Me dirijo principalmente a ustedes, jóvenes, pues los que somos de mayor edad solemos tener más experiencia de lo que es el mundo y de lo que vale; pero ante sus ojos –ansiosos de ver y conocer el mundo despliega todo su brillo, su pompa, sus tentaciones, intentando atraerlos. Observen lo que inventa para seducirlos. Sus sonrisas son engañosas. Les hace muchas promesas que no puede cumplir; no obstante, sigue prometiendo. Pero si sus corazones son tan anchos que el mundo no logra llenarlos, por otro lado, para Cristo son demasiado estrechos; sin embargo, Jesucristo quiere llenarnos de Él. Sí, Dios desea que conozcamos “el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Efesios 3:19). Estemos unidos al Señor, no al deber, a una ley o a ciertas ordenanzas (aunque estas cosas sean buenas en su lugar), sino al Señor. Dios sabe muy bien cuán engañoso es el corazón y cuán dispuesto está para confiar pronto en cualquier otra cosa en lugar del Señor. Es necesario que ustedes aprendan a conocer lo que hay en sus corazones. Moren con Dios y aprendan con Él, bajo Su gracia; de otra manera tendrán que aprenderlo por el diablo, a través de las tentaciones y las redes que les tienda, hasta que caigan como Pedro. Más Dios es fiel. Quizás se han alejado de Él y las cosas del mundo han venido a formar una coraza alrededor de sus corazones, pero si desean volver a Dios, sepan que Dios quiere y puede romper esta coraza. Recuerden estas tres cosas que, por gracia, nos han sido otorgadas: 1.Un perdón perfecto 2.Una conciencia purificada 3. La comunión con el Señor Un perdón perfecto Cristo nos compró al precio de Su propia sangre, le pertenecemos a él y no al mundo. No dejemos que el diablo se interponga entre nosotros y la gracia de Dios. Si acaso fueron negligentes o se apartaron lejos de Él, ¡vuélvanse al Señor! No duden de Su gozo cuando los vea regresar, cuenten con Su amor ilimitado; consideren con horror y espanto el pecado que los apartó de él. No Le ofendan dudando de Su amor. Aborrézcanse a ustedes mismos, pero recuerden cuánto nos amó y que quiere amarnos hasta el fin.
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 16:17:30 +0000
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