NO SE DEJEN ENGAÑAR. LEAN CON DETENIMIENTO. A MI MANERA POR CHARLES FIGUEROA MENDOZA “MACONDO” Recuerdan la película de “One flew over the cuckoo´s nest “, traducida al español como “Atrapado sin salida”, donde el protagonista Jack Nicholson se revuelve en una maraña imposible?, pues bien esa me parece la situación del Atlético Bucaramanga en la actualidad. Vamos por partes para que no se haga pesada la lectura y podamos explicar de una vez por todas por qué los directivos del equipo han tomado la decisión de llevárselo a Ocaña, de cambiarlo de sede. Una ciudadana, de cuyo nombre no quiero acordarme, elevó una acción popular ante el juzgado Primero de descongestión el cual dictó sentencia. El departamento de Santander interpuso apeló la sentencia y el Tribunal Administrativo del departamento confirmó algunos apartes de la decisión del juez y modificó otros. El Tribunal decidió en el numeral SEGUNDO de la sentencia “… no autorizar actividades que conlleven afluencia masiva de público en el estadio Alfonso López”. La misma ley define afluencia masiva de público una asistencia superior a 1.000 personas. Es evidente que, so pena de desacato, la alcaldía no puede autorizar partidos del Bucaramanga en donde asistan más de 1.000 espectadores, lo que nunca quedó claro es porqué al equipo de la ciudad no se le prestó el estadio alegando cumplimiento del fallo, cuando éste nunca ordenó tal atrocidad. Lo curioso es que habiendo tantos abogados en la administración ninguno interpretó, o no quiso hacerlo, de manera correcta el fallo del tribunal, el cual simplemente sentenciaba que hasta tanto no se realizaran los estudios estructurales, para lo cual otorgó 8 meses a la alcaldía, no se podía prestar el estadio para jugar partidos con más de 1.000 espectadores. Elemental, sencillo, diáfano, sin complicaciones, pero ellos orillaron a los directivos a llevarse el equipo para otra plaza, obligándolo a jugar a puerta cerrada en Comfenalco. Produce nauseas escuchar a personajes como Rene Garzón, en actitud “benévola” haciéndoles creer a los hinchas que gracias a su buena voluntad permiten al equipo jugar en el estadio con menos de 1.000 espectadores cuando fue precisamente eso lo que prescribió el tribunal, “Pueden jugar pero con menos de 1.000 espectadores”. Es un hecho que los “dueños” se llevan al Bucaramanga y los entiendo aunque no los justifique. ¿Quién invierte más de 10.000 millones en comprar un equipo que solo produce animadversión y falta de simpatía entre sus gobernantes de la plaza y los mantiene tercamente en la ciudad? Sin equipo representativo, sin directivos conocedores del asunto, sin gobernantes interesados por el tema, sin empresarios comprometidos en reinvertir parte de sus ganancias en el patrocinio, sin dirigentes conocedores de la materia, el futuro inmediato del Atlético Bucaramanga es oscuro. Van seis temporadas en La B, y todo parece indicar que los tiempos venideros no tienen nada bueno para una institución que inclusive perdió la mayoría de los hinchas, quienes se fueron gracias a la mediocridad galopante en la parte deportiva, y ahuyentados por un minúsculo grupo de bárbaros que ven en el fútbol no una diversión, sino una manera de escapar a su miserable existencia, aunque sea una vez a la semana.
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 17:06:30 +0000
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