MIRAR Y NO PODER VER Destacado. “El mejor deportista español de todos los tiempos, fue ignorado en su propio país.” El pasado lunes, en Nueva York, Rafael Nadal asombró al mundo con una nueva victoria en el Open USA. Al levantar un tercer set agónico, en el que el colosal Novak Djokovic iba 0-40 con marcador de 3-3 para acabar perdiendo el juego, Nadal destrozó psicológicamente a su rival y demostró que su capacidad de superación ante la adversidad no tiene límites. Toda la prensa admiró su gesta y calificó el partido como extraordinario… Sin embargo, en España sólo pudieron verlo los que tenían acceso al canal del pago Eurosport. El resto tuvo que conformarse con una nueva “noche de transistores”, frustrado porque la palabra —como siempre en el deporte pero particularmente en el tenis— es un pobre sustituto de la imagen. Los directivos de las televisiones pensaron que no había dinero a ganar en un evento de madrugada. Tampoco hubo ningún político que hiciera gestión alguna, “por interés nacional”. Un error: una ingente masa de espectadores, incluso los que no siguen habitualmente el tenis, tienen en Nadal a un modelo digno del mayor de los aprecios y respeto. Esa madrugada la ausencia de la final del OPEN fue una vergüenza para las televisiones de España: el mejor deportista español de todos los tiempos, en uno de los partidos más apasionantes de su carrera —Nadal está realizando una gesta sin igual ganando los torneos de pista dura, el reino habitual del serbio— fue ignorado en su propio país. El partido de tenis ocurrió al mismo tiempo que los periodistas seguían debatiendo la razón del estruendoso fracaso de la delegación española ante el Comité Olímpico Internacional en Buenos Aires. Junto a la pléyade de razones que se han dado, he escuchado pocas veces señalar la patética realidad de los deportistas de élite, que apenas pueden subsistir tras los recortes. Carlos Pérez, piragüista: oro olímpico en Pekín 2008 y campeón de Europa y del Mundo en K2-500. Se ha clasificado para participar en tres pruebas en el próximo Mundial. La Federación le ha dicho que si quiere ir tendrá que pagarse el viaje y el alojamiento. Saúl Craviotto: ha sido campeón en Pekín, subcampeón en Londres, dos veces campeón del mundo y campeón de Europa. Lleva siete meses sin cobrar su beca ADO. Los deportistas que no tienen un trabajo al margen de su actividad atlética solo pueden vivir con ayuda de sus familias. Mientras la delegación española se componía de 180 personas, muchas de las cuales no pintaban nada, nuestros medallistas mendigan dinero. Qué zoquetes son estos dirigentes: no comprenden que un éxito de Nadal es ahora mucho más importante para nuestra salud mental que mil discursos ramplones de los políticos. Que un país que trata así a sus deportistas no puede organizar unos Juegos Olímpicos. Miran la realidad pero no la pueden ver, se dejan llevar por ideas surrealistas o simplemente mezquinas… para nuestra desgracia.
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 16:09:31 +0000
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