Michelle Bachelet, candidata del grupo Nueva Mayoría, fue quien ingresó el Proyecto de Ley de obtentores vegetales (registro de propiedad intelectual sobre las variedades de semillas), con su mensaje firmado el 13 de enero 2009: “Tengo el honor de someter a vuestra consideración un proyecto de ley que deroga la actual ley Nº 19.342, actualizando el régimen jurídico que regula los derechos del obtentor de variedades vegetales y el privilegio del agricultor, a fin de impulsar la investigación y el desarrollo de nuevas variedades vegetales y mejorar la productividad agrícola nacional”. Bachelet declaró en aquel entonces “la perspectiva de constituir a Chile en una potencia agroalimentaria”. Según la hoy candidata, la mayoría de los agricultores quiere incrementar su rendimiento para lo cual se necesitan “nuevas plantas resistentes a enfermedades”, basadas en la biotecnología y la genética. La realidad es que este proyecto solo beneficia a los grandes conglomerados económicos ligados a la industria agroalimentaria, entrega facultades amparadas por ley para que las empresas usurpen nuestro patrimonio genético, posibilitando el registro de propiedad intelectual de aquellas variedades de semillas mejoradas por las comunidades campesinas que no han sido registradas ni comercializadas antes. Posibilita a los dueños del registro (obtentores) que sean ellos en definitiva quienes apliquen las sanciones que estimen pertinentes en el caso de que sus derechos de obtentor no sean respetados. Extiende el período de protección sobre las variedades registradas restringiendo entre otras prácticas tradicionales el libre intercambio de semillas, la re siembra o libre uso de la cosecha derivada de la semilla que forme parte del registro de una empresa. Parte de las consecuencias de este proyecto serán la progresiva desaparición de las variedades locales de semillas, el monopolio abusivo de la industria agroalimentaria y la total dependencia del mundo campesino de las prácticas especulativas y restrictivas establecidas por los grupos empresariales que serán amparados por esta ley. A pesar de las recientes declaraciones de la candidata de la nueva mayoría respecto a su intención de revisar este proyecto (luego de las manifestaciones en rechazo a esta iniciativa legislativa) toda indicación o alcance que el ejecutivo integre para modificarlo NO podrá cambiarlo estructuralmente en sus puntos más relevantes, ya que este proyecto de ley se debe al cumplimiento del convenio UPOV 91 (que resguarda los derechos de los obtentores vegetales) que ya fue aprobado por el Senado en el 2011 y que hoy no puede aplicarse ya que la ley de semillas que debe regularlo está desactualizada (ley 19.342) . Con el propósito de actualizar esta ley y dar cumplimiento cabal a UPOV 91 (convenio internacional adosado al tratado de libre comercio firmado con EEUU durante el gobierno de Ricardo Lagos tras la gestión de la ex canciller Soledad Alvear) fue que Michelle Bachelet envió durante su mandato el proyecto de ley de obtentores vegetales. Nuestra soberanía alimentaria está en riesgo, las potencias económicas y los países sobre industrializados saben que el control sobre la autonomía de los pueblos no radica necesariamente en el ejercicio de la fuerza militar, sino en el control de lo más preciado e indispensable para la subsistencia humana, el acceso a la alimentación y a la semilla como cimiente de todo alimento. Joel González Coordinador Colectivo Socioambiental Tierra Nueva
Posted on: Fri, 01 Nov 2013 06:19:07 +0000