Nerón y Constantino; la falsa Iglesia de Cristo Hay una - TopicsExpress



          

Nerón y Constantino; la falsa Iglesia de Cristo Hay una pregunta que deberíamos hacernos, ¿Por qué era perseguido el cristianismo, y dos siglos más tarde, dejó de serlo? ¿Qué ocurrió? Los primeros cristianos fueron perseguidos porque su fe era auténtica y Satanás se les oponía; cuando el cristianismo se hizo “oficial” dejó de ser un problema para el diablo. ¿Cómo ocurrió eso? Mientras Cristo edificaba su Iglesia para llevarse a los suyos al cielo, Satanás preparaba una iglesia falsa para llevarse a sus seguidores al infierno. Hacia el año 60 d.C., el emperador Nerón estaba asustado al ver que muchísimos de sus súbditos dejaban de adorarle como era costumbre en el imperio. Si esa costumbre prevalecía, pronto los césares iban a quedarse sin súbditos. Así que, empezó a perseguir a los cristianos, pero cuanto más los perseguía, más crecían en número y en fe. Los cristianos de aquella época, sabiéndose perseguidos por su creencia, cuando se encontraban con otro creyente pero dudaban que lo fuera, citaban una porción de las Escrituras de memoria, si la otra persona era también cristiana, completaría el pasaje. Al hacer esto, conseguían que muchos espías de Nerón, al tener que estudiar las Escrituras, acabaran convirtiéndose a Cristo. Sagazmente, los esbirros del emperador, en vez de las Escrituras, iniciaron la costumbre de usar “símbolos cristianos” como el pez, el pan, el ancla, etc. Los métodos de Nerón para perseguir a los cristianos llegaron a ser muy sofisticados. Organizó iglesias falsas. Bajo sus órdenes, sus espías, que fingían ser cristianos, prendieron fuego a Roma. Esto fue hecho para justificar la persecución y masacre de los creyentes. Incluso se sabe que Nerón condenó a sus propios espías como si fueran cristianos verdaderos. Cuando Constantino, después de más de 200 años, los césares anteriores no habían logrado destruir el cristianismo verdadero. Todos sus esfuerzos eran en vano ya que impulsaban a los cristianos a profundizar en la oración y en el conocimiento de la Palabra y se fortalecían cada vez más. Se acercaba el día en el que Satanás iba a dar al mundo su propia versión de la iglesia cristiana. El paganismo iba a recibir una nueva cara. El hombre que el Enemigo utilizó, fue el mismo emperador. En el tiempo de ese hombre, el cristianismo estaba extendiéndose por todas partes y realmente amenazaba no sólo el paganismo, sino el propio trono del césar. Por lo tanto, el emperador Constantino siguió el mismo patrón que Nerón de levantar iglesias falsas, sin embargo, los cristianos estaban preparados, y reconocían a los falsos cristianos que no conocían ni respetaban las Escrituras. Para aprovecharse de esa ola de crecimiento del cristianismo y dar credibilidad a sus iglesias falsas, Constantino mintió al mundo y a todos. Dijo que se había convertido en cristiano aunque nunca permitió que le bautizaran. La realidad es que ese emperador adoró al dios-sol (Baal) hasta su muerte. Le bautizaron después de expirar, en su lecho de muerte. Con el tiempo, esas iglesias falsas levantadas por Nerón con su concepto pagano del cristianismo se convirtieron en el Catolicismo Romano. En realidad Constantino fue el primer papa, porque ostentó el poder espiritual y el poder temporal. Proclamó un edicto de tolerancia para hacer salir a los creyentes de sus escondites; pero sólo los que aceptaban su clase de “cristianismo”, puro catolicismo-romano, tenían verdadera protección. Con ese tipo de cristianismo-paganismo, la observancia de las Escrituras se fue dejando de lado para empezar una liturgia de corte pagano. Los cristianos verdaderos sabían que Constantino era un anticristo, y se ocultaron mientras el catolicismo romano barría Europa. ¿Será que Dios veía que ese hombre, adorador del sol, luchaba por una causa justa cuando lo hacía por su propio egoísmo megalómano? ¡No!, ese mensaje no podía ser de Dios. Allí también se cumplió las palabras del apóstol Pablo: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4:3). Como resultado de esa batalla, Constantino, dijo que se había convertido al cristianismo. Su tarea, no obstante, fue fundir el paganismo con el cristianismo creando un híbrido: El catolicismo romano. La madre de Constantino, Elena, aceptó el cristianismo babilónico y rezaba a la virgen María (acordémonos de Semiramis, la reina del cielo). Esa mujer, rogaba a su hijo a que entregara su corazón al “Dios verdadero”, mientras tanto, se había exiliado a Jerusalén por miedo a las represalias de su hijo. Ella sabía que Constantino aún adoraba al dios-sol, y había estado ordenando la muerte de los verdaderos creyentes en Cristo que se escondían en las montañas para proteger las Escrituras. Constantino era un anticristo,totalmente controlado por espíritus seductores, al igual que todos los papas que le siguieron: “El Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios...” (1 Timoteo 4: 1).
Posted on: Wed, 30 Oct 2013 20:43:00 +0000

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