Mes de las Heroínas y Mártires Latinoamericanas El 12 de julio - TopicsExpress



          

Mes de las Heroínas y Mártires Latinoamericanas El 12 de julio 1780, en Toroca, actual territorio de Bolivia, nació Juana Azurduy. Al frente del Batallón Leales, la Generala Azurduy fue uno de los símbolos de la lucha por la independencia de los pueblos de América del imperio español. En su honor, y mediante la Ley 26.277, Argentina conmemora cada 12 de julio el “DÍA DE LAS HEROÍNAS Y MÁRTIRES DE LA INDEPENDENCIA DE AMÉRICA”. Con la intención de brindar un reconocimiento a esta gran mujer y a otras que construyeron y construyen día a día la Patria Grande, el Encuentro Nacional Popular Latinoamericano presenta el “Mes de las Heroínas y Mártires Latinoamericanas”. Es esta ocasión, compartimos una breve reseña sobre Manuela Sáenz “La Libertadora del Libertador”: Manuela Sáenz fue la compañera de Simón Bolívar; se convirtió en su confidente, lo defendió y más de una vez le salvó la vida. Su reconocimiento demoró muchos años, dado que la historiografía del siglo XIX omitió la presencia y la influencia de Manuela en el círculo del Libertador. Manuela estaba casada con un doctor inglés, y su relación con Bolívar fue extramatrimonial, lo que para la época representó muchos problemas. Su interés por la vida pública afloraría tempranamente, en 1819 Manuela deslumbraba en los grandes salones de Lima. Simón Bolívar ya había liberado el territorio de la Nueva Granada y se disponía a fundar en Angostura la Gran Colombia. Entrado el año de 1820, José de San Martín se encontraba de camino hacia Perú. Los limeños comenzaban a conspirar, y la Sáenz se convertiría en una de las activistas principales. Las reuniones se realizaban en su casa y las disfrazaba de fiestas; actuaba de espía y pasaba información. Participó en las negociaciones con el batallón de Numancia, y en 1822, una vez liberado Perú, fue condecorada "Caballeresa del sol, al patriotismo de las más sensibles". En 1822, cuando conoció a Bolívar, “Manuelita” participaba activamente en la consolidación de la independencia del Ecuador. El Libertador le regaló un uniforme, que ella utilizaba a la hora de sofocar algún levantamiento. Fue nombrada miembro del Estado Mayor del Ejército Libertador; peleó junto a Antonio José de Sucre en Ayacucho, siendo la única mujer que pasaría a la historia como heroína de esta batalla. El 10 de agosto de 1828, Manuela salvó a Bolívar de un atentado que le tendieron en Bogotá. Ella se enteró del atentado, y trató de impedir que Bolívar fuera a un baile de disfraces, que era el lugar acordado para matarlo. Como no logró convencerlo, se presentó en el baile, vestida de una forma llamativa, y provocó un escándalo, que al llegar a oídos del Libertador hizo que se retirara indignado. Lo salvó por segunda vez el 25 de septiembre de 1828, cuando un grupo de conspiradores atacó el Palacio donde residían. Al oír ruidos, Manuela despertó a su amante para advertirlo. Bolívar logró escaparse, mientras que Manuela se enfrentó a los atacantes, y logró sobrevivir por la piedad de uno de los conspiradores. Tras la muerte del Libertador, Manuela Sáenz fue condenada al destierro. Se radicó en el puerto de Paita, Perú, donde subsistió elaborando dulces, tejidos y bordados para la venta, ya que las rentas por el arrendamiento de su hacienda de Catahuango, en Quito, no le eran enviadas. En la puerta de su casa se podía leer “English Spoken”; era querida por la gente del pueblo y bautizaba niños, con la condición de que se llamaran Simón o Simona.
Posted on: Fri, 19 Jul 2013 13:03:32 +0000

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