No es consuelo saber que la corrupción hunde sus raices muy - TopicsExpress



          

No es consuelo saber que la corrupción hunde sus raices muy adentro en nuestra historia. Como botón de muestra, un par de párrafos de la biografía de Juan de Vergara. Pueden ver su ficha y biografía completa en el enlace abajo. Escribe Carlos F. Ibarguren... "Desde sus primeros tiempos de recién llegado al incipiente poblacho porteño, el forastero de Esteco intervino activamente en la política vernácula como partidario de Hernandarias; bajo cuyo amparo se inició en la vida pública. Pero, bien pronto, sus actividades comerciales chocaron con la intrasigente gestión portuaria del Gobernador criollo que lo protegía, y, a partir de ese momento, comenzó a intrigar contra dicho Jefe, atrayéndose a los más ricos mercaderes del vecindario, cuyos intereses inmediatos estaban por una próxima reapertura del puerto. "Durante la siguiente administración de Marín Negrón, don Juan logró ganarse hábilmente la confianza de aquel mandatario, y convertirse en su "eminencia gris". Adueñado, pues, de los resortes del poder, formó Vergara una alianza o consorcio capitalista y político - destinado a enriquecer a sus componentes por encima de cualquier traba legal - con el Tesorero Simón de Valdés, con Diego de Vega, portugués judío, contrabandista y negrero, con Mateo Leal de Ayala, personaje desleal que llegó a reemplazar como Teniente de Gobernador, a Marín Negrón después de la equívoca muerte de éste, y con otros vecinos influyentes. "El grupo o banda de Vergara - llamado también "partido confederado" - alcanzó a controlar el Cabildo por medio de personeros, paniaguados y parientes, que compraban los oficios capitulares. De manera que, en un momento dado, la corporación vecinal respondía, sin contradicción, a los intereses particulares de ese - para decirlo a la moderna - "trust" de audaces traficantes enriquecidos. "Los agentes de la camarilla intérlope recibían de Africa y el Brasil distintos cargamentos de negros y efectos comerciables. Los barcos abarrotados de escalvos y mercancías recalaban en el puerto de Buenos Aires a pretexto de arribadas forzosas - cuando no hombres y cosas eran desembarcadas clandestinamente en un campo de Simón de Valdés sobre la costa del río. Aquí, enseguida, denunciábase el hecho al gobierno local por cualquiera de los miembros de la banda, o por algún funcionario personero del grupo defraudador. Los Oficiales Reales procedían entonces, sin más trámites, al decomiso de toda la mercadería y de los negros; que resultaban malvendidos en remate al único comprador a quien las autoridades concedían licencia para introducir esclavos a Potosí: Diego de Vega, el cual negociaba luego esas "piezas" al por menor en el Alto Perú, ganando diferencias enormes." genealogiafamiliar.net/getperson.php?personID=I45539&tree=BVCZ
Posted on: Wed, 24 Jul 2013 19:30:14 +0000

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