No don Edgar, Costa Rica NO está perdida… En respuesta al artículo del Sr. Edgar Espinoza, respondo a quien interese: Yo no me siento extraño, don Edgar, en mi propio país. Lo que me siento es triste, triste de ver lo que nosotros, no los políticos, le hemos hecho al mismo; triste de ver cómo el pesimismo de difusión masiva predomina, cómo el hambre de sangre y cabezas rodar maneja nuestros noticieros, cómo los medios de comunicación se han convertido en alimento de bazofia mental para el pueblo en aras de buscar ratings, y cómo nuestros ídolos han decaído… Sin embargo, don Edgar, en vez de plasmar lo obvio en un artículo que por de facto será atractivo a un pueblo desilusionado, yo le cuento el lado opuesto de la historia, el lado de los que trabajamos todos los días, buscamos con nuestras acciones mejorar este país, y somos responsables por la única esperanza que nos queda de regresar a ese país soñado, donde los valores verdaderos son reinantes y no la alabanza a la vida, dinero y personas fáciles es el credo de todos los días. 1) Tengo muchos amigos y amigas, igual que yo; unos que tuvimos el privilegio divino de la educación superior, otros que no, pero que por igual, todos los días nos levantamos para proveerle a este país su fuerza productiva, jóvenes, trabajadores, letrados o iletrados, no existe diferencia, que optamos por el trabajo duro y la vida más sencilla antes de caer en las falsas mieles del crimen, narcotráfico, u otras actividades de dudosa reputación. Somos gente que buscamos formar una familia, enseñarles los valores que nuestros padres y abuelos nos dictaron para una vida sana, y aportar material a la misma tela que constituye la sociedad costarricense, con dedicación, educación y trabajo. 2) Como todos lo saben, mi sentimiento hacia la “Presidenta” (nótese las comillas) y su séquito de corruptos limita con el odio irracional. Sin embargo, al igual que yo, hay miles de costarricenses que en vez de desilusionarse y recaer en el “Valeverguismo”, el cual es el epítome del egoísmo e incapacidad de vivir en sociedad, todos los días nos preocupamos no por buscar ideologías políticas obsoletas que nos resuelvan los problemas, o culpar a partidos políticos por la situación actual, sino que nos informamos y aportamos soluciones, o simplemente ayudamos de cualquier manera posible para que mi conciudadano más cercano re-encuentre su capacidad de crítica constructiva y emprenda a mejorar el país. 3) Habemos (*nótese la utilización de un término que no existe pero usado por todos los costarricenses*) muchos que en vez de quejarnos de la incapacidad de nuestras fuerzas policiales por mantener el país en condiciones óptimas y tratar con desdén a tan nobles funcionarios, cuando podemos los ayudamos, sea con una comida decente a horas que nadie debería estar despierto, un poco de agua, o simplemente brindándoles el respeto que se merecen por ejercer tan noble profesión en condiciones precarias por un salario risible en un país que se encarece todos los días. 4) Aunque periódicos externos nos digan “paraíso fiscal” (resulta que ni podemos recaudar bien acá y los francesitos y otras economías de elevados gastos militares pretenden que les vigilemos los ciudadanos que se les van?!!?!?) Los que vivimos acá sabemos lo caro que es…solo vivir acá… sin embargo, hay como yo miles de personas que pedimos la factura en todo negocio para asegurarnos una contabilidad limpia y pago de tributos propicio, aun cuando sabemos que quienes disfrutan más los “beneficios” fiscales son empresas de capitales gigantescos que pagan una miseria por sus ganancias. 5) Hay miles de costarricenses que no pedimos bolsas plásticas para no contaminar, que mantenemos, a pesar del elevado costo de los repuestos, el carro a tono para que tenga menos emisiones, y otros, como el valiente Jairo Mora, que hasta su vida dan para proteger a nuestro país y mundo. Me entristece la muerte de tan noble persona, pero me llena de orgullo el corazón que en MI país exista gente de tanto valor. 6) No todo en el Estado es una desgracia. Conozco, porque trato con ellos todos los días, cientos de empleados en lugares como Migración y Extranjería, Ministerio de Salud, Municipalidades, u otras instituciones, que día a día realizan sus labores con amor y dedicación, en edificios a punto de caerse, en calores terribles, con equipos obsoletos, y esto no los detiene en su lucha por mejorar el servicio que yo, usted y todos los costarricenses utilizamos todos los días. Lo mejor de todo: lo único que piden de uno es un trato cortés, una sonrisa, y que les den el respeto que se merecen como humanos, no que los traten como “burócratas” que se roban el salario todos los días. Puedo seguir por páginas escribiendo ejemplos para demostrarle que NO, DON EDGAR, MI PAÍS NO ESTÁ PERDIDO, solamente está esperando que todos los que de verdad queremos jalemos la yunta juntos en la misma dirección, y mientras exista gente como la que mencioné en los 6 puntos anteriores, la esperanza sigue viva, y mi país no se ha perdido. En aras de no contribuir a la masificación del pesimismo, procedo a dar varios *tips* que funcionan para hacer de este país un lugar mejor: 1) ¿Le parece terrible el tráfico? Entonces varíe sus horas de entrada y salida de labores, hable con sus jefes, tal vez pueden, si se organizan, lograr que su departamento y su oficina entre a una hora de menos congestión; se está haciendo un favor a usted, a sus empleados, y al país. 2) ¿Le parece que el irresponsable que va en frente mandando textos mientras maneja va a causar un accidente, o que es más importante pasar el semáforo aunque esto implique bloquear una intersección? NO HAGA LO MISMO (seamos honestos, todos lo hacemos). Quién sabe pero si tal vez -de manera respetuosa- se lo hace notar a la persona, puede obtener una buena reacción de ella/él. 3) ¿Está harto de ver basura en la calle? Recójala, o como le dijo El Chavo a “Ron Damón”, dígale a quien tira basura “disculpe, pero se le van a ensuciar los papeles” y se los da de vuelta, y enséñele a sus hijos, nietos, sobrinos y todos en su familia, que botar basura en la calle y ríos es una falta grave. No puede ser posible que Jairo Mora muera protegiendo nuestras riquezas naturales y al resto nos de miedo reclamarle al “ecoloco” que topamos en la calle todos los días, ¿no cree? Y esta última se la tiro directamente a usted y sus colegas comunicadores: ¿Les molesta la incultura del pueblo? Entonces dejen de participar en La Extra, La Teja, díganle a René Picado que saque del aire 7 Estrellas u otros *shows* de contaminación cerebral; que los de REPRETEL dejen de alimentarle basura mental como Intrusos y Combate a la ciudadanía; que los noticiarios, incluida su esposa y colegas de todos los canales, dejen de usar las noticias como vitrina para el amarillismo, el sensacionalismo, o para dar 30 minutos a personajes de la “farándula”. Recuérdenle al país las cosas bellas que tenemos, la gente buena que lo habita, no solo el mal que nos pulula. Ustedes, como comunicadores, han tenido una gran participación en generar el modo de vida al cual todos aspiran ahora: “modelos” de dudosa reputación son las heroínas de las niñas, y cantidades masivas de esteroides con pelo parado que son el modelo a seguir de los niños, novelas de narcotraficantes que glorifican el dinero fácil, el crimen y los antivalores como el ser a seguir. Interesante… cuando yo era niño recuerdo claramente que los lunes a las 7:00 p.m. me sentaba con mi familia a ver “El Planeta Azul” en canal 7 después de las noticias, *shows*sobre Jacques Cousteau, sobre el planeta y sus maravillas. Eso era religioso para mí, me creaba ilusiones, intereses, y ansias de conocimiento; hoy por hoy, si no se puede pagar cable lo único que puedo aspirar a ver es programas centrados en dinero o gente berreando frente a un micrófono sobre cosas sin sentido. Mi país no es producto de malos gobiernos, mi país es producto de malos ciudadanos, pero mientras haya gente buena en la calle, mi país no se ha perdido… Atentamente, Javier Berrocal
Posted on: Sat, 06 Jul 2013 04:10:31 +0000
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