Mi única noche con vida Era una noche con gran talento - TopicsExpress



          

Mi única noche con vida Era una noche con gran talento aburrido, una noche donde los suspiros de los muertos eran espectáculos de remordimiento y pudor. Cada vez que la recuerdo no puedo pensar en nada más, sólo en que ocurrió y no volverá jamás. Que tristeza, que presidio, una noche donde nada puede ser repetido, solamente los recuerdos que cada día recuerdo, respiro a respiro... No fue tan horrorosa, porque sino no me gustaría, es horrorosa porque no se volverá a repetir algún día. El tiempo sigue pasando mientras yo sigo hablando y ni cuenta me estoy dando de que me muero, me muero y nadie me está ayudando. Calamida me hubiera ayudado, porque nunca me dejó de ayudar en ningún momento; siempre fue la misma rosa que conocí en el jardín, donde de casualidad buscaba una rosa olorosa, la cual en una semana parecía una podrida pomarrosa. ¡A donde te me fuiste Calamida! Como tuviste el valor y la valentía de dejarme solo todas estas noches. Donde solo sueño pesadillas y cuando despierto no sé si es la realidad o si desperté para meterme en otra pesadilla, por la cual me confunde y me pervierte la vida. Siempre me tuviste, siempre me quisiste, Calamida, porque te haz ido, y me haz dejado solo con el dolor de esta vida. Muchas veces me tocaste, al oído me hablaste, conmigo soñaste, pero nunca un beso en mis labios rozaste. Porque sin explicarme, Calamida, te convertiste en pez y te fuiste de este mundo sin aviso ninguno, dejándome solo como un vagabundo terrenal perdiendo dedos en raíces de suelos profundos. Nunca te lo dije, pero siempre te quise sin amarte en realidad. Hace años que se me gastaron de los ojos las lágrimas, por nacer, por sentirme como me sentí desde que nací. Desde que pude saber que tenia ya la capacidad para pensar, pensé. Pensé en que podía pensar y en porque podía pensar. Sin darme cuenta comencé a pensar desde que era muy pequeño, sentado estaba, nunca lo olvido y lo recuerdo. Al instante no pude saber que no tenía padre y que no tenía madre, sino que era un pobre huerfanito desgraciado. Sentado en la esquina más asquerosa de ese pueblo, una esquina olorosa a perro muerto. Sin duda de ser tan bruto, comencé a caminar, y sentir que por el viento me dejaba llevar. Además sentía las flores en mis axilas como insectos en mis piernitas. Sin darme cuenta caminaba sobre un mar de naturaleza, por la cual mi fortaleza se fortalecía cada minuto más y más. En ocasión desprevenida mire a la izquierda y me di cuenta de que estaba en la cima de una palomita, con un miedo instantáneo me arrojé al vacío, despertándome y dándome cuenta cinco años después que empecé a pensar en mis propios sueños. Esos son los únicos recuerdos de mis sueños que con defectos los recuerdo. Cuando tuve que empezar a pensar de verdad y enfrentarme a esta vida, fue después de que me enteré que estaba vivo de milagro por un grave accidente de carro que pasé con el único familiar que me quedaba (ósea estaba muerto) y que además había perdido la mayor parte de la memoria. Cuando salí del hospital, pasó uno de los momentos más felices de mi vida (para no decir, el único). Me he encontrado con la única mujer y doctora que recuerdo haber tenido en la vida. Flaca, talentosa y muy hermosa. Su nombre era Calamida, lo digo de nuevo y lo diré por siempre, como cielos de noches y truenos de día. Definitivamente desde que nos miramos supe que era amor a primera vista, al igual que las almas gemelas que se unen vida por vida. Seguíamos caminando sin dejar de mirarnos, hasta que de pronto chocamos y yo he caído de nalgas al suelo cuando tropecé con sus abundantes senos. Ella con cara de enamorada y disculpas me ayudo a levantarme; diciéndome perdón e invitándome a cenar. Me llevó a comer al mejor restauran cercano que había en el área. Después de que nos sentamos, le conté lo que recordaba de mí y lo que me había sucedido. A ella, se le salió una lagrima al escuchar mis penas; yo con una lagrima comenzando a ser victima de la gravedad, le pregunté- ¿Por qué lloras? Ella me contesta- Porque no tuve la suerte de haberte encontrado antes. Por par de segundos me quedé en blanco y con una sola respuesta que decía- Porque la suerte nos toco ahora, en el presente. Terminamos de comer, después de oír su voz contenida de muchos detalles los cuales me hacían recordar cosas que mi mente rechazaba. Recordando; llegue a la conclusión de decirle a esa hermosa dama que yo no le convenía, porque lo único que le voy a dar por naturaleza son complicaciones. Ella con optimismo me contestó- no te preocupes que a mi lado las complicaciones para ti, no existen. Desde ese momento supe que cada detalle del pasado es un futuro relacionado, porque cuando dijo- para ti, no existen. Me di de cuenta al otro día después de esa noche, que era la pura verdad, solo para mí las complicaciones no existen, sino para los que me rodean. Todavía no me cabe completamente en la mente porque la vida la tiene contra mí en cada aspecto. ¡Porque!.. Salimos del área por la que caminábamos, alejándonos de la gente para que tuviéramos más privacidad y apoderarnos de un ambiente más romántico. De pronto veo una cafetería con maquina de mantecados y le ofrecí a Calamida con el único dinero que tenía. Ella me contesto- sí, pero no te acostumbres (riéndose). Fui a realizar lo dicho, que par de minutos después me di de cuenta que fue lo peor que pude haber hecho. Cuando iba caminando a distancia de manera que ya no la escuchaba. Un muchacho llamado Mateo, del cual ella me había hablado porque se puso muy extraño cuando le dio la noticia de que su perra había muerto por un derrame cerebrar. Dejándome llevar por lo que dijo Mateo en hipnosis después de ser atrapado. Cuando él la vio quiso besarla a la fuerza, al ser imposible para Mateo lo que deseaba, le espeta un puñal en la espina dorsal, la cual deja a Calamida paralítica al instante. Mateo con mucha confusión por lo ocurrido, la tira al lago que había bajo el puentecito donde ella me esperaba. Al Calamida caer de cantazo en el lago Mateo escapa, mientras Calamida gritaba mi nombre (lo más seguro), ya que se estaba ahogando indeseadamente. Mientras yo con mucha calma comprando los mantecados y a la vez pensando cuales serían mis próximas palabras hacia Calamida, seguí caminando hacia donde estábamos. Cuando me doy cuenta de que no estaba mi dama, pensé que se había escondido, pero cuando miré, observé y llegué, me preocupe. De momento escucho unas burbujas que salían de abajo y miré de donde salían con perplejidad al enterarme que la mano que veía sumergiéndose poco a poco era la de Calamida. Con electricidad interna e inexplicable sobre mi cuerpo me arrojé al lago buscando como un buzo trastornado. La encontré, poniéndola en la orilla y buscando ayuda. A la larga no pude salvarla. Lloré como si nunca fuera a terminar de soltar lagrimas y al mismo tiempo pensé- porque no fui yo el que me desaparecí de su lado. Después de enterarme de todo cuando atraparon a Mateo, el grandioso hijo de puta; me fui a pensar; a hacer el único talento y don que tenía, pensar a solas, acompañando a los muertos, a la naturaleza, al único amor que tuve y nunca amé, Calamida. Todo lo bueno que recuerdo de mi vida, fue solo una noche. Una noche por la cual lloro, una noche por la cual vivo, una noche por la cual muero si alguna vez se vuelve a repetir.
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 14:52:12 +0000

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