MIGUEL ÁNGEL MANCERA ES LA VÍCTIMA Los capitalinos lo - TopicsExpress



          

MIGUEL ÁNGEL MANCERA ES LA VÍCTIMA Los capitalinos lo repudiaron en las redes sociales. Una rechifla intolerante lo abucheó en el XXXI Maratón de la Ciudad de México. Le exigían, hasta la saciedad, que ejerciera su autoridad y desalojara a los maestros rijosos que han estado desquiciando a la capital. Mancera contestaba que no iba a recurrir a la fuerza y seguiría privilegiando el diálogo con la CNTE. Pero como en la moraleja de la serpiente y el cazador: es costumbre pagar mal por bien. Los maestros no supieron corresponder a la buena voluntad del Jefe de Gobierno y se empecinaron en mantener el plantón en el Zócalo, aun cuando el Gobierno Federal les había lanzado un ultimátum para que desalojaran el lugar. Es costumbre mexicana, también, responder a la estupidez con más estupidez. En horas recientes Mancera ha salido a decir que "gracias al diálogo con los maestros se evitó un enfrentamiento mayor". Y tiene razón. El cabildeo de los representantes del Gobierno del Distrito Federal logró que el jueves por la noche, los líderes de la CNTE decidieran enviar a un contingente importante de regreso a Oaxaca. Hay más: se logró persuadir al grueso de los maestros que se ubicaban en el campamento de mover el plantón hacia otro sitio; Mancera les ofreció el Monumento a la Revolución. Fue así que, tras Rubén Núñez Ginés y otros líderes, un grupo de aproximadamente 1500 profesores desocupó la Plaza minutos antes de que venciera el plazo señalado por el Gobierno Federal. Pero no todos tuvieron la prudencia de moverse. Los que se quedaron fueron nutridos por grupos juveniles de la falsa anarquía y lo demás es historia conocida: hay mártires para repartir. Hoy Mancera ha quedado como un tonto. Para los capitalinos, es el pusilánime que no pudo defender a la Ciudad del salvajismo magisterial. Para el grueso desinformado que habita en provincia, es el aliado de la maquinaria represiva priista. El Gobierno Federal ganó con los capitalinos, quienes voltean a ver a Mancera y le dicen: "¿Ves, pendejo? Eso es tener huevos". Mancera perdió con los maestros: ni los convenció de solucionar el problema por la vía del diálogo, ni pudo evitar el enfrentamiento. Lo de ayer está muy lejos de ser una represión al estilo PRI del siglo XX. Fue el choque de la intransigencia, de la estupidez, de la soberbia. Uno de los senadores priistas menos aventajados intelectualmente (Omar Fayad) había dado la solución: que el Grito se realizara en Dolores, Hidalgo. Peña Nieto fue incapaz de entender que nada pasaba si no realizaba la ceremonia en Palacio de Gobierno. Ahí están los resultados. Pero volviendo a Mancera, él ha sido el gran perdedor de estos acontecimientos. Me hace recordar lo que, con cierta amargura, Díaz Ordaz le expresó a Julio Scherer luego de los sucesos de Tlatelolco: "Nunca se le puede dar gusto a la gente. Si mando a mis hijos en un auto de lujo, con guardaespaldas, soy un cínico y un cabrón. Si los mando en un colectivo, soy un hipócrita y un hijo de la chingada." Y es que eso de gobernar mexicanos, donde quiera que se encuentren... está canijo.
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 16:06:29 +0000

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