Mi lucha contra el cáncer: Hace exactamente 02 años me diagnosticaron cáncer, fue uno de los momentos más difíciles y tristes de mi vida, ese día solo apareció por mi cabeza la palabra muerte. Tuve mucho miedo, no lo niego y sentí que se me acababa la vida...Desde ese día empezó mi lucha, cuando reaccioné me di cuenta que en mi vida ya estaba Dios, que había superado muchas dificultades y que esa era una prueba más, una de las más grandes de mi vida. Mi mamita siempre estuvo a mi lado, desde el primer día, recuerdo que faltaban 02 días para su cumpleaños, lo dejó todo por mi y desde ese momento no se apartó de mi lado ni un solo instante y me volvió a cuidar como si fuera una niña... Mi hermana descuidó su hogar por mi y con sus oraciones y su fortaleza me contagió con su fe y esperanza... Y mi Ale, desde lejos me apoyó como si estuviera presente en esta lucha, siempre diciéndome: "no tengas temor, no voy a dejar que nada malo te suceda". Dios y estas 03 personas fueron la base de mi recuperación. Tuvimos que cambiar todas nuestras vidas, fue un golpe duro en mi familia y lo que al principio parecía imposible al final se logró. Empecé un tratamiento muy fuerte de 08 qumioterapias que me dejaron sin fuerzas y totalmente destruida, gracias a los Dres. Otoya, Robles, Gálvez y Zorrilla que Dios puse en mi camino se pudo actuar a tiempo porque en el seguro (ESSALUD) solo decían que tenía "cálculos en los riñones"... Pero como siempre hay piedras en el camino en las luchas fuertes, la principal en este caso fue el dinero. Cada ampolla para el tratamiento costaba más de 8,000 soles y por lo menos necesitaba 60,000 soles para mi tratamiento contra el cáncer. Los médicos me prohibieron trabajar, pero si no lo hacía perdía mi seguro social, así que le pedí a Dios fuerzas para que me levantara de la cama y todos los días poder ir a mi trabajo. mi amigo Jose Luis Demitriades Lecca sabía como llegaba al trabajo, todo lo que sufrí, él vio de cerca mi dolor, pero no podía darme por vencida y solo le pedía fuerzas a Dios para que me permitiera trabajar, ya en la Municipalidad Distrital de La Esperanza con tanta carga laboral me olvidaba de mi mal y regresaba a casa mejor. El trabajo fue una buena medicina para el cáncer porque me sentí útil y el tiempo se me pasaba tan rápido que solo llegaba a casa a dormir y podía pasar un día más de vida. Después de la tercera quimio declaré que estaba curada y cuando me sacaron la tomografía ya no tenía nada, Dios me había hecho el milagro, yo estaba feliz porque pensé que se habían terminado las quimio pero el Dr. Zorrilla me exigió terminar mi tratamiento y finalmente pude terminar destruida y sin fuerzas las 8 quimioterapias. Todo esto fue una pesadilla y lo más difícil era ver sufrir a mi familia, eran noches enteras sin dormir, amanecer en emergencia por los dolores tan fuertes, que en algunas oportunidades hasta me tuvieron que inyectar morfina para el dolor. Cuando me preguntaban como me sentía siempre decía "estoy bien" pero en el fondo me sentía morir, sin fuerzas, era muy duro lo que me pasaba, el cáncer es horrible, las quimioterapias te queman por dentro y sientes que te destruyen poco a poco, acaban con el cáncer pero también acaban con la persona. Mi tío Alberto muchas veces iba de madrugada a inyectarme por el dolor para que no saliera de casa porque mis defensas habían bajado grandemente. Al trabajo tenía que ir con mascarilla para evitar cualquier contagio y recuerdo que José Luis botaba de la oficina a todas las personas que tenían gripe porque estábamos en invierno en Perú y el doctor me dijo que cualquier enfermedad que me diera por muy leve que sea era fatal para mi porque ya no tenía defensas. Nunca me di por vencida, entendí que solo tenía 02 opciones: quedarme tirada en una cama y dejar que el cáncer me mate o levantarme y yo misma matar el cáncer, opté por la segunda y con la ayuda de Dios, mi familia, mis amigos y las personas de mi iglesia que sus oraciones fueron en todo el mundo lo pude vencer. Ahora les digo mi verdad porque han pasado 2 años y esa pesadilla terminó gracias a Dios, pero es muy duro quedarte sin cabello y tener que usar una peluca, mirarte al espejo y saber que has bajado más de 10 kilos, que tu color es el de una persona enferma que tiene 9 de hemoglobina y que no eres atractiva para nadie, tener que ir a trabajar con una mascarilla con nauseas, totalmente débil y aún así dirigir una oficina para que todo marche bien. Todo esto no hubiera sido posible sin la ayuda y el apoyo de muchas personas, muchos directa o indirectamente contribuyeron en esta batalla, en Sullana organizaron actividades para ayudarme, oraban mucho por mi, me llamaban todos los días y quienes lo hacían saben que nisiquiera para hablar por el celular tenía fuerzas, en fin lo que les cuento no es una historia que salió de Facebook o alguien se lo inventó, es lo que me pasó a mi. Gracias a todas esas personas buenas y sinceras que se solidarizaron conmigo, esta es mi verdad y si antes no lo dije era porque no quería la lástima ni ser la víctima en esta historia, pero esta lucha no hubiera sido posible sin Dios y sin ustedes. Por muchos años viví lamentándome por las cosas malas que me pasaban, sufriendo por las personas que me hacían daño o que me lastimaban, por un matrimonio que fracasó, por un amor que me rompió el corazón, por las personas que perdí, por un trabajo, por cosas materiales, en fin... por todo; pero cuando me dijeron "tienes cáncer" me di cuenta que la vida es tan corta y el cáncer se alimenta principalmente de la depresión y ahora no me puedo dar el lujo que el cáncer me vuelva a atacar. Gracias Dios por haber cambiado mi vida, porque me sanaste en todos los sentidos, porque todas estas pruebas tan difíciles tenían un propósito, al final todo salió bien, nunca me dejaste y mi confianza ahora está en ti. Gracias mi amor porque aún cuando estaba mal, sin cabello, sin fuerzas, tal vez sin nada bueno en mi vida, no huiste y te quedaste a mi lado por siempre, demostrándome tu verdadero amor, comportándote como un esposo aun sin estar casado conmigo, diciéndome siempre "estás linda y no te preocupes que esto va a pasar. Gracias mamita por quedarte conmigo y cuidarme en esos días tan oscuros para mi, pienso que muchas madres darían la vida por sus hijos, pero mi madre me lo demostró, en los peores momentos me tomó en sus brazos y no me dejó caer, gracias a mi padre que aunque estaba lejos también se sacrificó y sufrió mucho por mi, nos apoyó económica y moralmente. Gracias a mi hermanita por su ayuda espiritual, sus oraciones, su compañía, su amor, su cariño, de niñas creo que no teníamos tantas cosas en común, ahora somos las princesas de Jesús y nos une mas que la sangre el mismo amor por Dios. Gracias a mi hermanito letus que dejo de estudiar por cuidarnos a mi mamá y a mi, por haber sido el hombre de la casa estos 2 años. Mi familia de la iglesia La Puerta me ayudaron muchísimo al igual que la familia Major y la familia Castillo, eso jamás lo olvidaré. Gracias a mis amigos de la Municipalidad Distrital de La Esperanza, a mis amigas del Colegio Las Capullanas, a mis tíos y tías de Trujillo, a mis amigos y familia de Lima, a mi familia y amigos de Sullana, a la familia de mi esposo en Italia, a mi familia de Tumbes, amigos y familia de Piura, a la Gerencia de Educación, Cultura, Juventud y Deportes de la Municipalidad De Trujillo Mpt, al Ing. Daniel Marcelo Jacinto, al personal de Oncología del Hospital Víctor Lazarte en Trujillo y en fin... a todas las personas que me ayudaron y hoy podemos decir VENCIMOS Y GANAMOS LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER!!!!
Posted on: Mon, 15 Jul 2013 08:55:20 +0000
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