Medios de adquirir la Sabiduría eterna y encarnada. María es el - TopicsExpress



          

Medios de adquirir la Sabiduría eterna y encarnada. María es el medio más eficaz CAPITULO XV Primero y segundo medios para adquirir la divina Sabiduría PRIMER MEDIO: UN DESEO ARDIENTE 181. ¿Hasta cuándo, ¡oh hijos de los hombres!, tendréis el corazón pesado, vuelto hacia la tierra? ¿Hasta cuándo os complaceréis en la vanidad y buscaréis la mentira? ¿Qué esperáis para volver vuestros ojos y vuestros corazones hacia la divina Sabiduría, que es la más codiciable de cuantas cosas se pueden codiciar; que, para ganarse el amor de los hombres, descubre ella misma su origen, muestra su beldad, manifiesta su bondad, ostenta sus tesoros y les da a conocer de mil maneras los deseos que tiene de que la deseen y la busquen? Concupiscite, ergo, sermones meos: «Codiciad, pues -dice ella-, oíd mis palabras». Se adelanta a los que la desean: Praeoccupat qui se concupiscunt. El deseo de la Sabiduría conduce al reino eterno: Concupiscentia, itaque, Sapientiae deducit ad regnum perpetuum» 182. Desear la Sabiduría ha de ser gran don de Dios, puesto que es la recompensa.de la fiel observancia de sus mandamientos: Fili,concupiscens Sapientiam, conserva iustitiam, et Deus praebebit illam tibi. Cogitatum tuum habe in praeceptis Dei, et in mandatis illíus maxime assiduus esto, et ipse dabit tibi cor, et concupiscentia Sapientiae dabitur tibi. «Hijo, si deseas la Sabiduría, guarda los mandamientos y Dios te la concederá». «Fija tu atención en los preceptos de Dios y medita continuamente sus mandamientos, y él te dará un corazón firme en el bien y te cumplirá el deseo de la Sabiduría». Porque la Sabiduría no entrará en el alma maligna, no habitará en el cuerpo sometido al pecado: Quoniam in malevolam animan non introibit Sapientia, nec habitabit in corpore subdito peccatis .Conviene que el deseo de la Sabiduría sea santo y sincero, acompañado de la fiel observancia de los mandamientos de Dios, pues existe una infinidad de insensatos y de perezosos que manifiestan multitud de deseos o, mejor dicho, de veleidades por el bien, que no los mueven a apartarse del pecado ni a hacerse violencia; son deseos falsos, engañosos, que los matan y los condenan: Desideria occidunt pigrum. El Espíritu Santo, maestro en la ciencia, huye de las ficciones y se aparta de los pensamientos faltos de sensatez, y al llegar la iniquidad le arroja del alma. Spiritus sanctus effugiet fictum, et auferet se a cogitationibus quae sunt sine intellectu, et corripietur a superveniente iniquitate . 183. Salomón, al que el Espíritu Santo nos propone como modelo para adquirir la Sabiduría, no la alcanzó sino después de desearla, buscarla y pedirla durante largo tiempo: Optavi -dice- et datus est mihi sensus:et invocavi, et venit in me spiritus Sapientiae : «Deseé yo la inteligencia y me fue concedida, e invoqué (del Señor) el espíritu de Sabiduría, y se me dio». Hanc amavi et exquisivi a inventute mea, et quaesiví sponsam mihi eam assumere; circuibam quaerens ut mihi illam assumerem: «A ésta amé yo, y busqué desde mi juventud, y procuré tomarla por esposa mía, y quedé enamorado de su hermosura: andaba por todas partes buscando cómo apropiármela». Para obtener este gran tesoro de la Sabiduría, debemos ser hombres de deseos , como lo fueron Salomón y Daniel.
Posted on: Thu, 29 Aug 2013 10:00:55 +0000

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