MIEDOS Manejo de la noticia: “tengo cancer” LA MUJER TEME PERDER SUS PECHOS Li Misol li.misol@listindiario Santo Domingo “Cuando a una mujer le informan que tiene cáncer de mama en lo primero que piensa es en muerte, y entra en shock, que es la primera fase del duelo”, explica la psicóloga y terapeuta Ana Simó, del Centro Vida y familia. Si hay tanta gente mala en el mundo ¿Por qué a mí? La pregunta retumba en cada rincón del cerebro de la paciente después de recibir del ginecólogo el diagnóstico de cáncer de seno. Y en ocasiones puede que sienta que el médico ha sido demasiado frío al comunicar la noticia, pero no es para menos. “Antes yo misma criticaba que los médicos fueran tan fríos y duros al dar los diagnósticos pero es que cuando tienes que dar 30 malas noticias en un día vas creando capas en tus emociones para aguantar esa situación”, explica Simó. También ocurre que ginecólogos, oncólogos y otras especialidades médicas muchas veces no cuentan con las herramientas psicológicas y el uso de una compleja terminología científi- ca puede hacer las cosas incluso más duras para la paciente. Simó comenta que aunque le estén diciendo que el cáncer se ha detectado a tiempo y hay buen pronóstico, la paciente muchas veces ni lo escucha porque ya ha entrado en negación y hay sobre todo “mucha rabia contra Dios”. El paciente de cáncer vive las mismas etapas de duelo que afloran en cualquier situación de pérdida. Hay shock inicial, negación y mucha rabia hasta pasar luego a la aceptación. En el caso del cáncer de seno además del miedo a la muerte hay otros miedos asociados como el temor a perder los pechos que son símbolo de la femineidad y erotismo, y por otro lado de lactancia y la maternidad. La quimioterapia “Por lo que he visto en los últimos años en mi trabajo con pacientes de cáncer, la mujer entra en pánico cuando le dicen que necesita quimioterapia, y es porque es el encuentro real con la enfermedad”, dice la psicóloga y terapeuta Ana Simó. Cuando se determina este tratamiento tan agresivo, entre cuyas consecuencias está la pérdida de pelo, la mujer asume lo que le está pasando y se llena de angustias. En este momento el sostén es la familia y cómo esta lo asuma, “si la familia lo maneja con pena le afecta muchísimo más a la mujer”, dice Simó. Acompañamiento para la paciente Nunca antes una mano amiga, una palabra de aliento, un silencio oportuno y un abrazo resultan tan valiosos como cuando una mujer recibe el diagnóstico de cáncer de mama. La familia y los amigos más cercanos pasan a jugar un rol fundamental, pero deben saber como acompañar sin juzgar. Ana Simó, psicóloga y terapeuta del Centro Vida y Familia explica que es necesario que haya respeto por el dolor. “Hay que permitir que la persona si se quiere acostar en una cama y no pararse lo haga, respetar que no quiera luchar, eso también es un acompañamiento, es estar sin criticar y sin juzgar, hasta en silencio”, explica. Tampoco ayuda la lástima, pues con ella sólo se logra que la mujer además de estar enferma se sienta inútil. Hay que recordar que es un momento de tensión y angustia constante, donde la mujer se cuestiona si podrá en un futuro seguir jugando sus roles de esposa (si es casada) o pareja, madre, hija y amiga. La familia “Sea o no casada a la mujer con cáncer de mama siempre le recomiendo que acuda a psicoterapia con la familia. Y es muy importante no intentar ocultarle el diagnóstico o las complicaciones futuras si las hay, pues es su derecho saber lo que ocurre en su cuerpo”, dice Simó. El cáncer es siempre visto como la enfermedad más mortal, la que aniquila y destruye, pero si la familia sabe manejarse, se da apoyo y se une, luego de la etapa de dolor hay gran crecimiento y evolución, aunque también puede ser la causa de separaciones y conflictos. “El manejo de la familia debe ser positivo y de acompañamiento. Si la mujer quiere llorar debe permitirsele, y no se le debe decir que se agarre de Dios porque la persona debe hacerlo cuando se sienta lista, si tiene fe. Si no tiene fe también hay que respetarla, señala la psicóloga. Apoyo psicológico Simó comenta que diversos estudios han demostrado que si la paciente de cáncer tiene tratamiento psicólogo desde el diagnóstico, la recuperación, tanto mental como física, es más rápida. “Se sabe que el cáncer, cuando la persona maneja altos niveles de estrés, es más agresivo”, indica la especialista. En la terapia psicológica se enseña a la paciente a manejar su ansiedad, a canalizarla de la forma correcta y además se le escucha todo el tiempo, aunque repita lo mismo. Es labor del terapeuta dar herramientas a la mujer para que maneje su angustia y pueda dar la noticia a sus hijos, aprenda a manejarse en su entorno laboral y replantear su vida de pareja. Simó advierte que “se trata de hacerla sentir ella misma sentirse y a que los demás no la vean como una extraña, con lástima o como alguien que se va a ir”. También sería muy importante que todo el personal médico, desde los oncólogos hasta enfermeras y bioanalistas, tengan la capacidad de manejar al menos conceptos básicos de salud mental. Hacer empatía con los pacientes puede hacer una gran diferencia en la eficacia del tratamiento, pues muchos de ellos necesitan el afecto. Pacientes terminales Aunque nadie puede saber a ciencia cierta cuándo llegará el final de la vida, muchos médicos pronostican el momento del fallecimiento. Aunque Ana Simó critica que se calcule el tiempo que queda de vida a un paciente por considerarlo un anuncio de muerte, considera que sí hay casos donde se terminan los recursos de la ciencia. “Es difícil y más cuando es alguien joven. Yo los ayudo a pagar sus deudas emocionales, si tienen algo pendiente, si quieren resolver algo y así pueden irse con mayor tranquilidad. También hay pacientes que quieren hablar con sus familias y me toca ayudarles en esa despedida”, dice. Luego del fallecimiento de la persona, el psicólogo suele trabajar con la familia que quedó una serie de rituales, para ayudarles a entender la situación y apoyarles en el duelo. Simó comenta que ante el diagnóstico de cáncer la mujer avanza porque se da permiso de llorar. “El llanto es terapéutico, desahoga mucho. Además la mujer no se descuida, sino que sigue tratando de estar bien para que los demás en la familia estén bien”, dice.
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 03:28:11 +0000
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