Martes 21 de mayo de 2013 El gobierno me persigue porque no me he doblegado ni sometido a sus intereses, por haber tenido una posición leal y consecuente con el pueblo, porque soy parte de un partido en el que no hay cabida para oportunistas, que no traicionado a los que confían en nosotros. Encontramos a Mery Zamora participando activamente en la Convención Nacional extraordinaria del Movimiento Popular Democrático, MPD. La resolución judicial de declararle “culpable de los delitos de sabotaje y terrorismo” no le han hecho cambiar su carácter alegre y optimista. Al preguntarle por qué el gobierno se ensaña con ella y pretende sentenciarla, posiblemente, con una pena que podría ir de 8 a 12 años de prisión, responde que se trata un absurdo jurídico. “La justicia y la fiscalía se han convertido, de manera vergonzosa, en el instrumento de persecución política del régimen en contra de quienes piensan diferente y tienen la osadía de desafiar la prepotencia y la persecución del régimen El gobierno me persigue porque no me he doblegado ni sometido a sus intereses, por haber tenido una posición leal y consecuente con el pueblo, porque soy parte de un partido en el que no hay cabida para oportunistas, que no traicionado a los que confían en nosotros. Creo que eso es lo que el correísmo no perdona y por ello se ensaña con una madre, maestra y dirigente de izquierda revolucionaria” EM. ¿Por qué lo hecho por los jueces es un absurdo jurídico? MZ. Se trata de un proceso que, en primera instancia, fue archivado y desestimado; los jueces no encontraron delito alguno que atente contra la seguridad del Estado, sin embargo se reabrió por pedido del presidente Correa, que ordenó sancionar con el rigor de la Ley a Mery Zamora, militante del MPD. Esa acusación forma parte de la trama gubernamental del supuesto intento de golpe de estado el 30 de septiembre. EM ¿En que fundamentan la sentencia? No hay razón para ella, es importante señalar que para que se verifique el cometimiento del delito del que se me acusa debían darse dos situaciones: la primera, irrumpir de manera abrupta, violenta, e interrumpir un servicio público. Eso quedó desvirtuado, ya que mi presencia en el Colegio Aguirre Abad de la ciudad de Guayaquil respondía a una invitación de los docentes y, segundo, yo nunca interrumpí ningún servicio, pues, éstos ya habían sido suspendidos por la conflictividad social que significó la revuelta policial. Los testigos de la fiscalía nunca pudieron sustentar su acusación. EM ¿Y qué pasó con las pruebas que el gobierno dice tener? Los famosos videos ‘prueba estrella’ del régimen no sirvieron para sustentar la acusación, los informes de los peritos terminaron por desvirtuar la acusación del régimen. Sentenciarme –dice Mery- tiene la intención acallar a todos aquellos que nos atrevemos a disentir con este régimen y a denunciar la corrupción, busca también golpear al sindicato más grande del país, la UNE, a la que no ha podido destruirla. En su defensa agotará todas las instancias de la justicia ecuatoriana, “pero como sabemos que responde a los intereses del gobierno, iremos ante los tribunales internacionales. Mery reivindica su condición de mujer de izquierda, no como esos caricaturescos seudo revolucionarios del correísmo. “Cuando decidí enarbolar las banderas de la izquierda, de la patria nueva y el socialismo sabía lo que enfrentaría, por lo tanto, si otros compañeros entregaron su vida por estos ideales; si he de ir a prisión, esos años no arrancarán de mi consciencia principios e ideales de una mujer de izquierda revolucionaria”.
Posted on: Sun, 16 Jun 2013 03:19:54 +0000