Nací el 12 de abril de 1962 en un hospital público, el - TopicsExpress



          

Nací el 12 de abril de 1962 en un hospital público, el “Peralta Ramos” de calle Agüero esquina Av. Las Heras de Capital Federal, el corazón del barrio de Palermo, en una sala común y en parto por cesárea… Hijo de un obrero técnico, radical y de una madre ama de casa y auxiliar de la salud, peronista… pero de Eva. En ese folclore político, la pulseada la ganó mi padre: por las evidencias y las vivencias vividas durante toda su juventud, y por los hechos que se vivían, no se podía admitir como algo lógico o como algo razonable el ser peronista… Estaba lleno de contradicciones el justicialismo. Hoy me viene todo este recuerdo debido a las palabras que con cordura Alfredo Casero puso al alcance de todos, para refrescar la memoria de los de nuestra edad… y poner en su lugar a estos mentirosos que se creen los historiógrafos elegidos, “iluminados” por no sé quién… A los dos años de edad, (tengo muy buena memoria, por eso cuento esta historia) mis padres se mudaron por primera vez, a la casa de la calle Ecuador, al 964 Dto8, hermoso barrio, Ecuador esquina Av. Córdoba. Recuerdo con claridad todos los procesos sociales de la década del 60… Vivía muy cerca del reducto joven que era La Cueva de Av. Pueyrredón, donde se juntaban los nuevaoleros de esa época, cerca del abasto, y del once, barrio con muchas sinagogas que siempre acompañaban las necesidades de sus vecinos, sean o no de la colectividad –era muy cómico eso!, el ver que la gente tenía el concepto de pijotero a los judíos y ellos tenían un sentido social único!- La primaria comenzó para mí en el jardín de infantes de la calle Jean Jaures, casi Viamonte (donde nace esa calle), la Escuela N° 24 “Provincia de Catamarca”. Allí hice mis primeros amigos. Allí estuve hasta segundo grado, luego fui a un colegio de curas, el “Benito Nazar” de Av. Estado de Israel, -1970- donde hice tercer grado para tomar la comunión, y en cuarto grado, me fui a la Escuela N° 14 “Juan Martín de Pueyrredón” a reencontrarme con mis viejos amigos de jardín y los dos primeros grados. Era una niñez hermosa, llena de recuerdos envidiables, con amigos del alma y con un país que había cambiado ya varias veces de presidente… recuerdo la explicación de mi maestra de cuarto grado el año que tuvimos a tres presidentes (después de Onganía) en un año… Vivir en un barrio, donde la tranquilidad era tal que jugábamos a la pelota en la calle era el “sueño del pibe”, los amigos teníamos puntos de reunión para hacer todo lo que queríamos, Jugar a las escondidas, correr en bicicletas –las “Auroritas”- , gozar de la calle sin miedos. Recuerdo que era una época muy politizada y no entendíamos mucho lo que la calle nos decía: “Luche y vuelve” era una pintada del paredón del taller de al lado (del viejo Paparini), que requirió muchas veces el pedido de explicación mío hacia mi padre: quién vuelve papá??? Era mi pregunta recurrente… o las del otro lado político, tapando a las anteriores: “Rosas Vuelve”…y yo creía que era un pedido de amor a una tal rosa… QUÉ BOLUDO!!! Y lucharon y llegó nomás! Recuerdo esos días, que desbordaba el pueblo de felicidad!, hasta los “Contreras” esperaban que el regreso termine con las contradicciones políticas… Estaba en quinto grado. Abreviando en el tiempo, el mismo tiempo puso en un corto período al “Tío” y luego al viejo. “Cámpora al gobierno-Perón al poder”!!! Creo que ese período fue el más duro en cuestiones de hechos de violencia hasta el momento, el tiempo de Cámpora, que luego se calmó un poco con Perón en el poder. Antes, -si mi memoria no me falla en el orden cronológico- sin olvidar al póbre “Traviata” Rucci, al otro día de la asunción del General.Había enfrentamientos esporádicos contra la policía, con “guerrilleros” muertos y con policías asesinados, pero eran noticias esporádicas, con los sucesos más duros fuera de la zona urbana, fuera de las ciudades, principalmente en Tucumán y en algunos casos en Rosario también, en las villas. Las discusiones políticas estaban en todos lados, se debatían ideas y soluciones “de café”… todo el mundo era ministro de algo! Y los jóvenes de aquella época (los padres de mi generación) tenían inquietudes a satisfacer, y el mundo por delante. Perón religiosamente pasaba a la una y media de la tarde sentado en su Rambler Ambassador negro por la esquina de mi casa… era una ceremonia para no perderse! Todos los chicos del barrio –peronistas ó no- nos juntábamos a esperar con tachos en la esquina de Ecuador y Córdoba, donde antes del edificio que está ahora había una antigua construcción abandonada con una persiana de chapa- que golpeábamos con palos como a un bombo- llena de carteles pegados. Éramos cinco ó seis gurises, con tachos como “bombos” a la espera de las primeras motos de la custodia, que a toda sirena, aparecían. Los tres ó cuatro adelantados cortaban el tránsito en sus BMW negras… y atrás el resto de las motos rodeando a ese auto Rambler a pleno, con el vidrio trasero a mitad de levantar y con el viejo a las risas mirándonos y saludándonos… Casi todos los días nos juntábamos a verlo pasar! Y él a saludarnos! Duró poco el tiempo de la felicidad. Estaba en 6° grado, cerca del mediodía cuando el Maestro Carrone nos hizo escuchar la Spica que nos anunciaba con voz de mujer que Perón había muerto… Silencio. Nos quedamos mudos! Un Presidente muerto en actividad, y era un líder! Perón se había muerto en medio de una discusión entre sectores extremos del justicialismo que muy caro nos costaría… se había perdido al mediador, al que provocó y usó a estos movimientos pero tenía la palabra para hacer poner freno cuando él decidiera, a pesar de algunos que se atrevían a discutirle el poder. Antes, los tiempos políticos eran duros… se enfrentaban permanentemente entre grupos que eran de izquierda y de derecha peronista… y se pasaban permanente factura con vidas de costo. Los militares también recibían su pase de factura… asesinaban soldados en la calle solo por la portación de uniforme, ó policías por el mismo motivo, en contrapartida, entraban de “redadas” en las villas a levantar gente, se los llevaban para cobrar deudas de números de bajas… A mí me expulsaron de la escuela Juan M. de Pueyrredón, en 7° grado, al comienzo del año -mejor dicho “me dieron el pase”-, a la la escuela 26 que estaba en el barrio de Almagro. Dos hechos que recuerdo ese año marcaron el final de mis días como alumno de la primaria: regalaron una heladera con una bomba a una maestra villera y entraron en una escuela a los tiros, matando a varios maestros y a dos o tres chicos. Esto provocó que termine ese año – junto al resto de los gurises que estudiábamos en esa época- con un camión GMC militar estacionado en la puerta de mi escuela y con tres soldados por patio que nos mostraban sus fusiles a modo de “juguete” y de amistad y nosotros fascinados con esos fierros…! Pero sin darnos cuenta de la gravedad de la situación. Cuando terminé la primaria, decidí estudiar en una escuela industrial. Mis padres eligieron la ENET N° 25 “Fray Luis Beltrán” de Independencia y Jujuy (no era Avenida todavía). En mi primer año, tuve varios cambios: de gobiernos y de manera de vivir… Muerto Perón, había asumido Estela Martínez, y esa época fue un mal recuerdo. Todos los días enfrentamientos a tiros dentro de la escuela, los pizarrones pintados con aerosol: “FARC-ERP-MONTONEROS juntos Podemos!”. Eran épocas de “desabastecimiento” se acuerdan??? No había en la calle para comprar huevos, azúcar, aceite, harina ni lo más escencial para poder comer… Vino nunca faltó! Pero podíamos conseguir TODO lo que necesitemos haciendo colas en las unidades básicas del barrio, en donde te canjeaban las mercaderías que más necesitabas por la tarjeta de afiliación… Por suerte soy hijo de un terco! Cansados de “la perona” (todo el mundo) el 24 de marzo cambió todo para peor… Yo esperaba el colectivo 188 para irme a la ENET y no paraban porque estaban llenos de gente… me dijeron mientras esperaba subirme a alguno, que habían dado un golpe de Estado… (y qué era eso??? pensaba…). Tomé mi bicicleta, nos juntamos con los amigos del barrio y salimos a pedalear, queríamos llegar al tigre, como cada tanto lo hacíamos en algunos sábados… Ahí empezamos a darnos cuenta de lo que estaba pasando: autos falcon por todos lados, jeeps militares, camionetas y camiones llenos de soldados de un lado para el otro…Pudimos ir ese día solamente hasta la cancha de River y volver. Recuerdo que nadie salió a la calle a defender a este gobierno…más bien fue un alivio lo que se sentía! (qué vergüenza!) Así fue los tres ó cuatro primeros días… un movimiento de vehículos y soldados de un lado para el otro, y cada día esos mismos vehículos –inclusive los patrulleros policiales- tenían un papel con un dibujo pegado de contraseña: un triángulo el primer día, un círculo el segundo día, un cuadrado el tercero, y así esa semana iban variando la contraseña… A la noche del primer día del golpe, no me olvido la imagen de los tanques de guerra por calle Ecuador con sus cañones apuntando hacia las terrazas, los reflectores iluminando todos los edificios y las torretas girando de un lado a otro a medida que avanzaban. Empeoraba la violencia. Era diaria y cada vez peor El peor enfrentamiento que recuerdo fue una tarde que entramos a taller, después de comer y habían arriado nuestra bandera Argentina y subieron una bufanda roja y la bandera Argentina pintada con aerosol; entró la policía y se cagaron a balazos, matando a dos de los que entraron a la escuela en el patio, dejándolos ahí por largo rato frente a nosotros… Siempre se les escapaban por los techos que daban al viejo y abandonado edificio de la calle Mexico, lugar lúgubre cargado de muerte, que sirvió de última morada en la época de la fiebre amarilla y desde ésa época estaba abandonada, detrás de la ENET. Así, Formación Cívica, ERSA, FORCi, y no recuerdo qué otros nombres más tuvimos de libros de estudio de la materia Formación Cívica en un solo año… La violencia estaba TODOS los días en el aire… empezaba a salir con amigos de noche y recuerdo que siempre estaban los autos sin patentes esperando a la salida de los bailes… y a veces esperaban a gente que si tenían suerte los asustaban ó si no…no los veías más… Recuerdo a un tal “Pica”, un flaco que era bastante pesado pero de pelear, lo llevaron en un Peugeot 504 negro y al otro día apareció tirado pasado por el tren en estación Belgrano “C”… a la salida de GEBA, 1978. Otras veces, te paraban dos o tres colectivos de líneaen la puerta de un boliche y llevaban a todo el mundo para requisar que no haya gente con antecedentes… y sacaban más gente de ahí. A esta altura de nuestras vidas, se vivía con miedo a todo: si salís porque salís, si te quedas porque te quedas, si mirabas a la cara a los policías te llevaban, si mirabas a otros tipos de civil que estaban parados en una esquina te llevaban también (eran “taqueros”Já!), era sentirse perseguido siempre, todo el día! En el ámbito de estudio, hablar de política no se podía, porque creíamos que alguien “podía contar” lo que pensabas y te busacaban… SE tranquilizó el ambiente en el mundial del 78, fue un rato de felicidad prestada y que nos pusimos a festejar el “ser campeones”. Recuerdo salir con mis amigos rumbo al obelisco subidos a un camión de basura para chanchos (había restos de comida fresca), sentados en la baranda y dando vueltas por el microcentro. Pero de nuevo… duró poco… La escalada de violencia llegó a hacernos vivir con ciertos miedos, al que nos acostumbramos con el paso del tiempo, pero había cosas que costaban digerir… El agua colmó el vaso una mañana que al paso de mi madre, luego de hacer las compras un domingo a la mañana, le tiraron delante suyo a un hombre moribundo, con las yemas de los dedos rebanadas y muy golpeado. La primer reacción que ella tuvo fue humanitaria: ofrecerle tomar de la botella de CocaCola que traía, a lo que este hombre le dijo que no, que estaba “parrillado”, que se aleje porque le podían hacer algo si la veían con él dándole ayuda. Y le pidió que llame a un teléfono para avisar dónde estaba tirado, debajo de un auto… Le costó mucho tiempo a mi madre superar esto… y para mí, con 15 años ya había visto tres muertos a balazos y tirados como animales, y muchas situaciones de secuestro o violencia…mucho para un pibe de 15 años…NO??? Después de ese episodio, a los tres meses estábamos mudándonos rumbo a Colón E.R. Todos estos hechos que recuerdo en un rato de estar sentado y hacer memoria, me muestran que por caprichos dentro de un mismo partido de gobierno, ó diferencias que eran dirimidas con violencia, los perjudicados éramos los del “montón”, el pueblo. Por eso, por favor, recuerden antes de votar quienes son estos muchachos que de la nada, tratan de vendernos otra historia, el “paraíso” de estos vendedores de humo.
Posted on: Tue, 22 Oct 2013 03:45:28 +0000

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