Mucha gente piensa que en los países desarrollados no suceden - TopicsExpress



          

Mucha gente piensa que en los países desarrollados no suceden “cosas raras” pues sus gobernantes parecen ser muy propios y honestos. Les comentaré el caso del rey Luis II de Babiera, que en su tierra Alemania le decían el rey loco, a pesar de que era un verdadero mecenas de las artes y protector del poeta y músico excepcional Richard Wagner. La fama del rey era por ser extravagante. Bien, pues el caso es que un buen día, el médico real declaró a don Luis, enfermo de esquizofrenia, y por tanto incapaz de gobernar. Por tanto, de inmediato, el 12 de junio de 1886, su tío Leopoldo (me decía mi padre, que se llamaba como yo, que no había Leopoldo tonto) asumió el poder, con la figura política de regente de Baviera. Hasta ahí todo parece creíble, pero resulta que al día siguiente, en el lago de Starnberg, al sur de Alemania, apareció cerca de la orilla del agua, flotando el cuerpo boca abajo del recién depuesto rey Luis II; y a unos metros adelante, estaba igual el cadáver del doctor o médico real, que le había diagnosticado su incapacidad para gobernar. Los periódicos de la fecha especularon que el rey mató al médico cuando aquél quería suicidarse y éste lo impedía. También hay notas que dicen que no, que fue el médico el que mató al rey porque ya lo tenía harto, sin embargo no explican entonces por qué estaba muerto también el médico en la segunda hipótesis y el rey en la primera. Dos años después en otro periódico dicen que a ambos los mataron terceras personas. Ah, olvidaba decirle a usted que el misterio abarca otro dato: la camisa del rey presentaba dos agujeros de bala, y el dictamen del forense dice que murió ahogado. No se registra en la prensa que alguien haya osado dudar del nuevo rey Leopoldo como sospechoso del crimen, dado que directamente fue él quien se benefició con la muerte, pues si el rey Luis II hubiese sanado, regresaría al trono. Ya me imagino las novelonas que hubiésemos armado en nuestro México ante tales circunstancias. Cuestión de recordar los dos magnicidios del siglo XX, el de Obregón y el de Colosio, que de inmediato corrió la voz que los presidentes en turno (Calles y Salinas) eran los criminales. Claro que esto no los libera de la sospecha en México, pero la diferencia con el pensamiento alemán es lo que llama la atención. ¿Verdad?
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 03:08:25 +0000

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