Mi forma de ser me dice que se tendría que llegar a un acuerdo con un partido político de izquierdas, que tuviera cierta representación a nivel nacional, y que mediante conversaciones entre ellos y los representantes más cualificados de la multitud de plataformas, movimientos y otros partidos a nivel local o autonómico, se les comprometiera a llevar un programa común básico, que afectara a la ley Electoral, el Estatuto de la Casa Real, nuevas leyes de regulación a los Bancos y un cambio en el tratamiento general de la economía, tributos e impuestos. Y en otro apartado, la conservación de los derechos que nos quedan y la recuperación en todo o en parte de los que hemos perdido y para terminar, y no queriendo extenderme, un compromiso público y ante notario, de respeto y fiel cumplimiento de lo acordado. Se podrían incluir en esas listas a las personas que por algún motivo se han significado en la lucha por los derechos ciudadanos y contra el sistema corrupto de partidos que alternativamente nos gobiernan y un compromiso de abandonar el cargo antes la más mínima duda de corrupción o escándalo que pudiera producirse. Y la renuncia expresa al cargo, el puesto es del partido y agregados resultante de la negociación y no de la persona, con eso se evitarían infiltrados, tránsfugas o vendedores de apoyos al mejor postor. Acuérdate de Tamayo y de como consiguió el poder en Madrid el PP. Intentar el asalto al poder por las bravas es una utópica locura, e intentar conseguirlo sin un partido legal y representativo, con la actual ley electoral, imposible. Hay que entrar para cambiar desde dentro, desde fuera nos podemos cargar el teclado del ordenados protestando y todo seguirá igual.
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 09:05:07 +0000
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