Narra Gerard: Muchos dirán que observar desde lejos es acosar o - TopicsExpress



          

Narra Gerard: Muchos dirán que observar desde lejos es acosar o como quieran llamarlo, pero para mí, es solo apreciar a alguien sin tener la voluntad suficiente como para acercarme y saludarlo, sin sonar como un completo estúpido. No es que sea muy negativo, pero ya he tenido malas experiencias que prefiero dejar en la historia. Y esta vez no lo arruinaré, no lo arruinaré con una persona que me atrae mucho más que cualquiera de las demás. Por eso, tengo miedo de hablarle. * Narra Frank: No sé si ser observado sea algo bueno o algo malo, pero a mí me pone muy nervioso. Según Ray es solo un chico queriéndome jugar una broma, según Mikey debo de decirle a alguien de él y según Bob es un gran tipo, porque ya tuvo la oportunidad de hablar con él. Sí, desde hace ya más de tres meses que soy acosado por un chico, al comienzo fue extraña la cantidad de coincidencias en las que nos veíamos, en serio, pero después de un tiempo, Matt solo me dijo: “Frank, eres acosado por Gerard way” Según sé, él es un chico muy popular entre las chicas y todo eso. Ha tenido un sinfín de novias y puede flirtear con quien quiera. También tiene un grupo, que, al igual que el mío, le encanta la música y también los deportes. Pero en serio, no sé como tomarlo, él es un gran tipo según parece, quiero decir, más de una vez nuestros ojos se han cruzado y me ha sonreído, pero ¿Por qué no me habla? No muerdo, bueno sí, me encanta comer, pero no personas. Y si no me habla ¿Entonces por qué me acosa? Era otro día de clases normal, o así parecía, estaba junto a Matt en el receso de clases, ninguno decía la gran cosa, de hecho, teníamos una competencia en nuestros nintentos. “Genial, voy ganando” Dije “Ujum.” Matt solo sonrió "Gerard te está mirando de nuevo” Levanté la mirada, buscándolo, y en ese pequeño segundo, Matt se aprovechó para atacarme, ganando. Bueno, eso no importaba, escuché como el video juego me decía “Tú perdedor” y ni siquiera le preste atención. “Eres un mentiroso, no está” Le dije. “Sí, pero volteaste, creo que te estás tomando demasiado en serio las cosas, Frank". Si digo que se la pasó burlándose de mí el resto del día, no miento. Matt era experto en fastidiar. Mikey solo me apoyaba mientras Ray se preocupaba más en hablar por teléfono con su novia, ni al caso, él estaba en otro mundo. “Pero no sé porque hacemos tanto escándalo” Dijo él, alejándose al fin del celular ese. “Yo conozco a Gerard, si quieres conocerlo, solo te lo presento y ya” “No quiero que me lo presentes y punto” Lo miré mal, es que no era tan fácil, yo deseaba conocerlo, sí, quería que me hablará, sí, pero no por otra persona. Deseaba saber el misterio detrás de ese chico por mi cuenta. * Narra Gerard: ¿Por qué siempre tenía que estar con alguien? ¡Odio que jamás esté solo! Si no es el chico Matt, es Mikey o Ray, Bob ¡No sé! Tiene una gran cantidad de amigos, sé que es un chico sociable y muy tierno, lo sé porque… lo observó. Pero quiero conocerlo. Más de una vez lo he intentado, aunque jamás lo logré. De hecho, ¿Qué le diría? ¿Hola? Claro ¿Y luego? ¡No, no, no! Quedaré como un completo estúpido si le hablo y después no saco un tema de conversación. Sé que toca la guitarra, quizás pueda hablarle de eso, pero yo toco la batería, son dos instrumentos diferentes, capaz y ni le gustan las baterías. O porque se le acerque un extraño se puede intimidar. ¡No sé! Más de mil escenarios se forman en mi cabeza en un instante. * -Hola Frank. –Lo saludé, esperando lo mejor. -Hola. –Me devolvió el saludo, sonriéndome. -¿Te conozco? -No. Bueno, quizás, vamos al mismo instituto, soy Gerard, Gerard way. -Oh, pues, un placer. Nos tomamos la mano en señal de saludo, lo siguiente era lo más fácil, supongo. Solo tomé el aire suficiente. -Oye, ¿Te puedo acompañar a tu casa? -¿Por qué? No está tan lejos. –Me dijo. -Bueno, solo… solo si deseas. –Murmuré, muy bajo. -Al contrario, gracias y claro, me encantaría. Caminamos juntos hasta su casa, yo ya la conocía y sí, era verdad, quedaba muy cerca. Cuando nos despedimos, me acerqué lo suficiente como para sentir su calor corporal, él no se alejo, me fui acercando más y más, hasta que, casi pude sentir su aliento chocar con el mío. -¿Qué haces? –Me preguntó con su voz suave, pero seguía sin apartarme, movía los labios con lentitud, y yo solo los miraba, abrirse y cerrarse, deseaba aquellos labios como jamás he deseado nada en la vida. -Solo un beso, por favor. –Dije, prácticamente ya sentía sus labios y entonces, lo besé. Fue la sensación más hermosa de la vida. Él no se movía, estaba ahí, yo seguía moviendo mis labios, esperanzado, hasta que, por una fracción de segundo, quizás, sentí como correspondió a aquel leve toque, separándonos con lentitud. No tenía idea de que decirle. ¿Qué hacer? Contarle que lo llevo espiando desde hace como tres meses no era una opción buena, pero ¡Acababa de besarlo! De algún modo tenía que sacar algún tema de conversación. -Oye ¿Quieres pasar? –Escuché. Lo miré a los ojos, directamente. Su rostro estaba algo rojo, más sonrojado de lo usual pero así se veía aún más adorable. No sé porqué, pero asentí con la cabeza, dejándome guiar por él. Entramos a su casa, cerrando la puerta. -No hay nadie. –Me dijo y fue entonces cuando toda mi piel se tensó. Aunque no quisiera, ese comentario había sonado muy pervertido para mis oídos. Por más que supiera que él no lo decía de esa forma. -¿Vives solo? –Pregunté. -No, pero mis papás siempre llegan tarde, siéntete como en casa. Me indico que me sentara en alguno de los sillones de su pequeña pero acogedora sala, no sabía ni que hacía ahí, pero ahí estaba. Luego me trajo un vaso de lo que sea, por el color, debía de ser limonada o algo parecido. -Gracias. -No hay problema. Ese silencio que continuó, fue el peor de mi vida. Ninguno dijo nada, yo solo tomaba y tomaba de aquel liquido, buscando como empezar a hablarle, pero siempre que lo miraba de re-ojo, me perdía en su tierna mirada ojiverde y que, aún en la oscuridad de su casa, podía verlos brillar a la perfección. -Frank. –Dije, dejando la limonada a un lado, en una pequeña mesa. -Dijiste… “¿Solo un beso?” ¿No? –Murmuró, pero pude escucharlo. Todos mis instintos se tensaron. Claro, eso dije, pero ¿A qué venía ahora? -Sí, sobre eso, yo… -Me gustas, Gerard. –Soltó. Los segundos en los que su vista se cruzo con la mía, sus ojos me mostraron que aquellas palabras eran sinceras, fueron pocos para aquellos en los que me lancé sobre él, dándole otro beso. Supongo que no lo vio venir, pero sin dudarlo, sentí como agarro con fuerza mi playera, por la espalda, apegándome más a su cuerpo. Él estaba ya tendido en ese inmenso sofá, yo colocado sobre él, alejándome con lentitud de sus hermosos labios. -Te he visto, siempre lo hago, te veo desde hace mucho tiempo, no recuerdo cuanto, ni porque, solo… suelo quedarme viéndote por horas y horas, no importa lo que hagas, te veo, y… -Lo sé. –Me sonrió, mostrándome con más claridad sus hermosos dientes con esos aparatos que llevaba. –No eres muy bueno escondiéndote. No pude evitar avergonzarme un poco, pero todo se fue cuando jalo de mi playera y me besó, ahora él a mí, no dude ni un segundo en corresponderle, apegando más mi cuerpo al suyo, dejando que sus manos se colocaran sobre mi cuello y una de las mías comenzara a introducirse bajo su playera, acariciándole el estomago. Sentí como se tensaba, pero el beso continuó. Él de hecho alzó un poco su torso para que se rosase más con él mío. Me sentía extraño, quizás esto lo había soñado en alguna de mis fantasías más locas pero me estaba pasando. Seguía con mi mano entretenida paseándose por todo su torso, pude rozar uno de sus pezones y entonces un gemido quedo ahogado entre nuestros labios. Eso era demasiado, sin dudarlo, deje en paz sus labios, dirigiéndome a su cuello, besándolo con la misma ternura. -Gee… es… espera. – Escuchaba su voz, diciéndome que parara, que me detuviera, o que iba demasiado rápido, pero fingía no prestarle atención. Aunque no era que estuviera abusando, él se quejaba, pero se retorcía de placer con el simple toque de mis manos en su pecho, ¿Cómo iba a detenerme en ese momento? -Ah. – Escuché un gemido fuerte cuando empujé mi rodilla contra su entrepierna, en la posición que estábamos, se me hacía fácil poderle hacer de todo a ese rubio que tenía a mi merced, justo bajo mis brazos. -Gerard. – Volví a besarlo, sin dejar de mover mi mano, le di un leve mordisco a su labio inferior, jalándolo Frank no hacía nada por detenerme, ya ni siquiera se quejaba, solo jadeaba para mí, porque yo era el causante de esos gemidos, de esos jadeos, esos quejidos, todos eran para mí y solo para mí. * Desperté de ese maldito sueño con un terrible dolor, no solo en mi pecho, sino, también en la parte baja de mi cuerpo. Maldito, maldito, maldito, maldito el día en que los sueños podían ser tan realistas. Ese día fui a estudiar como normalmente lo haría, lo vi ahí, tan hermoso como siempre, hablando con sus amigos. Y aunque pareciera imposible, no sentía ni el más mínimo remordimiento, de hecho, me sentía frustrado, si jamás lo tendría en la realidad, por lo menos, por lo menos en mis sueños, quisiera que terminaran en un buen final. “Josh, solo háblale y ya” Escuché como me decía Brendon, intentando apoyarme. “Si, idiota, no soportamos verte como un maldito enamorado, ya ni tocas bien la batería y así no sirves” Me dijo Ryan, dándome una leve palmada en la espalda. * Bien, lo haría, le hablaría. Aproveché que siempre iba solo a su casa y me acerqué, lentamente, sin mirarlo, fingiendo que iba hacía otro lugar, pero cuando llegué a su lado “Hola Frank” –Lo saludé, esperando lo mejor. “Hola” –Me devolvió el saludo, sonriéndome. “¿Te conozco?” “No. Bueno, quizás, vamos al mismo instituto, soy Gerard, Gerard Way” “Oh, pues, un placer” Nos tomamos la mano en señal de saludo, de repente, tuve una extraña sensación de Dejavù, no sé que me pasó, pero entonces, dije: “Oye, ¿Te puedo acompañar a tu casa?” asjfgafgakjfg ¿Qué les parece? A mí me encanto. -AlexaDori:3
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 02:45:30 +0000

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