MARY Y LA COSA VIOLETA, PARTE FINAL. Carin le pidió a Mary que - TopicsExpress



          

MARY Y LA COSA VIOLETA, PARTE FINAL. Carin le pidió a Mary que se recostara en su cama, la carita de la pequeña se lleno de duda mientras que Carin le miraba fijamente a los ojos asintiendo con la cabeza, ella casi no lo pensó, parecía hipnotizada por esos ojos profundamente negros, y camino lentamente hasta la pequeña cama adornada por un edredón rosado; su mente parecía haber ido a otro lado, haciendo que siguiera las órdenes dadas y se recostó. Carin de un brinco llego hasta la almohada, donde se poso justo arriba de la pequeña cabecita rubia, puso sus manitas extraterrestres al lado de cada oído para después cerrar los ojos. -pequeña niña déjame entrar a tu mente- recito Carin- camina a mi lado y transfórmate en viento a través del tiempo. Mary parecía estar dormida hasta el momento en que el color purpura la rodeo, todo cuanto veía parecía confuso, lleno de colores que se fusionaban descontrolados, ella giraba al compás del remolino que la trasportaba, además de sentir salir sus ojos por las cuencas, sus hermosos cabellos se revolvían sin control. El tiempo parecía eterno y quizá no había destino marcado, solo eran vueltas y vueltas rápidas, en momentos parecía ahogarse y recordó el viaje a la playa del verano pasado cuando las olas del mar la arrastraron con fuerza. Un azoton la tomo por sorpresa, sentía miedo, así que decidió abrir los ojos despacio, al final no sabía en donde estaba, ni si quiera a quien se encontraría en aquel lugar; al olfato le llega un fresco olor, un poco ácido pero dulce, de inmediato lo reconoció eran naranjas, y fue que se convenció de que no estaba en casa, el aroma era tan fuerte que suponía estar en un sembradío. ¿Dónde estaré? Se preguntaba Mary, pero decidida abrió por completo los ojos; lo que tenia de frente era algo hermoso y sorprendente. Era un mundo hermoso, lleno de colores, las flores parecían deshacerse con facilidad, su aspecto era como de cristal artesanalmente esculpido, pero no, esas eran flores vivas y frescas, multicolores. El viento frio como el de las montañas; ella sentía una profunda felicidad, como si el oxígeno que recibía de aquel mundo tuviera un sedante mágico que le producía un sinfín de emociones profundas y agradables. Camino por los pastos de pigmentación rosa, y comió la naranja más dulce de toda su existencia. Miraba a todos lados intentando encontrar a Carin pero sin respuesta alguna, decidió no andar más sin rumbo y esperar en ese preciso lugar a la espera de su pequeño amiguito. -¡Mary!- alguien grito desde lo alto de un árbol – aquí estoy, mira arriba. Ella de inmediato volteo, y sonrió aliviada pues ya no se sentía sola, ahora estaba con su amigo, de pronto percibió esa sensación que se da cuando te das cuenta de que acabas de encontrar a alguien que estará a tu lado por siempre. -¿Dónde estabas? Casi lloro de verme aquí sólita ¿Por qué no llegaste al mismo tiempo que yo? -Si lo hice y no creas que estabas solo siempre te veía, así como lo he hecho durante toda tu vida- -¿A qué te refieres?- pregunto dudosa Mary. Carin se acerco a ella y le pidió que se arrodillara para que quedaran casi a la misma altura, la expresión de sus ojos de canica cambio, ahora tenían una luz de esperanza y bondad tan inmensa que cualquiera podría caer rendido ante ellos. -Niña te he mentido, nada de lo que te dije era verdad, ni vengo de otro planeta y ni mucho menos tengo un gran enemigo, todo esto que ves aquí es creación tuya, mira bien a tu alrededor, a caso no te has dado cuenta de que todo lo que te rodea en este momento tu lo hiciste cuando mirabas al infinito por tu ventana; las flores, los arboles, los pastos rosados son cosa de tu imaginación y a mi simplemente me han mandado por ti, es tu momento querida, ahora estarás aquí con todos aquellos que se han ido y están destinado hacerte compañía; es tiempo de disfrutas, amar cada segundo y no mirar atrás, en algún tiempo te reencontraras con tus padres, pero hasta ese momento solo debes ser feliz- Mary sonrió y se levanto, tomo de la mano a Carin y caminaron juntos. A la mañana siguiente, cuando sus padres regresaron de trabajar, lo primero que notaron fue el tremendo desastre de la cocina, su hija jamás hacia eso, había comida regada por todas partes, el bote de los desperdicios totalmente desparramado; el silencio en la casa era tremendamente profundo. Ambos se tomaron de las manos y fueron directo a la habitación de Mary, al abrir la puerta notaron a la niña recostada en la cama con los ojos cerrados, pálida y sin aliento; Mary se había ido, ambos padres lloran. Fin. JCN
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 03:32:56 +0000

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