A la altura del Caballito de Sebastián, frente a la Lotería Nacional, una tienda Oxxo fue saqueada. El grupo que lo hizo decidió no identificarse. Las pintas no fueron evitadas. Varios edificios de Reforma, así como la fuente antes de la Glorieta de Colón, quedaron rayados. Una parada de autobús, cerca de Bucareli, fue destruida por completo. Los anarquistas no cesaron de lanzar piedras, palos, botellas, gas pimienta y petardos mientras avanzaban por Reforma. Al arribar al templete improvisado en el Ángel de la Independencia, Félix Hernández Gamundi, integrante del Movimiento del 68, pidió la desaparición del Cuerpo de Granaderos y criticó el “secuestro” del Centro Histórico, luego del desalojo de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) el 13 de septiembre. En el 45 aniversario de la masacre estudiantil de 1968, en la que murieron cientos de estudiantes a manos de soldados del Ejército Mexicano y francotiradores, Hernández Gamundi dijo que los bloqueos protagonizados por granaderos en algunas calles que dan acceso al Centro Histórico, le recuerdan los años previos a 1968. “Antes de 1968 era imposible utilizar plazas y espacios públicos para manifestaciones”, dijo al pie del monumento, ante distintos contingentes, lo mismo de sobrevivientes de aquel movimiento, como de facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de las universidades de Chapingo, la autónoma Metropolitana, así como de representaciones de escuelas normales de distintos puntos del país. El otrora líder estudiantil dijo que las grandes plazas sólo eran ocupadas para eventos presidenciales, como el grito del 15 de septiembre o los desfiles militares o deportivos del 16 de septiembre y 20 de noviembre, respectivamente. Dijo que esa situación la rompieron “a fuerza de protestas y con la vida de muchos compañeros”. Y advirtió: “No vamos a regresar a aquella situación que privaba antes de 1968”. Afirmó que gracias al movimiento de 1968 desapareció el cuerpo de granaderos, y por eso pidió que desaparezca de nuevo. Hernández Gamundi aseguró que la policía había presionado a algunos grupos participantes y que donde no había policía, en el Ángel, no hubo incidentes violentos. También acusó que hubo “provocaciones” y deslindó a los contingentes participantes de la marcha y señaló que provenían del gobierno, luego de que volvió a tomar la palabra para avisar a los asistentes que frente al Senado había un grupo al que los granaderos no dejaban pasar. “No queremos que siga la provocación. Pedimos a las autoridades que dejen circular al último contingente”. Y agregó: “Los provocadores no están en nuestras filas”. Hernández Gamundi también mostró el apoyo al movimiento a la CNTE y hasta gritó una consigna: “Aquí y ahora con la Coordinadora” y “Libros sí, granaderos no”, que fueron repetidas por los diferentes contingentes concentrados en el Ángel de la independencia. Volvió a tomar el micrófono una tercera vez, para decir que el movimiento de excluidos había sido encapsulado por granaderos y que debieron refugiarse con los maestros de la CNTE, en el Monumento a la Revolución.
Posted on: Fri, 04 Oct 2013 05:00:42 +0000

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