Me haces reír, te provoco reír. Complicidad y amor cuando reímos juntos, ¿qué más queremos amor mío? Sabía que caerías rendida cuando te hice reír. Y es que soy, por naturaleza, ruiseño, y si me haces cosquillas, pues.....¿a qué crees que te atienes? Debo reconocer que estaba ilustrado al respecto: Resulta, del estudio que elaboró Rittmann Eric Bressler, titulado El humor y el cortejo, esta afirmación (que la estadística sustenta): El hombre que hace reír a una mujer resulta más atractivo. Las parejas que reímos incrementamos la posibilidad de durar más tiempo juntos. Detrás del buen humor de una persona se encuentra una forma de ser muy valiosa para interactuar con los demás y con la vida misma. Claro está, amor mío, que en el buen humor que nos hace cómplices, no hay lugar para el insulto ni para la humillación, porque quien echa mano de esto para su humorismo revela una baja autoestima que torpemente pretende remediar burlándose de la desgracia de los demás. El humor se dosifica, porque cuando es mucho pareces bufón. La seriedad no se debe dejar de lado. Y a la hora de ir a la cama, el humor es maravilloso. El tonteo es fundamental en el juego amoroso, y en nuestro erotismo un humor finamente salpicado aleja la inhibición, genera confianza, disculpa nuestras imperfección anatómicas, nos relaja. Por eso hoy, tomando provecho del buen humor con el que fue privilegiada nuestra relación, recostémonos por allí y juntemos dos cositas que tienen una íntima relación: Las cosquillas y las caricias. (las otras cositas ya se juntarán, también) Así ha de ser porque,......... pooooorqueeeee.....HOY TOCA!!!
Posted on: Sat, 26 Oct 2013 00:35:05 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015