Los videos hechos circular con profusión en estos últimos días - TopicsExpress



          

Los videos hechos circular con profusión en estos últimos días que muestran sin posibilidad alguna de discusión la bochornosa actuación del legislador porteño JUAN CABANDIÉ frente a una situación personal en que era requerido por una autoridad municipal en cumplimiento de su deber de contralor resultan una prueba contundente e inexcusable; el maltrato y pretensión de avasallamiento en base a su condición de diputado sobre un humilde funcionario comunal, que aunque mas no sea por su condición de mujer debería haber merecido mejor atención dejan muy en claro cual es el pensamiento que sobre sí mismo tiene este diputado y de la idea que posee sobre como debe funcionar un sistema democrático y de los roles y límites dentro de los cuales debe ajustarse cada individuo que compone una sociedad que pretende vivir bajo este tipo de gobierno. Todo esto ha sido debidamente difundido y en muchos casos repudiado desde distintos sectores sociales, el error es indisimulable, el despido de la agente municipal y la promesa de su posterior reincorporación cuando el escándalo se hizo público no hacen otra cosa que confirmar que el mismo se debió sin duda alguna al hecho mencionado y al final parecería que con esto basta para que todo el mundo quede contento aún cuando a la acción individual se sumó el respaldo de la corporación política respectiva. Sin embargo uno de los videos también puso en público otro insulto gratuito que la soberbia del diputado creyó que podía hacerlo simpático a los oídos del gendarme que daba seguridad al operativo, cuando quiso endulzarlo reconociéndole su formación profesional agregando que no era el caso de “los hijos de puta de la bonaerense”, sin que alcanzara a dilucidar su reducido intelecto que toda persona bien nacida desprecia el insulto gratuito a ausentes que no pueden en ese momento, ni en ninguno defenderse, por lo que no quedó precisamente simpático, sino despreciable y así lo probó el hecho de que la grabación fuera difundida. No somos los policías de la Provincia de Buenos Aires, extremadamente susceptibles a este tipo de insultos. Los delincuentes regularmente nos han insultado, todos aquellos que se mueven al margen de la ley lo hacen habitualmente, lo de “hijos de puta” es común, sin que ello haya desmerecido las virtudes de nuestras progenitoras, ni lo hayamos tomado muy en serio más que nada teniendo en cuenta de donde venía la agresión y porque todos sabemos que en nuestro país el policía debe aguantarse esos atropellos. Lo notable de este caso es que quién profiere la guarangada insultante resulta nada más y nada menos que un legislador, un representante del pueblo, entre los cuales, debería saber, se encuentran también los ciudadanos policías. También se destaca que sobre este insulto generalizado a las madres de los policías bonaerenses. prácticamente no se escucharon voces de reclamo, las entidades siempre prontas a ver los errores policiales miraron para otro lado, los demás legisladores y representantes del partido político del que el boca-suelta forma parte, ni de los que componen el arco opositor incluyendo los que fundamentan sus campañas en la inseguridad, hicieron oír sus voces más allá de alguna aparición mediática con sentido mas de oportunismo político que de repudio verdadero, constituyendo el conjunto una muestra más de la insistente degradación de nuestra clase política dirigente. Desde APROPOBA hemos escrito oportunamente al legislador Cabandié en queja por sus dichos, carta que no publicamos hasta la fecha guardando las formas de tener la seguridad de su recepción por parte del destinatario, no esperamos su renuncia como ocurre cuando un escándalo de estas proporciones ocurre en un país en serio, y porque estas actitudes son siempre de caballeros en el cabal sentido de la palabra, tampoco que la cámara de la que forma parte pida explicaciones o tome medida alguna por aquello de que “entre bueyes no hay cornadas”. Poco mas podemos hacer al respecto, salvo lamentarnos de lo que parece ser tiempo perdido todo el transcurrido en procura de ir perfeccionando la representatividad en nuestro sistema de gobierno, mientras accedan a las bancas, vaya uno a saber porque mérito escondido, personajes que olvidan que al sentarse en las mismas deben dejar de lado sus odios y resentimientos personales, procurando manejarse en sus actos público y privados con la seriedad y responsabilidad convenientes al alto cargo del que han sido investidos y que los ciudadanos esperamos de ellos. APROPOBA, 21 de octubre de 2013. MIGUEL ÁNGEL REYNOSO Secretario General
Posted on: Mon, 21 Oct 2013 11:07:00 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015