Mateo 17,22-27:: “Lo matarán, pero al tercer día - TopicsExpress



          

Mateo 17,22-27:: “Lo matarán, pero al tercer día resucitará” Compartimos la Palabra “Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus caminos y lo ames” En este discurso, Moisés quiere recordar al pueblo elegido, todo lo que Dios le ha otorgado a lo largo de la historia, especialmente su elección como pueblo escogido. Elección que exige fidelidad a la Alianza. “El Dios fiel” quiere que la Alianza se traduzca en hechos concretos por parte de Israel: Temor reverencial y amoroso hacia Dios, cumplimiento de los preceptos sellados en el Sinaí, aceptados libremente por su pueblo; recuerdo de que toda la creación es obra del Dios, que eligió a sus padres porque los amó, escogiéndolos entre todos los pueblos, esto exige gratitud y fidelidad, no sólo en lo externo. Lo importante está en el corazón, “circuncisión del corazón”, que lleva a cuidar los bienes de la naturaleza y a compartirlos, especialmente con los mas necesitados: huérfanos, viudas, forasteros, proporcionándoles comida, vestido, ayudándoles a cubrir sus necesidades. Pone especial énfasis en el forastero: “Porque forastero fuiste tu en Egipto”. Hoy, que hay tanta migración, que nuestros pueblos están poblados de extranjeros, aprendamos la lección, evitemos toda clase de racismo y xenofobia, ayudémosles: todos somos hijos del mismo Padre, de quien lo recibimos todo, y quiere que compartamos los bienes. “Lo matarán, pero al tercer día resucitará” Destacamos dos enseñanzas: la predicción de la muerte de Jesús y el pago del tributo para el templo. Jesús predice su muerte trágica, es la segunda vez que lo hace aunque va acompañado del anuncio de su resurrección, a los discípulos les llena de tristeza; no pueden comprender como su gran Maestro puede terminar así; Jesús lo comprende por eso quiere ir preparándolos para cuando llegue el momento, a fin de que, ante la cruz, no se escandalicen de El. Sobre el pago del tributo al templo, era un impuesto, puesto por Moisés para el mantenimiento de “la morada de Dios”, en tiempo de Jesús, del templo. Podemos pensar que los recaudadores, dado el prestigio del Maestro, dudan si deben cobrarle o no, (los sacerdotes no lo pagaban). Pedro piensa que sí debe pagar, pero Jesús le pregunta: ¿Quién paga impuestos los hijos o los extraños?, Respondió: por supuesto, los hijos no pagan. Jesús quiere demostrar que si el impuesto es para la casa de Dios y Él es el Hijo de Dios (así lo había confesado Pedro poco antes), no estaría obligado a pagar. No obstante, para no escandalizar a nadie, envía a Pedro a pagar, proporcionándole el importe de manera milagrosa. Hna. María Pilar Garrúes El Cid Misionera Dominica del Rosario
Posted on: Mon, 12 Aug 2013 12:36:26 +0000

Recently Viewed Topics




© 2015