NOVENA A SAN IGNACIO ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS 1.- Por la - TopicsExpress



          

NOVENA A SAN IGNACIO ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS 1.- Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 2.- Señor mío Jesucristo Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén. 3.- Gloriosísimo Padre y Patriarca San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús y Padre amantísimo: si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma que yo consiga la gracia que os pido en esta novena, alcanzadla del Señor; y si no, ordenad mi petición con todos mis pensamientos, palabras y obras a lo que fue siempre el blasón de vuestras heroicas empresas: a mayor gloria de Dios. DÍA TERCERO Comenzar con las oraciones de todos los días. Jesús mío dulcísimo, que tanto deseasteis el amor de vuestras criaturas que nos intimasteis como máximo y principal precepto amar a nuestro Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas: os ofrezco los merecimientos de mi glorioso Padre San Ignacio, y singularmente aquel inflamadísimo amor con el cual, abrasado en un serafín humano, respiraba sólo llamas de amor divino, refiriendo todas sus palabras y pensamientos a la mayor gloria de Dios y deseando por premio de su amor más y más amor, posponiendo la certeza de su eterna felicidad a la gloria de servir a Dios. Os suplico, Padre amantísimo de mi alma, me concedáis una centella de ese fuego sagrado de mi seráfico Padre San Ignacio, y la gracia que os pido en esta novena a mayor gloria de Dios, honor del Santo y provecho de mi alma. Amén. Tres Padrenuestros y Avemarías. Terminar con las oraciones finales. ORACIONES FINALES PARA TODOS LOS DÍAS PRIMERA ORACIÓN Santísimo Padre y Patriarca San Ignacio, a quién Jesús escogió para capitán de su sagrada Compañía, y adornó con todas las virtudes que pedía este supremo cargo: ángel en la pureza de cuerpo y mente; arcángel encargado de tantos negocios de la mayor gloria de Dios y bien de las almas; principado excelentísimo en la dirección de tantos millares de espíritus felices; potestad poderosísima para echar a los demonios de los cuerpos y de las almas; virtud prodigiosa en tantos y tan estupendos milagros; dominación suprema de la Compañía que formó tan dignos ministros evangélicos y ahora continúa en formarlos desde el cielo; trono elevadísimo, en quien descansó la mayor gloria de Dios corriendo en vuestra fogosa alma por todas las partes del mundo; sapientísimo querubín, cuya mente ilustrada por el Espíritu Santo, dictó sabiduría celestial a su pluma; serafín fogosísimo que aspiró en su vida y aspira continuamente desde el cielo a encender todo el mundo en llamas del divino amor; abreviado paraíso de todas las virtudes y gracias, que a competencia formaron la heroicidad nunca bastantemente alabada de vuestra grande alma. Yo, Padre mío amantísimo, me gozo de veros tan superior a cuantos elogios puede daros mi balbuciente lengua, y concebir mi tardo entendimiento, aunque inspirado de una voluntad ansiosa de amaros y de que os amen todos los hombres. Confiado en vuestras piedades, imploro vuestra benignísima caridad para que me alcancéis que viva yo una vida verdaderamente cristiana, conforme a las obligaciones de mi estado, observando perfectamente la ley santa de Dios y los consejos evangélicos que me pertenecen, y que no buscando en todas mis acciones otra cosa que la mayor gloria de Dios, consiga una muerte dichosa en los brazos de Jesús, en el amparo de María santísima y en vuestra presencia. Espero, Padre mío dulcísimo y suavísimo, me alcancéis estas gracias tan importantes para mi eterna salvación, y el favor que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma. Amén. Aquí señalar lo que se necesita, con mucha fe y devoción. SEGUNDA ORACIÓN ¡Oh Dios, infinitamente bueno y misericordioso! Pues he recibido de vuestra Majestad todos los dones naturales y sobrenaturales que tengo, deseoso de ser en alguna manera agradecido a vuestras misericordias, os vuelvo cuanto me habéis dado con esta oferta familiar en el corazón y en los labios de mi glorioso Padre San Ignacio: "Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, y toda mi voluntad, todo mi haber y poseer; Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro; disponed a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta." TERCERA ORACIÓN Oh Dios, que para propagar la mayor gloria de tu nombre, has fortalecido por medio de San Ignacio a la Iglesia militante con un nuevo auxilio: alcánzanos que con su ayuda y a imitación suya peleemos en la tierra hasta conseguir ser coronados con él en el cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Posted on: Wed, 24 Jul 2013 16:50:03 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015