MÉXICO, país de “ninis” y sin nacionalismo Posted on junio - TopicsExpress



          

MÉXICO, país de “ninis” y sin nacionalismo Posted on junio 25, 2013 MÉXICO, país de NINIs y sin Nacionalismo En Milenio Diario de este 25 de junio de 2013, aparece una nota que escandaliza: “Un informe revela que 24.7% de los jóvenes de 15 a 29 años se ubicó como ‘ninis’ en 2011, fenómeno que ha mantenido ese nivel en una década. México tiene el tercer porcentaje más alto de jóvenes que ni estudian ni trabajan, conocidos como ‘ninis’, entre los 34 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), sólo debajo de Turquía e Israel. El informe ‘Panorama de la educación 2013’ de la OCDE revela que 24.7 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años en 2011 se ubicó como ‘ninis’, fenómeno que prácticamente ha mantenido ese nivel en una década, lo que para el organismo indica que ‘existe una falla estructural’.” Este mismo día, en otros diarios aparece otra nota de escándalo. Según estudio del CIDE: “El 60% de los mexicanos apoyan la idea de que México y Estados Unidos formen un mismo país, según revela una encuesta del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), que recabó opiniones sobre asuntos internacionales y de política exterior. Así, más del tercio de los encuestados, 37%, rechazan este escenario, reveló el ejercicio titulado ‘México, las Américas y el Mundo 2012-2013’. De los participantes, que sumas 2 mil 400, 52% dijo que no le gustaría ser de otra nacionalidad. 42% dijo que si pudiera, se iría del país.” Interesantes los anteriores datos, justo cuando en nuestro país se busca equiparar la situación con el movimiento #ChangeBrazil, donde jóvenes y clase medieros han volteado del cabeza al régimen brasileño. Y justo las izquierdas electoreras, envueltos ahora en la bandera nacional-estatista, quieren alzar la voz contra la “privatización” de la industria petrolera. Muchas dudas y muchas críticas deben anotar al respecto. Sobre este tema, hace un año publiqué una reflexión que sigue teniendo vigencia: Columna Incómoda publicada el 5 de junio de 2012 en SDPNoticias. #YoSoy132 y la hipocresía política Muy fácil ha sido para los partidos políticos y dirigentes tender la mano al movimiento #YoSoy132 y escupir lugares comunes de que los jóvenes, los universitarios y hasta su rebeldía, forman parte del futuro vivo y promisorio del México del siglo XXI. Sinceramente, todos los partidos y candidatos que se han montado sobre el incipiente despertar juvenil son una bola de hipócritas. Los datos que se tienen hasta el momento respecto al sentimiento, la consciencia ciudadana y el compromiso con el país, por parte de los jóvenes menores de 18 años, no es muy alentador. En el estudio del Pew Hispanic Center sobre potenciales migrantes mexicanos a los Estados Unidos, difundido ampliamente en medios nacionales, arrojó los siguientes datos en el 2010: al menos 150,000 inmigrantes ilegales de México llegaron cada año a territorio estadounidense desde 2007, una cifra que disminuyó en comparación con los 500,000 registrados durante la primera mitad de la década, por la simple razón de que en ese país también se están cerrando las oportunidades. El 40% de los mexicanos que desea trabajar en territorio estadounidense, 20% son jóvenes. Más aún, en datos de la misma institución, se estableció que 35% de los egresados universitarios mexicanos están dispuestos a emigrar hacia allá si tuvieran los medios; de éstos ,14% están pensando hacerlo con o sin papeles, y poco más del 50% estarían dispuestos a trabajar en ese país si existiera un programa de empleo. En resumen, los jóvenes universitarios (sin distinción del tipo de escuela, pública o privada) están dejando de creer que su futuro esté aquí y ahora. Pero lo más alarmante, es que en los Estados Unidos y en Europa (España, para ser más exactos), las puertas se están cerrando. De acuerdo con la OCDE, en México cerca de 8 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años ni estudian ni trabajan. Más dramático es que en los últimos cuatro años, según datos de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, han sido reclutados al menos 30 mil adolescentes y jóvenes por el narcotráfico, para realizar entre otras las siguientes tres tareas: a).- informantes (halcones); b).-vigilantes; y c).-sicarios. Muy entusiastas los “analistas” dicen que #YoSoy132 se convirtió en aire fresco para la izquierda mexicana. Nada tan alejado de la realidad cuando aún no se concreta en las boletas electorales el voto a favor de un candidato. Quizá sí exista un interés creciente de los universitarios por mirar hacia la izquierda, pero como ha sucedido desde 1997, la izquierda partidista les ha dado la espalda y por ende, hay un rechazo a su oferta política en momentos electorales en las terceras partes del país (no en el DF, que es otro cantar). Respecto a la identidad ideológica y participación ciudadana de los jóvenes, el único estudio serio que conozco sobre “cultura política”, elaborado en 1993 por el Dr. Víctor Manuel Durand Ponte, de la UNAM, reflejó el 31% de los jóvenes de 18 a 25 años, se identificaban con la derecha; el 19% con el centro y sólo el 11% con la izquierda. Esto explica por qué el 45% de los votos de los jóvenes fueron para el PAN en el 2000 y el por qué la izquierda envejeció frente a las demandas de la juventud que cada vez gira más a la derecha neoconservadora, aunque no se crea. Actualmente, casi alrededor del 40 por ciento de los jóvenes no tienen una identidad ideológica, no simpatizan con ningún partido y no tienen disposición a votar. Según datos del IFE, el segmento de la población de 18 a 34 años prácticamente no voto. En la pasada elección del Estado de México, hubo un millón 612 mil nuevos votantes, es decir de jóvenes, que según estudios postelectorales de Parametría fueron quienes le dieron el triunfo a Eruviel Ávila. Datos de Consulta Mitofsky revelaron que 57.3% de los jóvenes de entre 18 y 29 años votaron por Eruviel Ávila, el grupo más amplio de votantes del priista. Mientras que Alejandro Encinas únicamente pudo conseguir 18.2; y sólo el 9% apenas confió su voto en Luis Felipe Bravo Mena. Más allá de las críticas de encuestas preelectorales, estos dos datos son del proceso postelectoral. Otra encuesta reciente, del 30 de mayo, Reporte Índigo-Opinión Pública, registra datos contradictorios: 54% opinan que los jóvenes están viendo que el candidato del PRI representa un “regreso al pasado”; pero en la intención de voto se refleja lo contrario porque favorecen al candidato tricolor: EPN 29%; 18.1% no sabe; 10% por AMLO, JVM 13.8% y 1.7% para Quadri. Ante este triste panorama, ¿qué están haciendo los partidos para atraer a los jóvenes? Bueno, pues en lugar de construir programas especiales para atraer a los jóvenes edifican y consolidan sus propias dinastías. En casi todos los partidos las dinastías familiares se imponen por encima de la pluralidad y el relevo generacional necesario para refrescar a una institución política. En lugar de una escuela de formación de cuadros, los partidos han optado por fortalecer los derechos de sangre de sus dirigentes. Los jóvenes con posibilidades de escalar en la estructura partidista son aquellos con apellidos Cárdenas, los García, los Calderón, los Gómez del Campo, los Encinas, los Batres, los Madrazo, los Montiel, los Hank, los Murat, los Sahagún, los Fox, los Clouthier, los Salinas, los Del Mazo, los González Torres, los De la Garza, entre muchos otros que, nada más por se el hijo de… tienen su espacio reservado en las dirigencias y lista de candidatos de sus partidos. En el PRD, por ejemplo, la que debería ser su escuela de cuadros, el Instituto de Formación Política, está dirigido por un líder del Frente Popular Francisco Villa, Agustín González y por un integrante de ADN, Arcadio Sabido, quienes lucen más por sus grillas personales y grupales que preocupados por definir en este justo momento, la política pública de la izquierda para los jóvenes y las demandas del #YoSoy132. Este “instituto”, por ejemplo, la semana pasada dio respiración de boca a boca a figuras poco presentables para la “izquierda” como Amalia García, quien perdió Zacatecas por corrupta; a Víctor Tinoco Rubí, priísta que perdió Michoacán por corrupto; y Alfonso Sánchez Anaya, quien perdió Tlaxcala por querer heredar la gubernatura a su esposa. ¿Esta es la respuesta del PRD a #YoSoy132? “El orgullo del nepotismo” disfrazado de trabajo partidista es la que impera en el PAN, dominado ahora por la familia Gómez del Campo en posiciones estratégicas. Si bien este partido entre 1997 y 2006 abrió sus candidaturas a varios jóvenes, por no reservarse derecho de admisión han entrado a sus filas perfiles más afines al neonazismo que a la oferta del “bien común” que tanto pregonan. Los escándalos alrededor de Arturo y Juan Pablo Montiel Yáñez (hijos de Arturo Montiel), de Jorge y Manuel Bribiesca Sahagún (hijastros de Vicente Fox), deben servir de un llamado de atención para todos los partidos y los políticos que, sin ningún escrúpulo han involucrado a sus vástagos en sus ambiciones personales. Por todo ello, en lugar de estar echándole porras a la Sub-17 o al #YoSoy132 y hablar de más sobre el futuro de la juventud, deberían estar ayudando a construir con ellos una auténtica nueva generación de mexicanos. El PRI, por su parte, creyó que aliándose al PVEM estaba sellando su “pacto” con los jóvenes. Las deplorables declaraciones de Jorge Emilio González contra el movimiento #YoSoy132 es la respuesta más concreta hacia ellos. Los juniors del PVEM y del PANAL representan el insulto a la inteligencia de los jóvenes que apenas están saliendo a las calles. Con esta lógica, debemos preguntar a los partidos y sus dirigentes ¿Con qué cara se atreven a ofrecer el mundo feliz a los jóvenes, si ellos ya están desencantados no sólo de la democracia y de los partidos políticos, sino del propio país? ¿Con qué cara piensan atraer a estos jóvenes que decidirán el futuro del país en el 2012, ejerciendo o no su derecho a votar? al
Posted on: Wed, 26 Jun 2013 14:03:20 +0000

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