Millones de personas anhelan alumbrarse Por Cira Rodríguez - TopicsExpress



          

Millones de personas anhelan alumbrarse Por Cira Rodríguez César * La Habana (PL) Lo que para muchos resulta habitual: encender una lámpara, la televisión o la computadora, todavía es desconocido para mil 500 millones de personas por no tener acceso a la energía eléctrica. Esa cantidad representa la cuarta parte de la población mundial ascendente, hasta el pasado mes de julio, a siete mil 200 millones de personas. Parecería algo extraño en momentos en que son cada vez más comunes el empleo de los adelantos de la ciencia y la técnica en todas las ramas de la vida del ser humano, pero que solo responde a la gran desigualdad en la distribución de los recursos a nivel planetario. Contradicciones de la globalización: aunque la electrificación ya se aproxima al 90 por ciento en la mayoría de las regiones en desarrollo, solo un 40 por ciento de los hogares cuenta con electricidad, mientras que en África sólo un poco más del 20 por ciento de las casas disfrutan de ese servicio. Ello implica que el ritmo de expansión del servicio eléctrico debe duplicarse en el mundo para poder alcanzar la meta de 100 por ciento de acceso, planteada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un componente clave para terminar con la pobreza extrema. Tal realidad apunta a que de mantenerse los pronósticos actuales del Organismo Internacional de Energía, en los próximos 25 años todavía habrá mil 400 millones de personas sin electricidad, de los cuales 584 millones viven en África, al sur del Sahara. En el VI Congreso Internacional sobre Gas y Energía, que tuvo lugar en Bolivia a principios de agosto, el presidente de la Cámara de Hidrocarburos y Energía de ese país, Carlos Delius, afirmó que es imposible generar mayor equidad social sin este servicio. Sobre esa base sugirió que para resolver tal situación, eran necesarios unos 38 mil millones de dólares a fin de conseguir hasta 2030 una transición de los combustibles fósiles a fuentes de energía más limpias. UNA FUERZA NECESARIA La energía eléctrica se ha posicionado durante el último siglo como la reina de las energías, no solo por su versatilidad, sino también por su facilidad de uso. Sus ventajas son diversas: no contamina, es de fácil transporte a través del cableado y permite su accesibilidad hasta los lugares más alejados. Con su desarrollo están implicados el avance económico y social, la ciencia y la técnica, las comunicaciones y la informática, la educación, la cultura, los servicios médicos y sanitarios, el acceso al agua potable, la industrialización y la expectativa de vida. De ahí que reducir la cantidad de habitantes que carecen de servicio eléctrico es para la ONU y otros organismos internacionales un objetivo, que lleva consigo la producción de una fuente de energía accesible a toda la población, condición básica para superar el subdesarrollo y la pobreza. Cabe destacar que su ausencia se convierte en un impedimento para la salud y la prevención de enfermedades, según la Organización Mundial de la Salud, pues la contaminación del aire en espacios cerrados debido a la quema de combustibles tradicionales es uno de los principales factores causante de enfermedades en las vías respiratorias. Por esa razón anualmente mueren cerca de dos millones de niños menores de cinco años debido a la carencia de los mínimos aceptables, todos relacionados con la falta de la electricidad. De acuerdo con el vicepresidente para América Latina y el Caribe del Consejo Mundial de Energía, José Antonio Vargas, hay una demanda insatisfecha de energía en el mundo que compromete el desarrollo económico. En su opinión, hacen falta voluntades políticas y esfuerzos estatales, privados y públicos para garantizar una sostenibilidad energética. A ello debe acompañarle, ponderó, un marco regulatorio estable y reglas claras de inversión a largo plazo, además de una política energética coherente y previsible. AVANCES LIMITADOS Actualmente los países industrializados consumen el 80 por ciento de la energía eléctrica disponible, y el restante 20 por ciento es lo que queda para los demás países del mundo, es decir, los pobres. Un estudio del Banco Mundial reconoce que desde 1990 solo hay avances limitados respecto al aumento del acceso a la electricidad y a los combustibles hogareños no contaminantes. "La demanda de electricidad sigue superando la oferta. La electricidad debe ser asequible y generarse, cada vez más, de manera sostenible y utilizarse en forma más eficiente", dijo la vicepresidenta del Banco Mundial (BM), Rachel Kyte, durante la presentación del informe en Viena. Datos incluidos en el documento indican que 20 países de Asia y África representan aproximadamente dos tercios de aquellos que no cuentan con electricidad y tres cuartas partes de las personas que para cocinar o calentar sus viviendas utilizan combustibles sólidos, es decir, madera, carbón vegetal, desechos de origen animal, residuos de cultivos y carbón mineral. Algunas de esas naciones son India, Nigeria, Bangladesh, Etiopía, República Democrática del Congo, Tanzania, Kenya, Sudán, Uganda, Myanmar, Mozambique, Afganistán, República de Corea, Madagascar y Filipinas. En la propia investigación del BM se exhorta a las 20 naciones más industrializadas a duplicar la proporción de fuentes de energía renovables y la eficiencia energética. Con su contribución para extender el acceso a la electricidad, se logrará incrementar cinco veces el monto actual de las inversiones en el sector, y así ubicarlas en 45 mil millones de dólares al año. De manera que, cuando la sociedad global tome conciencia sobre la importancia de la electricidad y el bien que supone para una amplia capa de la población, se dispondrá de una total cobertura del servicio. Se trata de crear programas globales de aseguramiento y acceso a la producción energética, limpia, eficaz y, lo más importante, para todos.
Posted on: Fri, 13 Sep 2013 00:25:50 +0000

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