MALENA. Malena era cuñada mía. Digo “era” porque es la - TopicsExpress



          

MALENA. Malena era cuñada mía. Digo “era” porque es la hermana de mi ex marido. Cuando mi crisis matrimonial ella estuvo de mi lado y tuvo grandes discusiones con su hermano. En realidad siempre las tuvo, y por causas parecidas: cuando mi ex me trataba mal o peleaba conmigo Male siempre me defendía. Desde la primera vez que fui a su casa, como novia, nos hicimos amigas. Y fuimos muy amigas. Yo creo que si le hubiera contado alguna infidelidad (de haberla tenido, claro), ella me hubiera guardado el secreto. Cuando se compraba ropa me llamaba contenta a su casa y me la hacía probar a mí antes de estrenarla ella. Alguna vez me dijo: “esa falda te la quedás, te queda preciosa”. Aunque es muy bonita nunca se casó. Chicos no le faltaron, pero ninguno le duró mucho. A uno le encontraba un defecto, a otro, otro… Yo le decía: “es que vos sos muy exigente…” Y ella se reía. Cuando ya se decidía mi separación y la vida en casa se hacía insoportable, mi marido, mi ex marido, una tarde me dijo: “hasta que hagamos la división de bienes yo me voy a vivir con Male”. Y ella le dijo: “vos no venís a vivir a mi casa, Ceci sí”. Y allá fui. De esto hace dos meses. Mi habitación era un cuartito primoroso, bien calefaccionado, con mucha luz… Male no me dejaba hacer nada y a mí me daba vergüenza, pero ella quería hacer todo y en eso se imponía. En todo lo demás no. Me preguntaba qué quería comer, me ofrecía su vestuario, quería que saliéramos juntas pero me preguntaba a mí a dónde quería que fuéramos. Yo uso el cabello muy largo y a ella le gusta cepillármelo. Siempre me lo elogió. Hoy me lo lavé, y como siempre que me lo lavo, ella me lo quiso secar, cepillar, acondicionar: - ¡Qué lindo pelo tenés, Ceci! - Pero ya ves lo que cuesta tenerlo así largo… - Pero vale la pena… yo te lo cuido. - Jajaja… bueno, cuando te canses me lo corto… - Yo nunca me voy a cansar de tu pelo, Ceci –y tomaba haces de mi pelo y se los pasaba por su cara- ni de vos… - ¡Male! –de besarme el pelo, había pasado a besarme… en la boca-. - No me disculpo ni me arrepiento, Ceci, porque no puedo guardar más este secreto en mi pecho, te amo, te amo desde hace mucho tiempo… Y lloró, lloró… Yo me incorporé, la abracé, ella buscó mi boca para volver a besarme, yo la besé en la mejilla y la tuve abrazada: - Tranquilizate, Male, no pasó nada. - Nada no, Ceci, pasó todo: me confesé, te tengo para siempre o te pierdo para siempre… ¿te parece que no pasó nada? - Pero quiero decir que no me enojo. - No me basta con que no te enojes. Claro que no quiero que te enojes, pero si es sólo eso, que no te enojás nada más, quedate en casa, por favor, y dormí en tu cuartito… en cambio si pensás que podés enamorarte de mí, que podemos ser felices… desde esta noche, o desde la noche que quieras, dormí en la cama grande, conmigo. No le dije nada, sequé sus lágrimas, la abracé y le acaricié el pelo. Me preguntó qué quería comer, no me dejó que la ayudara en la cocina, me mandó a ver tele, o a leer… Comimos en silencio. Me daba pena ver su hermosa cara transida de dolor. Nos despedimos con un beso leve, en la mejilla, por supuesto. Me fui rápido a mi cuartito, no quise verla, segura de que lloraba. Ahora se está bañando, seguro que entre lágrimas. Me imagina dormida y olvidada de todo. No sabe que yo no podía dormir, que con el episodio de esta tarde me hizo ver un montón de cosas, que agarré mi almohada y me vine y que acá estoy, esperándola en la cama grande.
Posted on: Thu, 29 Aug 2013 04:33:39 +0000

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