† Misal mar 22a. Ordinario año impar Antífona de - TopicsExpress



          

† Misal mar 22a. Ordinario año impar Antífona de Entrada Confío, Señor, en tu misericordia; alegra mi corazón con tu auxilio. Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho. Oración Colecta Oremos: Concédenos, Señor, ser dóciles a las inspiraciones de tu Espíritu, para que realicemos siempre en nuestra vida tu santa voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. Primera Lectura Jesucristo murió por nosotros para que vivamos con él Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6. 9-11 Hermanos: En lo referente al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan que les escriba. Saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: "¡Qué paz y qué seguridad tenemos!", de repente les vendrá la catástrofe, como de repente le vienen a la mujer encinta los dolores del parto, y no podrán escapar. Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas. Por tanto, no vivamos dormidos como los malos; antes bien, mantengámonos despiertos y vivamos sobriamente. Porque Dios no nos ha destinado al castigo eterno, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Porque él murió por nosotros para que, despiertos o dormidos vivamos siempre con él. Por eso, anímense mutuamente y ayúdense unos a otros a progresar, como de hecho ya lo hacen. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo Responsorial Del salmo 26 El Señor es mi luz y mi salvación. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? El Señor es mi luz y mi salvación. Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. El Señor es mi luz y mi salvación. La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Armate de valor y fortaleza y en el Señor confía. El Señor es mi luz y mi salvación. Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. Aleluya. Evangelio Sé que tú eres el Santo de Dios † Lectura del santo Evangelio según san Lucas 4, 31-37 Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, Jesús fue a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Todos estaban asombrados de sus enseñanzas, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo y se puso a gritar muy fuerte: "¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé que tú eres el Santo de Dios". Pero Jesús le ordenó: "Cállate y sal de ese hombre". Entonces el demonio tiró al hombre por tierra, en medio de la gente, y salió de él sin hacerle daño. Todos se espantaron y se decían unos a otros: "¿Qué tendrá su palabra? Porque da órdenes con autoridad y fuerza a los espíritus inmundos y estos se salen". Y su fama se extendió por todos los lugares de la región. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Oración sobre las Ofrendas Que este sacrificio de acción de gracias y de alabanza nos ayude, Señor, a conseguir nuestra salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Prefacio Restauración universal en Cristo En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. A quien hiciste fundamento de todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos. Siendo él de condición divina, se despojó de su rango, y por su sangre derramada en la cruz puso en paz todas las cosas; y así, constituido Señor del universo, es fuente de salvación eterna para cuantos creen en él. Por eso, con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Antífona de la Comunión Proclamaré Señor, todas tus maravillas, me alegraré en ti y entonaré salmos a tu nombre, Dios altísimo. Oración después de la Comunión Oremos: Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo que nos has dado, Señor, en este sacramento, sean para nosotros prenda segura de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
Posted on: Tue, 03 Sep 2013 09:45:16 +0000

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