No a la hipocresía. Si a la coherencia. Jesús tiene duras palabras contra la hipocresía de los escribas y fariseos. Estos personajes eran conocedores y observantes de la ley. Se preciaban de conocer la Escritura y de cumplir todos sus preceptos y a ello reducían su religiosidad. Cuidaban la apariencia, eran exigentes e intransigentes con los demás. El cumplimiento de la ley lo ponían por encima de los deberes de caridad y misericordia con el prójimo, no obstante que confesaban creer en un Dios rico en misericordia. Por ello Jesús les llama hipócritas. Porque su vida no corresponde a su fe. Porque dicen una cosa y hacen otra. La religiosidad auténtica brota del interior, es una respuesta de la mente y del corazón a Dios que ha dejado sentir en la propia vida su presencia amorosa. El don de de la fe ilumina toda la vida, su luz llega a todas las dimensiones de la existencia; por eso en la vida de un creyente la fe se exterioriza como amor compasivo irradiando el amor misericordioso de Dios. Jesús detesta la vida doble, no nos quiere discípulos de apariencia, ni que nos obsesionemos en ser impecables por ello estemos atentos para no llegar a ser cristianos de pulcra fachada que esconde corrupción e inmoralidad. ¡Digamos no a la hipocresía! ¡Digamos si a la coherencia! ¡Feliz miércoles!
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 23:55:32 +0000
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